En un movimiento diplomático de última hora, el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, viajará este fin de semana a Berlín para reunirse con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy.
La cita, confirmada por la Casa Blanca, busca acercar posiciones entre Washington y Kiev justo antes de una crucial cumbre europea sobre la guerra.
Según un informe original del diario DW, la decisión de enviar a Witkoff -quien ha liderado las conversaciones con Rusia y Ucrania sobre un plan de paz- «subraya el impulso acelerado para reducir las diferencias entre Kiev y Washington».
Un funcionario estadounidense confirmó a la agencia AFP la veracidad de la información. La reunión se producirá en Berlín antes de la cumbre que el canciller alemán, Friedrich Merz, ha convocado para el lunes con líderes europeos y de la OTAN.
El escenario diplomático en Berlín
La llegada de Witkoff a Alemania no es un hecho aislado. Según reportan otros medios, lo acompaña Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump y otra figura clave en las gestiones de paz para Ucrania. Su presencia en Europa coincide con la revelación de que la última versión del plan estadounidense ya incluye la posibilidad de una «adhesión rápida de Ucrania a la UE», un punto que seguramente será central en las discusiones.
La cumbre del lunes en Berlín reunirá a un peso pesado del liderazgo occidental. Estarán confirmados el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Keir Starmer y la canciller alemana Friedrich Merz (el llamado grupo ‘E3’), junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. También asistirá el presidente finlandés Alexander Stubb, conocido por su buena relación con Trump.
La carrera contra el reloj por un acuerdo
La visita exprés de Witkoff refleja la presión de tiempo que existe en Washington para lograr avances concretos. Al reunirse directamente con Zelenskiy antes de que este se encuentre con los líderes europeos, la administración Trump busca alinear la posición ucraniana con su propio plan de paz, cuyos detalles finales aún se negocian.
Este movimiento diplomático intensivo sugiere que Estados Unidos quiere presentar una postura unificada o, al menos, coordinada con sus aliados en la crucial cumbre del lunes. El resultado de estas conversaciones podría definir el próximo capítulo en el apoyo occidental a Ucrania y las condiciones bajo las cuales se podría explorar un camino hacia el fin de las hostilidades.




