Los vecinos del camino Roque González en Comodoro Rivadavia viven días de terror y angustia ante una escalada inédita de robos que se repiten casi a diario.
Con testimonios desgarradores, los residentes denuncian ante las autoridades la falta de presencia policial, la escasa iluminación y una sensación de absoluta vulnerabilidad que los está llevando al límite. Qué recogió los relatos de los afectados. Según ADNsur.
El testimonio de Claudia: «Es terrible, la impotencia»
Una de las voces que mejor refleja la desesperación es la de Claudia, una vecina que fue sorprendida en su propia casa durante la madrugada del jueves. «Escucho ladrar a la perra; uno ya conoce los ladridos cuando pasa algo raro. Miro por la ventana y lo veo justo arriba del paredón», relató a ADNSUR. El ladrón estaba robando barras de hierro de su propiedad y, ante la imposibilidad de enfrentarlo por miedo a que estuviera armado, la familia solo pudo verlo escapar.
Para Claudia, este no fue un hecho aislado. En las últimas semanas sufrió una seguidilla de delitos: le robaron bolsas de cemento y cal, le cortaron y se llevaron el cable de luz y ahora intentaron llevarse los hierros. «Es terrible la impotencia», expresó, y aseguró que la misma situación la padece «toda la gente del barrio».
Un patrón que se repite: robos a mano armada y sin control
Los testimonios vecinales describen un patrón alarmante. Los delincuentes operan con total impunidad, robando desde materiales de construcción y herramientas hasta electrodomésticos, motos y computadoras. En algunos casos ingresan a las viviendas, en otros se llevan lo que encuentran en patios y terrenos.
La vecina Claudia cree incluso que se trata de los mismos delincuentes, ya que reconoció a uno de ellos transitando por la zona con una estructura de hierro robada «como si nada, como diciendo ‘me lo regalaron'». La sensación de que la Justicia no llega se potencia con la falta de recursos: cuando Claudia fue a denunciar, los policías llegaron en un auto particular. «Ellos hacen lo que pueden. Te da ganas de llorar», confesó.
Falta de iluminación y un reclamo desesperado a las autoridades
Más allá de la delincuencia, los vecinos apuntan a un problema estructural que facilita los hechos: la falta total de iluminación pública. «Es todo oscuro, no hay luces, no hay nada», denunció Claudia. Esta oscuridad se convierte en un aliado perfecto para los ladrones, que operan con mayor sigilo.
El reclamo de los vecinos del camino Roque González es claro y urgente: piden a las autoridades mayor presencia policial, patrullajes más frecuentes y la instalación de luminarias. «Queremos que esto salga por todos lados. Esto no pasa solo acá, está pasando en toda la ciudad», concluyó Claudia, representando la voz de una comunidad que ya no sabe cómo protegerse y exige respuestas concretas para recuperar la paz perdida.




