El Gobierno nacional inició el proceso de venta de la principal estructura de transporte de energía eléctrica del país, a través de un concurso público nacional e internacional
La medida busca atraer inversores con experiencia en infraestructura energética y capacidad financiera para asumir el control de un activo estratégico. La información fue extraída de LA17.
Detalles de la operación
La Resolución 2090, publicada en el Boletín Oficial y firmada por el ministro de Economía Luis Caputo, formalizó la iniciativa. Según estimaciones de mercado, la venta de las acciones que Energía Argentina S.A. (Enarsa) posee en Citelec —controlante de Transener— podría recaudar alrededor de US$200 millones. Las ofertas podrán presentarse hasta el 23 de marzo de 2026 mediante la plataforma CONTRAT.AR, mientras que los pliegos estarán disponibles hasta el 13 de marzo.
El rol de Transener
Actualmente, Citelec concentra el 52,65% del capital de Transener, lo que le otorga el control estratégico de la compañía. Transener administra y mantiene unos 15.000 kilómetros de líneas de 500 kV, opera el 85% de la red de transporte y supervisa el 15% restante, constituyéndose en un nodo central para la confiabilidad del sistema eléctrico nacional.
Reordenamiento del rol estatal
Enarsa, creada por la Ley 25.943, tiene un objeto amplio que incluye exploración y explotación de hidrocarburos, transporte y comercialización. El desprendimiento de su participación en Citelec marca un cambio en la política energética, reduciendo la presencia estatal en activos estratégicos del sector eléctrico.
Privatización de represas hidroeléctricas
El anuncio se enmarca en una agenda más amplia de desinversiones. En paralelo, el Ejecutivo firmó contratos para reprivatizar las cuatro represas hidroeléctricas del Comahue, con concesiones por 30 años y un ingreso único para el Estado de más de US$706 millones. Los nuevos concesionarios deberán cumplir compromisos de inversión, mantenimiento y modernización para garantizar la continuidad del servicio.
La venta de la participación en Citelec y la reprivatización de las represas hidroeléctricas reflejan un giro en la política energética nacional, que redefine el rol del Estado en el control de activos estratégicos.




