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En los 30 días que lleva en la Casa Rosada, Alberto Fernández definió una gestión tendiente a mostrar su propio estilo y un control total del poder. Buscó desechar la idea del doble comando con Cristina Kirchner.

Alberto Fernández empezó a moldear lo que algunos llaman el “albertismo puro”, como señal de contrapeso al fantasma de aquella idea de “doble comando” que iba a tener en el poder con Cristina Kirchner en las sombras. Así trazó las directrices centrales de su gestión, que apuntan a profundizar el camino de la “tercera posición” en gran parte de la política argentina.

Ese camino del “medio”, la heterodoxia o la “tercera posición”, como abundan en describir en el Gobierno a la administración del poder actual que está construyendo el Presidente, se mezcló en el primer mes de su gobierno con un estilo diario de agenda sin previsiones, movimientos descontracturados que rompen con el protocolo y una imagen muy parecida a la de Néstor Kirchner.

“Las medidas que tomó hasta ahora el Presidente apuntan a la emergencia y muestran un estilo heterodoxo de relacionamiento con todos los actores. Puede que para algunos sectores se trate de medidas como hubiese tomado Macri en algún momento. Pero el Presidente es muy pragmático y todo lo que sirva para mejorar el bienestar de los argentinos lo hará sin pruritos ideológicos”, resumió ante Infobae un funcionario que tiene despacho cerca del ala presidencial y que conoce a Alberto Fernández desde hace más de 20 años.

La apreciación de la “tercera posición”. o el esquema heterodoxo que impuso Fernández a su poder. buscó en gran medida contrarrestar la imagen que se había formado en la campaña de un Presidente eventualmente manejado desde el despacho de Cristina Kirchner. La prueba está que la vicepresidenta no sólo se ha mantenido bastante distante del calor del poder –al menos en lo visible- sino que Fernández se ocupó en mostrarse como un “Presidente con control absoluto”, como les gusta graficar a los albertistas en el Gobierno.

A un mes de la asunción de Fernández, a muchos funcionarios de la Casa Rosada les parece una eternidad el tiempo pasado. “Parece como hace dos años que estoy acá y llevo apenas 20 días”, dijo el ministro de Trabajo Claudio Moroni hace unos días. El desgaste de los ministros y secretarios por el ritmo febril que le impuso Fernández al Gobierno es notable.

Existen coincidencias entre muchos funcionarios de la Casa Rosada que las medidas tomadas en este mes de gobierno de Fernández apuntaron a la emergencia social y económica, aunque es probable que esa situación de debilidad en la economía persista en los próximos seis meses. Más allá de esas proyecciones, entre las 10 medidas más sobresalientes que tomó el Gobierno en estos 30 días se cristaliza la idea de moldear el “albertismo puro” sintetizado en los siguientes ejes:

1-Emergencia económica. El proyecto de ley que aprobó el Congreso sustenta en gran medida la “base fundacional” del gobierno de Fernández con medidas que integraron un amplio abanico, que fue desde la suspensión por 180 días de la aplicación de la fórmula de actualización jubilatoria y de los aumentos de tarifas, la suba de las retenciones a los exportadores o los cambios en numerosos impuestos. En el Gobierno detestan hablar de “un ajuste encubierto”, como lo calificó la oposición. Pero admiten que muchas de estas medidas que apuntan a sectores de mayores recursos son las que Macri debería haber tomado y no se animó. En esta megaley aprobada se resumió la intención de Fernández de evitar una sangría de dólares en el Banco Central, promover el crecimiento económico y dar señales a los sectores de bajos recursos.

2-Lucha contra el hambre. El Presidente inauguró el plan de la tarjeta alimentaria que busca ayudar con productos de la canasta básica a dos millones de personas en situación vulnerable, en lo que conforma una de las directrices del Consejo del Hambre. En este aspecto, el Gobierno intenta retomar los ejes centrales del primer gobierno kirchnerista que frenó la situación de pobreza que venía de la crisis del 2001. Estas señales se completaron con medidas tendientes a aumentar fondos de la AUH y los planes de generación de empleo genuino en el campo de los movimientos sociales. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, dijo que “el plan de Argentina sin hambre es la base sustancial para empezar a tener un país donde la gente pueda educarse y trabajar sin problemas”.

3-Liga de gobernadores. En los 30 días de Gobierno circularon todos los gobernadores por la Casa Rosada sin distinción política. A la gran mayoría de estos los recibió el mismo Presidente, incluidos referentes de la oposición como Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza). A todos los gobernadores les garantizó una ayuda financiera y la firma de un nuevo pacto fiscal. También les `pidió que no hagan gastos excesivos y controlen sus cuentas. Las medidas traducen el esquema tradicional del PJ de ejercer el poder desde la Casa Rosada con una suerte de “liga de gobernadores” o una red de blindaje con las provincias, más aun si se trata de mandatarios peronistas. Es lo que hizo en su momento Carlos Menem y lo que repitió Néstor Kirchner. Cristina Kirchner no se caracterizó por una relación tan cercana con los mandatarios y relegó en su entonces ministro poderoso Julio de Vido esa tarea con la instrumentación de planes de obra pública.

4-La tercera posición diplomática. Las críticas de Fernández al régimen de Nicolás Maduro por la afrenta de fuerzas militares que impidieron la jura de Juan Guaidó en la Asamblea Nacional marcaron un giro copernicano en la tradicional diplomacia kirchnerista de apego a la Venezuela chavista. En la Cancillería aseguraron a Infobae que “no se trató de ninguna medida que no se haya adelantado en la campaña”. Se engloban allí los cuestionamientos del Presidente a la falta de libertades y violación a los derechos humanos por parte de Maduro, aunque esa estrategia tiene un límite: no mencionar la palabra “dictadura”. Es el mismo límite que se fijó el Presidente al no suscribir el comunicado del Grupo Lima que condenó “el uso de la fuerza por el régimen dictatorial de Maduro”.

En paralelo a esto la Cancillería le retiró las credenciales a Elisa Trotta, la embajadora de Guaidó en Buenos Aires. Quedó también que los gestos de no abandonar aun al Grupo Lima, no atarse a los lineamientos de Estados Unidos y cuestionar a Maduro a pesar de los pataleos de Luis D’Elía y el kirchnerismo duro alineado al eje bolivariano, marcan la estrategia de la “tercera posición”. Es la misma línea que mostró Alberto Fernández ante el conflicto de Medio Oriente, al instar a Irán y Estados Unidos a sentarse a dialogar, cuestionar el uso de la violencia y descartar la adhesión a un plan de sanciones económicas contra Teherán. En su esquema de política exterior, el Presidente también se enfrentó a Estados Unidos en el caso del refugio que le otorgó al ex presidente de Bolivia Evo Morales.

5-Multisectorial. La convocatoria amplia a la mesa de diálogo económico-social que hizo el Gobierno con referentes del empresariado, los sindicatos y los movimientos sociales es uno de los distintivos de esa política de “heterodoxia” que se ufana en mostrar el albertismo puro. El Presidente apunta a sustentar buena parte de su política con acuerdos transversales y la fotografía completa de esa convocatoria se resumirá en el proyecto de ley de creación de un Consejo Económico y Social que enviará el Gobierno al Congreso para las sesiones extraordinarias. La reunión de la multisectorial que lideró Fernández fue una fuerte apuesta por conseguir un respaldo a la emergencia económica y la estrategia del Presidente de honrar la deuda con el FMI “sin ajuste”. Este esquema no funcionó durante el gobierno de Cristina Kirchner porque en los últimos tiempos la ahora vicepresidenta había destruido los puentes con buena parte del empresariado y con los gremios. Es precisamente lo inverso que se propone ahora el Presidente.

6-Política de seguridad. La derogación de los protocolos de seguridad de la era Patricia Bullrich que impuso la nueva ministra Sabina Frederic coinciden con el giro que le quiso dar Alberto Fernández a las fuerzas de seguridad. Hubo aquí una plena coincidencia con Cristina Kirchner para atacar la “ortodoxia de derecha”, como calificaron en el gobierno a los protocolos de seguridad de Macri y que dieron lugar en su momento al caso Chocobar. Este nuevo esquema generó ciertos chispazos con sectores más duros del peronismo, representados en el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, que cuestionaron la derogación de protocolos como el uso de armas no letales, el pedido de los DNI en estaciones de trenes y el uso de armas de la policía fuera de horarios laborales.

7-Reforma en la AFI. La intervención dispuesta por el Gobierno en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) lleva el sello del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, quien sufrió en carne propia las persecuciones de espías cuando en el gobierno de Kirchner denunció públicamente a Jaime Stiusso. Ni siquiera Macri o Cristina Kirchner se habían animado a tanto. Oscar Parrilli, ahora senador del Frente de Todos y ex jefe de la AFI, elogió la decisión de Fernández pero en su momento no hizo nada por frenar las guerras internas de la inteligencia. Ahora será el turno de la interventora Cristina Caamaño para demostrar hasta dónde llegará la depuración que se propuso el Gobierno de la agencia de inteligencia. Se dijo que habrá un blanqueo de los gastos de la AFI, que se están revisando 600 agentes contratados en la era Macri y que buena parte de sus fondos reservados irán a un programa de lucha contra el hambre. Todo esto busca mostrar un gobierno diferente y con sello albertista.

8-Retenciones al campo. La imposición de un aumento del gravamen al campo que incluyó el Gobierno en la ley de emergencia económica resultó ser una suerte de revival de la resolución 125 de Cristina Kirchner, aunque hasta ahora más limitado. Fue una suerte de señal al kirchnerismo duro que aplaudió la medida. La Mesa de Enlace del campo no quiso sentarse en la mesa de la multisectorial convocada por el Gobierno ante esta medida. Pero a diferencia de la era cristinista ahora el Gobierno mantiene una línea de diálogo subterráneo con algunos sectores del campo, como Coninagro y la Federación Agraria, para evitar un daño mayor de la protesta rural. La idea es precisamente no repetir el error de la 125.

9-Gestos a la Iglesia. A pocos días de asumir como Presidente, Alberto Fernández adelantó que enviará un proyecto de ley de para regular la interrupción voluntaria del embarazo y adelantó que quiere un debate “sensato”. Esta mención a un regreso del debate del aborto en el Congreso desató un fuerte malestar en la Iglesia que llegó al mismo despacho del Papa Francisco en el Vaticano. Después de ello, los obispos de la Conferencia Episcopal liderados por monseñor Oscar Ojea se reunieron con Alberto Fernández y cuestionaron la idea del Gobierno de querer avanzar con la ley del aborto. “Se trata de plantear una relación madura con las diferencias que podamos tener”, dijo un funcionario de la Cancillería sobre el vínculo de Alberto Fernández con la Iglesia, que busca ser contrarrestado con un fuerte trabajo de ayuda social en las villas del Estado en coordinación con las parroquias. De todas maneras, este enfrentamiento con la Iglesia por el aborto ni siquiera se animó a dar Cristina Kirchner cuando estuvo en la Casa Rosada.

10-Negociación con el FMI. La decisión del Gobierno de avanzar en un acuerdo con el FMI para renegociar la deuda está atada también al “albertismo puro”. El Presidente ya dijo públicamente que honrará la deuda pero “sin que los 45 millones de argentinos paguen el costo de un ajuste”. Se trata también de un estilo propio que difiere de otros gobiernos. No queda claro aún cuáles son las instrucciones precisas que tiene el ministro de Economía Martín Guzmán para desplegar en Washington. Pero está claro que se trata de una jugada fuerte de la Argentina, incluso no aceptar el resto de los fondos que podía recibir el país por el préstamo que inició Macri. Por ahora, el FMI está a la espera y ya elogió el primer mes de gestión del gobierno de Alberto Fernández. El Fondo planteó que el Gobierno adoptó medidas “cuidando que las cuentas fiscales no se vean afectadas”. Claro que el FMI también hizo una salvedad: aún espera ver un programa económico integral del Gobierno, un detalle no menor que también formará parte de la construcción de ese “albertismo puro” que se propone hacer el nuevo Presidente en muchas otras áreas.

La oposición fracasó esta mañana en su intento de suprimir el capítulo del megaproyecto de emergencia que establece un tope del 33% a los derechos de exportación (retenciones). En la votación en particular, el bloque del Frente de Todos se impuso por 129 votos positivos a 107 negativos.

De todas maneras, el oficialismo aceptó incorporar modificaciones a este capítulo en la línea en que había planteado ayer el presidente Alberto Fernández. En este sentido, se incorporó un artículo en el que se faculta al Poder Ejecutivo a establecer «mecanismos de segmentación y estímulos tendientes mejorar la rentabilidad y competitividad de los pequeños productores y cooperativas» afectadas por la suba de las retenciones.

La oposición, encarnada en Juntos por el Cambio y Córdoba Federal, habían propuesto suprimir el artículo referido a los topes a los derechos. Elisa Carrió (Juntos por el Cambio) había propuesto reducir las retenciones a los productos agropecuarios al 8 por ciento y subir los derechos de exportación de las mineras al 30%. «Resulta que el oficialismo sube al 30 por ciento la única economía que productiva del país. El campo va a financiar a las corporaciones que saquean con la minería y dejan sin agua a toda la cordillera», enfatizó. Su propuesta no tuvo éxito.

En un giro en la postura de la Argentina frente a la crisis en Venezuela, la representación de nuestro país en la ONU cuestionó la aplicación de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

El embajador argentino ante la ONU y exvicecanciller, Carlos Foradori, expuso hoy que las medidas -destinadas a ejercer presión sobre el chavismo- «tiene efectos en la población más vulnerable».

La Argentina se expresó así durante la presentación de un informe renovado sobre la situación en el país caribeño. La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, reiteró en el escrito la preocupación por la falta de diálogo entre el gobierno y la oposición y por la violencia llevada adelante por el poder político.

«La Argentina desea manifestar que nuestra preocupación debe incorporar la dimensión de los derechos económicos, sociales y culturales. En tal sentido, el impacto de las sanciones económicas, comerciales y financieras sobre la economía venezolana es indubitable teniendo efectos concretos sobre la población más vulnerable», dijo Foradori, en una intervención de menos de un minuto.

«Reitero mi llamada a todas y todos actores políticos en Venezuela a retomar las negociaciones para alcanzar una solución a la crisis política y económica y devolver la esperanza a la población», dijo la chilena Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.

La Alta Comisionada también describió una preocupante fotografía del país, enumerando diferentes actos de violencia e intimidación, la desnutrición infantil o los actos de milicias armadas y las ejecuciones extrajudiciales, un panorama que fue refutado por el representante venezolano, Jorge Valero.

El embajador venezolano ante los organismos de la ONU lamentó que la presentación de Bachelet «carezca del balance necesario, presente fallas metodológicas y use información sesgada que alimenta la campaña mediática contra Venezuela».

«No obstante, seguimos abiertos para el intercambio constructivo de información con la Alta Comisionada y su Oficina», añadió.

El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, rechazó la postura de los legisladores de Juntos por el Cambio de no dar quórum en la sesión que tratará el paquete de medidas económicas que envió el Gobierno al Congreso.

«No estoy de acuerdo con la actitud antidemocrática de no permitir jurar a los legisladores del Frente de Todos que se tienen que integrar a la Cámara de Diputados de la Nación. La rechazo terminantemente», publicó el gobernador en su cuenta de Twitter.

«Hay predisposición para acompañar y viabilizar que el Gobierno pueda tener una herramienta que es fundamental y que, por lo que sabemos, sirve para muchas cuestiones, entre ellas, la renegociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI)», había señalado.

Sin embargo, horas después, el interbloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio decidió por unanimidad «no dar quórum y no votar una ley que significa anular el Congreso Nacional delegando todas sus funciones constitucionales en el Poder Ejecutivo Nacional».

La determinación de no dar quórum se adoptó tras una votación con posturas encontradas, encabezadas básicamente por la Coalición Cívica y parte de la UCR.

Así, el oficialismo debe buscar en otros bloques los diez diputados que le faltan para llegar a los 129 que le permitan iniciar la sesión en la que pretende debatir el proyecto de Solidaridad Social y Reactivación Productiva.

Con estruendo, finalmente el megaproyecto de Alberto Fernández ingresó este martes a Diputados y empezará a ser debatido este miércoles en un plenario de comisiones con la presencia de ministros del Ejecutivo.

El Gobierno busca darle dictamen para aprobarlo este jueves en la Cámara baja y el viernes, sobre tablas, en el Senado. Sin embargo, los diputados de Juntos por el Cambio amenazan con patear el tablero: esta noche, tras una acalorada reunión de interbloque -y luego de que referentes de peso le pegaran duramente al proyecto-, acordaron no dar quórum.

Situación que –debido a que en el Frente de Todos todavía no juraron en sus bancas quienes reemplazan a los diputado que se fueron al Gabinete y otros cargo ejecutivos- amenaza con complicarle al oficialismo conseguir los números para habilitar su tratamiento. En el FdT, sin embargo, confían en que tendrán apoyos suficientes para sesionar.

«Conocer nuestra mente para vivir mejor», ese el lema del Dr. Facundo Manes y el título de la charla que brindará en Comodoro Rivadavia el próximo sábado 21 de diciembre, a partir de las 10:30hs, en el auditorio del Centro Cultural.

De la mano de Pan American Energy (PAE), el neurocientífico llega a la ciudad, para cerrar el año con una conferencia gratuita y abierta a la comunidad, en la que invitará a comprender cómo trabaja el cerebro y entender los enigmas del pensamiento, de las decisiones, de la memoria y de lo que podemos hacer para vivir mejor.

Facundo Manes nació en Quilmes y vivió su infancia y su adolescencia en Arroyo Dulce y en Salto. Luego viajó a la ciudad de Buenos Aires para estudiar Medicina en la universidad pública. Finalizó su residencia en neurología y emprendió su formación en el exterior con un firme compromiso de volver a la Argentina para desarrollar recursos locales en neurociencias cognitivas, neurología cognitiva y neuropsiquiatría. Vivió, estudió y trabajó en Estados Unidos, donde recibió el Premio al Joven Investigador otorgado por la American Neuropsychiatric Association y en Inglaterra, donde se doctoró en Ciencias en la Universidad de Cambridge.

A su regreso a la Argentina creó INECO (Instituto de Neurología Cognitiva), el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro y la Fundación INECO para la investigación en neurociencias cognitivas. Es investigador del CONICET y se desempeña como profesor y consultor de prestigiosas universidades del exterior. Dio varias vueltas al mundo como conferencista invitado a distintos foros internacionales y ha publicado más de doscientas veinte contribuciones científicas en las revistas más prestigiosas de su especialidad.

También recorrió y recorre su país y Latinoamérica con el propósito de que la sociedad civil sea la que promueva el conocimiento como verdadero transformador de las personas y las comunidades para lograr el desarrollo y la equidad social.

En una carta desprovista de menciones explícitas a Nicolás Maduro y al opositor Juan Guaidó, más de setenta organizaciones venezolanas que son opositoras al régimen chavista le enviaron una carta al presidente Alberto Fernández. Le pidieron que mantenga una política de «buenos oficios diplomáticos» para que haya una solución democrática en ese país.

En la misma le recordaron las denuncias de importantes violaciones a los derechos humanos que se cometen en Venezuela y que están retratadas en el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet.

Alberto Fernandez reconoce a Maduro como presidente, mientras que Mauricio Macri había reconocido el año pasado al opositor Juan Guaidó, titular de la Asamblea Nacional y quien se autoproclamó presidente encargado. La ola Guaidó está en una meseta, y ahora Maduro anunció que pedirá su detención.

El chavismo designó a dos fiscales para investigar la “conspiración terrorista” por la que acusa a Guaidó
Tal como anticipó este diario, el sábado último, durante una jornada que se hizo en la embajada venezolana de Luis María Campos al 100, apareció la dirigente chavista, Stella Lugo Marina de Betancourt, ex ministra de Turismo y capitana de las milicias bolivarianas, diciendo que era la nueva embajador de Maduro en Buenos Aires.

Tanto los venezolanos que residen aquí, como legisladores de la oposición argentina, como Karina Banfi, se hicieron eco, de los difíciles controvertidos antecedentes de Lugo. «Durante los últimos 20 años, miembros de la familia Montilla-Lugo han sido acusados de diversos casos de corrupción y en octubre de este año fueron señalados por de presuntamente estar vinculados a una organización criminal que traficaría drogas y oro a islas del Caribe», reportaba este lunes el sitio de noticias CCN.

El presidente Fernández no reconocería más a la embajadora de Guaidó en Buenos Aires reconocida por Macri, Elisa Trotta Gamus. Pero ni esa decisión ni la de qué va a hacer con Lugo Marina de Betancourt han sido anunciadas. Lo están analizando.

La siguiente es la carta enviada al presidente Fernández por las organizaciones venezolanas, entre ellas, A.C. Grupo La Colina; A.C. Radar de los Barrios; Acceso a la Justicia; Acción Solidaria; Amigos Trasplantados de Venezuela;
Caleidoscopio Humano 15) Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.

«Estimado señor Alberto Fernández Presidente electo de Argentina para el período 2019-2023 Su despacho.- En primer lugar reciba, de parte de las organizaciones sociales venezolanas que suscriben la presente comunicación abierta, los mejores deseos de éxito durante su próxima gestión como presidente de la Nación Argentina.

El objetivo de nuestra misiva es pedirle, respetuosamente, que mantenga durante su mandato todos los buenos oficios diplomáticos posibles para estimular una salida democrática, pacífica y constitucional al actual conflicto venezolano, que se ha convertido en una crisis regional debido a la importante salida de venezolanos, en calidad de migrantes forzosos, a los países vecinos de la región. La ruptura del hilo democrático en nuestro país necesita del apoyo de la comunidad internacional para restablecerse.

El Ministerio de Desarrollo Social comenzará a entregar esta semana la primera tanda de tarjetas alimentarias, el recurso con el que inyectará dinero extra a los sectores de menores ingresos que solo podrá destinarse a la compra de alimentos y bebibas sin alcohol.

Las primeras tarjetas comenzarán a despacharse en estos días. Los montos ya están definidos: las madres que tengan un hijo a cargo tendrán 4000 pesos por mes disponibles. Las que tengan dos o más hijos recibirán 6000 pesos por mes.

Ese dinero se sumará a los otros ingresos que reciba la población alcanzada por el programa, sea la Asignación Universal por Hijo (AUH), un plan social nacional o provincial o cualquier otra retribución.

Además, el paquete de emergencia económica que el Gobierno enviará al Congreso incluye una devolución de IVA para jubilados y titulares de AUH de hasta 700 pesos por mes, que reemplazará a la exención generalizada que rigen hasta fin de año para alimentos de la canasta básica.

El Ministerio de Desarrollo todavía termina de definir la base de datos del universo alcanzado por la medida. Se estima que serán entre 3 y 4 millones de familias, desde mujeres que lleven tres meses o más de embarazo hasta madres con niños y niñas de seis años. Arroyo recibirá este lunes a ministros provinciales para complementar la base de la AUH (en total, 1,9 millones de familias cobran esta asignación) con las bases de todos los distritos.

No hará falta tramitar la Tarjeta Alimentaria, será el Estado el que la distribuya, por correo, a las familias que gozarán de este derecho.

La tarjeta, entregada por el Banco Nación, será similiar a una de débito. Podrá usarse en cualquier comercio que venda alimentos y bebidas, desde un supermercado hasta un almacén o un puesto de feria itinerante, siempre que tenga equipo pos para cobrar.

Con ese dinero podrá comprarse todo tipo de alimentos. Pero el Ministerio hará un seguimiento de los consumos de las familias alcanzadas e instruirá acciones para mejorar la alimentación. Por ejemplo, mediante charlas con nutricionistas o folletería, buscará orientar las compras hacia alimentos saludables (carnes, leche, frutas, verduras y legumbres) y desalentar el exceso de harinas.

La flamante primera dama, Fabiola Yáñez, no está casada con el igual de flamante presidente Alberto Fernández, el primero de los presidentes argentinos que llega al poder divorciado. Los tiempos cambian. Fabiola es también la primera primera dama que es actriz y periodista; las hubo actrices, como Eva Perón​ y Regina Paccini de Alvear, que también era cantante. Yañez, de 38 años, es también la primera primera dama en haber conducido un programa de televisión, para chicos en Rosario, y en haber sido panelista de otro programa de tele, “Incorrectas”, en el canal América. Insistamos que aún es gratis: los tiempos cambian.

Lo que no cambia es la singularidad que acompaña ese cargo y profesión, la de ser primera dama de la Argentina, para el que no hay universidad que gradúe, ni siquiera que tome examen, o que acerque bibliografía que oriente. Este país extraño y volátil le dio, y le da, al cargo un extraño fatalismo, un resignado desaliento, casi una desesperanza a priori marcada por una historia agitada y turbulenta, que no conoce casi ni olvido, ni perdón.

La primera primera dama no era argentina: debió ser uruguaya. Nació en Montevideo el 28 de diciembre de 1786, cuando ni Uruguay ni Argentina existían, todo era el Virreinato del Río de la Plata, y la recién llegada, Juana del Pino, era el décimo tercer hijo del gobernador militar, don Joaquín del Pino Sánchez de Rojas Romero y Negrete, que después sería el famoso Virrey del Pino al que honran hoy una calle de Belgrano y una localidad de La Matanza. Juana quedó convertida en primera dama el 7 de febrero de 1826, cuando Bernardino de la Trinidad Rivadavia, con quien llevaba diecisiete años casada, fue elegido presidente de la República por el Congreso Constituyente. Para variar, aquellos eran años convulsos, de desunión y de conflictos que no se llamaban grietas, y que se dirimían en el terreno siempre frágil de las guerras civiles.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, instó el jueves a la Corte Penal Internacional a investigar «de inmediato» la tortura aplicada a los opositores al régimen en Venezuela, la cual se desarrolla con apoyo de agentes cubanos. Afirmó que es una situación que se recrudeció en 2019.

«El uso sistemático y generalizado de la tortura en Venezuela como parte del ataque contra quienes aspiran a recuperar derechos fundamentales y democracia constituye claramente un crimen de lesa humanidad. Debe ser investigado de inmediato por la Fiscalía de la CPI«, dijo.

Almagro acogió en la sede de la Organización de los Estados Americanos la presentación del informe anual del Instituto Casla, un centro de estudios sobre América Latina con sede en Praga.