La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, aseguró que el presidente venezolano Nicolás Maduro “tiene que irse”, en medio de un incremento de la presión militar, política y económica sobre Caracas
La declaración se produjo tras la confiscación de buques petroleros en el mar Caribe, medida que Washington considera parte de su estrategia contra el narcotráfico y la actividad ilegal vinculada al crudo venezolano.
Declaraciones de Kristi Noem
En una entrevista televisiva, Noem afirmó que la interceptación de barcos envía un mensaje claro al mundo:
“La actividad ilegal en la que participa Maduro no puede tolerarse. Tiene que irse. Vamos a defender a nuestro pueblo”.
La funcionaria acusó al gobierno venezolano de utilizar los ingresos del petróleo para financiar el narcotráfico y la propagación de drogas en Estados Unidos.
Respuesta de Maduro
El presidente venezolano calificó las acciones estadounidenses como “piratería” y anunció medidas para que las incautaciones no queden impunes. Maduro denunció que Washington busca apropiarse de los derechos petroleros de empresas estadounidenses y que el bloqueo marítimo afecta directamente la economía de Venezuela.
Estrategia de Estados Unidos
El presidente Donald Trump ha reiterado que Maduro “tiene los días contados”. La estrategia oficial apunta a:
- Frenar el narcotráfico en la región.
- Recuperar derechos petroleros para compañías estadounidenses.
- Mantener un bloqueo a buques sancionados por Washington.
En este marco, fuerzas desplegadas en el Caribe han bombardeado embarcaciones acusadas de transportar drogas, con un saldo de más de 100 muertes en 28 ataques. Legisladores y activistas de derechos humanos cuestionan la falta de pruebas y denuncian posibles ejecuciones extrajudiciales.
Según DW, estas acciones forman parte de una política de máxima presión que busca debilitar al gobierno venezolano en el plano internacional.
Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se intensifican con nuevas medidas de confiscación y bloqueos en el Caribe. Mientras Washington insiste en que Maduro debe dejar el poder, Caracas denuncia una ofensiva que califica de ilegal y atentatoria contra su soberanía.




