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El Comité Olímpico Internacional empieza a mirar ya con mucha preocupación la crecida del coronavirus y su propagación por Europa. Ante el riesgo de que se transforme en pandemia, miembros del organismo analizan cancelar directamente la cita deportiva, prevista para el 24 de julio en Tokio.

Sin ser alarmista, Dick Pound, miembro del COI, dice que a finales de mayo tomarán la decisión de cancelar los Juegos de Tokio 2020 de ser necesario. En declaraciones, el funcionario reveló que la suspensión de los Juegos es «muy probable» si no se controla la epidemia próximamente.

“Es una gran, gran, gran decisión que no se puede tomar hasta tener datos fiables”, señaló, mientras les pidió a los atletas que se sigan entrenando duro para la cita olímpica. La última vez que los Juegos se aplazaron fue, justamente en Japón, durante la Segunda Guerra Mundial.

La UEFA, en alerta

En tanto, el vicepresidente de la UEFA Michele Uva advirtió hoy que las competiciones de fútbol en Europa «solo se pararán si la situación del virus empeora», en alusión a la propagación del coronavirus.

«Estamos en una fase de espera, controlamos país por país, el fútbol debe seguir las indicaciones gubernamentales de los estados individuales. Tratamos de no detenernos, el camino deportivo se bloqueará solo si la situación se precipita», subrayó Uva en declaraciones a la Radio Sport 1 de la RAI.

La propagación del virus por varios países de Europa como en Italia obligo a la suspensión de algunos partidos y la disputa de otros encuentros «sin público».

En Japón la Federación de Fútbol de ese país anunció este martes que pospuso todos los partidos de su liga hasta al menos el 15 de marzo debido al nuevo brote de coronavirus, por lo que la epidemia continúa alterando el calendario deportivo mundial, a cinco meses de los Juegos de Tokio 2020.

En Italia los partidos del último domingo Torino-Parma, Inter-Sampdoria, Atalanta-Sassuolo y Verona-Cagliari fueron postergados a causa de la alerta por el coronavirus, que provocó dos muertos y más de 100 contagiados en las últimas horas en el norte de Italia.

En China, epicentro de la epidemia, el campeonato de fútbol que tenía que comenzar el 22 de febrero fue aplazado, así como «todas las otras competiciones, a todos los niveles».

El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en rueda de prensa.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó este viernes el riesgo de expansión global del coronavirus de «alto» a «muy alto» tras detectarse el primer caso en el África Subsahariana, la última región del planeta donde por ahora no se habían registrado contagios.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, hizo este anuncio tras confirmar que fuera de China se detectaron hasta ahora 4.351 casos en 48 países, con primeros reportes positivos en México, Nigeria, Nueva Zelanda, Dinamarca, Estonia, Lituania y Países Bajos, entre otros, en las últimas 24 horas.

Tedros indicó que, en las últimas 24 horas, China reportó 329 nuevos afectados, el número más bajo en más de un mes, pero «el continuo incremento de países afectados en los últimos días es una obvia preocupación», que llevó a los epidemiólogos de la OMS a aumentar los niveles de riesgo.

En particular, preocupa a la OMS la expansión del Coronavirus en Italia que, según señaló Tedros, llegó a 24 casos en 14 países (entre ellos España y México, donde hoy se registró el primer caso) y en Irán, con 97 casos exportados a 11 países. «Muchos pueden aún relacionarse con contactos con estos focos de epidemia, y por ahora no hay evidencia de que el virus se esté extendiendo libremente en comunidades», aseguró el director general, según la agencia EFE.

La organización informó además que el COVID-19 acumula 2.791 muertes en China y 67 fuera de este país.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este viernes que el número de casos totales de coronavirus en el planeta asciende a 83.652, de los cuales 78.961 corresponden a China y 4.691 al resto del mundo.

Este recuento supone que en las últimas 24 horas se han registrado un total de 1.358 casos adicionales (331 en China y 1.027 en otros países). La OMS indicó también que el COVID-19 ha causado hasta el momento 2.791 muertes en China y 67 fuera de este país, es decir 44 y 10 más que en la víspera.

Bielorrusia, Lituania, Países Bajos, Nueva Zelanda y Nigeria fueron los nuevos países que reportaron uno o más casos, elevando a 51 el total de naciones afectadas (la estadística se elaboró antes de que se confirmara un caso también por primera vez en México).

En el día de hoy, la OMS aumentó a “muy alto” el riesgo de expansión de la epidemia a nivel global, el mismo nivel que antes había calculado en China y en la región de Asia-Pacífico.

“Estamos en un momento decisivo”, declaró el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien subrayó que durante los últimos dos días el número diario de contagios en el mundo había sido superior al de los registrados en China. “Ningún país debe pensar que no tendrá casos. Eso sería un error fatal, literalmente. El virus no respeta fronteras”, advirtió.

En este contexto de incertidumbre, las Bolsas asiáticas y europeas se desplomaron el viernes, registrando pérdidas de entre el 3% y el 5%, mientras que Wall Street perdía 3% a su apertura.

Las pérdidas sufridas por las acciones europeas desde el viernes pasado (en torno al 12%-13%) son las más importantes desde la crisis financiera de 2008-2009, cuando la economía entró en recesión. A medida que el virus se propaga, la actividad económica mundial va perdiendo fuelle.

El Papa Francisco, quien estaba evidentemente resfriado el miércoles cuando abogó por los enfermos de coronavirus, canceló este jueves (27.02.2020) su presencia en un oficio religioso por una «ligera indisposición», indicó la Santa Sede. El pontífice argentino rara vez cancela una cita de su apretada agenda.

El miércoles, que en general es una jornada muy cargada, estaba resfriado y con frecuencia tosía durante la audiencia general organizada al aire libre en la plaza de San Pedro y durante la cual apretó las manos a decenas de fieles y manifestó su cercanía a los contagiados con el coronavirus en todo el mundo.

«Debido a una ligera indisposición, prefirió quedarse cerca a la residencia Santa Marta donde se aloja en el Vaticano», aseguró el director de la sala de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en un comunicado.

En la tarde, participó en la tradicional procesión de los miércoles de Ceniza en la basílica de Santa Sabina en Roma y cumplió el rito de la imposición de la  cruz de ceniza en la frente, gesto que marca el inicio de la Cuaresma católica.

Pese a no acudir a la basílica de San Juan de Letrán donde se encontraría con el clero de Roma, Francisco mantuvo una audiencia con los miembros del Movimiento Católico Global para el Clima y otras dos reuniones privadas.

Con tanto control antidopaje los ciclistas están acostumbrados a vivir con el miedo a que el resultado positivo de un análisis acabe con sus carreras, así que seguramente Alejandro Valverde, Chris Froome, Tadej Pogacar y otras figuras del ciclismo mundial no son los residentes más nerviosos del hotel W, un cinco estrellas en la isla de Yas, Abu Dhabi, donde esperan, aislados, los resultados de las pruebas del coronavirus a que fueron sometidos, junto a otros 500 miembros más -periodistas, auxiliares, organizadores, técnicos- del pelotón del Tour de los Emiratos, después de que se concluyera que la fiebre de dos masajistas del equipo italiano UAE se debía a que padecían Covid-19.

La carrera fue cancelada cuando faltaban dos etapas para intentar prevenir un contagio inevitable y mientras los ciclistas esperan, tumbados en la cama, charlando en el vestíbulo o paseando por la piscina, en el mundo exterior crecen y se multiplican los rumores y los miedos, y los dedos de la mano no bastan para contar las posibles consecuencias catastróficas de la llegada de la epidemia al ciclismo, un deporte que se mueve en pelotón en todos los sentidos, el caldo de cultivo ideal para los virus.

Los masajistas tocan a los deportistas y les preparan comidas y bebidas; los ciclistas comparten dormitorio de dos en dos y, como dice José Luis Arrieta, director del Movistar, el equipo de Valverde, «cuando pedalean no se ponen la mano en la boca para tapar sus esputos o toses, todo se comparte, también el sudor y las botellas de agua, entre más de 200 deportistas, con las defensas al límite».

«Aquí estamos, esperando sin hacer nada, viendo a ver qué maratón de Netflix podemos organizarnos», dice José Joaquín Rojas, ciclista del Movistar, quien recuerda que las autoridades sanitarias de los Emiratos les pidieron que no cuenten nada a la prensa, que no hagan fotos de los paramédicos que, en un proceso que no dura más de 10 segundos, les toman muestras de las mucosidades introduciéndoles un hisopo con puntas de algodón en la nariz, que sean discretos. «Nos dijeron que aquellos que den negativo podrán irse a su casa, pero los que den positivo deberán quedarse aquí en una cuarentena de 15 días. Yo estoy más o menos tranquilo, pero el que no aguanta es Albert Torres, mi compañero de habitación, que el sábado debería tomar un avión para Berlín, donde disputa el domingo el campeonato del mundo de Madison [prueba en pista por parejas], y teme que se lo va a perder. Como estuvo lesionado intentó alargar hasta última hora su participación en los Emiratos, y parece que se va a quedar aquí».

La situación de Torres preocupa también a la federación española, ya que el ciclista de Ciutadella (Menorca), en pareja con Sebastián Mora, quien ya está en Berlín, es favorito para un título mundial que ya conquistó en 2014. «Pero, aun siendo importante el Mundial, su objetivo prioritario son los Juegos de Tokio», recuerda José Luis López Cerrón, presidente de la federación, «a los que esperamos que llegue todo el mundo sin problemas». Uno de sus rivales, el danés Morkov, llegó de los Emiratos el jueves a Berlín, donde fue aislado en un hotel a la espera de los resultados de la prueba del coronavirus.

Los periodistas extranjeros y el personal, en su mayoría italiano, de RCS, la empresa que organiza el Tour de los Emiratos y también el Giro de Italia, están alojados en el vecino Crowne Plaza, sometidos al mismo tratamiento que los ciclistas, aunque administrado posteriormente pues hubo que reponer los kits de análisis. «Nos dijeron que permaneciéramos en las habitaciones, y que el room service nos subiría la comida», comenta el periodista inglés Matt Rendell. Todos dan por descontado que más de un ciclista estará contagiado y Patrick Lefévère, responsable del equipo belga Deceuninck, ya adelanta que a él le consta que un ciclista del Groupama y otro del Bahrein ya habrían dado positivo.

La experiencia del Tour de los Emiratos aumentó la preocupación entre los organizadores de carreras en Europa, que, vista la capacidad de contagio de su deporte, temen que sea inevitable la anulación de algunas de las grandes carreras clásicas de la primavera que llega, como la Milán-San Remo, la París-Niza o la Tirreno Adriático.

En medio del pánico global por el avance del nuevo coronavirus en decenas de países, y luego de que se confirmara el primer caso en México, el subsecretario de Salud del gobierno de Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a quienes tengan «síntomas respiratorios» que eviten saludar con besos, abrazos y apretones de manos.

Hugo Lopez-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, confirmó el primer caso de contagio por coronavirus en la Ciudad de México y en una conferencia de prensa junto al presidente mexicano dio consejos para evitar la propagación del brote.

«A quienes presenten síntomas repiratorios, [les pedimos] que estornuden en el ángulo interno del codo. ‘Achuuú’. También, que no dé la mano. Mantengámonos con un saludo fraterno y amigable que nos ayude a ser solidarios como sociedad, pero no nos demos la mano. Por el momento, tampoco nos demos besos ni abrazos», dijo, lo que generó risas en el auditoria. «Simplemente así, ¿de acuerdo?», añadió, con un abrazo a sí mismo.

López Obrador dijo que no planea hacer cambios de agenda a raíz del primer caso detectado de coronavirus en el país.

El tiempo se acaba. La Organización Mundial de la Salud ( OMS) advirtió que el mundo se encuentra en una » fase decisiva» en la lucha contra el Covid-19. El virus se instaló en los cinco continentes , abrió otros focos de infección y dejó atrás la conexión que lo ataba en el imaginario colectivo con China como escenario determinante.

Hasta ahora, China era considerado el único foco del coronavirus, pero el riesgo se multiplicó con la aparición de brotes importantes en Corea del Sur, Italia e Irán. Los países vecinos tejieron un cerco virtual a su alrededor para evitar el derrame del virus, pero eso no basta.

«Estamos en una fase decisiva», dijo en Ginebra Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS y recordó que en los últimos dos días el número de nuevos casos en el resto del mundo fue superior al registrado en China, país donde surgió el virus, en diciembre.

«Si actuamos ahora de forma contundente, podremos frenar este coronavirus. Mi consejo es que actuemos rápidamente», agregó el dirigente, y definió el virus nacido en la provincia china de Hubei y ahora fortalecido en el resto del mundo como «muy peligroso».

Más de 78.000 personas resultaron infectadas en China desde el comienzo del brote, a fines del año pasado, de las que murieron 2744, y se propagó por unos 45 países, con un balance provisional de 3600 contagios y más de 50 muertos.

La mayoría de los nuevos casos de contagio registrados en España, Argelia, Estonia, Grecia, Georgia, Noruega, Rumania, Austria, Alemania, Suiza, Dinamarca y Macedonia del Norte son «importados» de Italia, donde hay más de 500 casos y 14 muertos.

Muchos países europeos reforzaron los dispositivos de prevención y aconsejaron a sus ciudadanos no visitar las regiones italianas afectadas. Pero el canciller italiano, Luigi Di Maio, en un llamado que difícilmente sea atendido, instó a los turistas a que visiten Italia, que puso en cuarentena a 11 provincias.

Corea del Sur anunció más de 500 nuevas infecciones, con lo que el balance se eleva a 1766 y 13 muertos. Y mientras Corea del Sur tiene el mayor número de contagios fuera de China, Irán tiene el mayor número de muertos. Teherán informó de siete nuevas víctimas, lo que elevó el total a 26 desde la semana pasada.

A diferencia de Europa, donde los países mantuvieron sus fronteras abiertas a pesar de la aparición de varios casos en Italia, los vecinos de Irán cortaron sus vínculos con el país, ya sea cerrando sus fronteras o suspendiendo los viajes aéreos y el turismo, un aislamiento exacerbado además por las enemistades políticas sembradas en Medio Oriente.

En una medida extraordinaria que refleja la intensidad de los temores en la región -no solo por Irán-, Arabia Saudita prohibió la entrada de peregrinos a La Meca. Además de Irán, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) registraron 13 casos; Kuwait, 43; Bahrein, 33, y Omán, cuatro.

Ante posibles abusos y casos de xenofobia, sobre todo con ciudadanos chinos, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, la chilena Michelle Bachelet, pidió que las cuarentenas sean «proporcionales» a la amenaza y se respeten los derechos de las personas.

Pero los chinos tienen su propio arsenal de respuestas. En una vuelta de tuerca impensable hace una semana, el régimen comunista, que confinó a más de 55 millones de personas en la provincia de Hubei, ahora está preocupada por la «importación» de casos desde otros países.

El Covid-19 parece haberse estabilizado en China, donde el número de muertos sigue cayendo. Las autoridades anunciaron ayer 29 muertos, el número más bajo en un mes, que le dio aire para sacarse de encima el cartel de enemigo público número uno del resto del mundo.

Según la agencia Xinhua, al remitir la epidemia, muchas provincias chinas comenzaron a levantar parcialmente las medidas de emergencia y ahora el gobierno evalúa «medidas de prevención y control precisas» para recién llegados.

Pekín impuso una cuarentena de 14 días a personas provenientes de países «seriamente afectados» por la epidemia, sin especificar cuáles. Centenares de surcoreanos se encuentran en cuarentena en el este del país, tras detectarse casos sospechosos en dos aviones.

Los viajeros provenientes de Japón y Corea del Sur «no deben tener un trato preferencial que les permita franquear fácilmente la red de prevención y control china», dijo el diario Global Times con tono nacionalista.

Casi la mitad de las empresas pronosticó una baja de dos dígitos en sus beneficios por el coronavirus durante el primer semestre del año, mientras que una cuarta parte cree que será de más del 20%.

Las empresas europeas con operaciones en China prevén una drástica caída de sus beneficios durante el primer semestre de 2020 debido a la epidemia del coronavirus, informaron las cámaras de comercio de Alemania y de la Unión Europea (UE).

Los datos surgen de una encuesta conjunta realizada a 577 compañías entre el 18 y el 21 de febrero, en la cual casi la mitad pronosticó una caída de dos dígitos de sus beneficios durante el primer semestre del año, mientras que una cuarta parte cree que será de más del 20%.

Asímismo, el 90% de las encuestadas consideró que el impacto de la epidemia en sus operaciones es entre medio y alto, por lo que la mitad de los participantes decidieron rebajar sus objetivos anuales de negocio en el país asiático.

«China se encuentra en un precario equilibrio entre dos tareas importantes pero divergentes: mantener unas medidas firmes de prevención del virus y luchar para una vuelta a la normalidad económica», aseguró el presidente de la Cámara de Comercio de Alemania en el norte de China, Stephan Woellenstein.

Para esto, consideró Woellenstein, hará falta que Beijing ponga en marcha «medidas para las empresas más afectadas, en especial pymes, hasta que las operaciones se normalicen».

Entre los desafíos a los que se enfrentan las empresas europeas en China, según las citadas cámaras, se destacan «leyes impredecibles, restricciones de cuarentena prácticamente inasumibles (como las restricciones de movimiento, que afectan tanto al transporte de productos, como al desplazamiento de empleados y potenciales clientes) e innumerables condiciones para retomar las operaciones».

«Las normas contradictorias que han surgido de la lucha contra el COVID-19 ha creado cientos de feudos que hacen prácticamente imposible transportar bienes en China», resaltó al respecto el presidente de la Cámara de Comercio de la UE en China, Joerg Wuttke.

El Fondo Monetario Internacional enviará una nueva misión los primeros días de marzo. Sucede tras la reunión entre Guzmán y Georgieva. Esta visita no está comprendida en el marco de la revisión del artículo IV.

Este lunes, los técnicos del FMI comandados por Julie Kozack, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental y Luis Cubeddu, el jefe de misión del organismo para Argentina vendrán arribaran a Buenos Aires para continuar las discusiones técnicas con funcionarios del Ministerio de Economía sobre el programa económico y la estrategia de deuda.

Los funcionarios internacionales permanecerán durante una semana y las conversaciones servirán para avanzar en definir los próximos pasos con el FMI, confirmaron tanto fuentes oficiales y del organismo multilateral. Esta visita no está comprendida en el marco de la revisión del artículo IV.

Cabe recordar que la misión del Fondo comandada por el mismo equipo dejó Argentina el jueves pasado, que el Ministro de Economía, se vio el sábado durante el encuentro del G20 con la titular del organismo, Kristalina Georgieva y que el lunes Guzman estuvo en Washington donde se reunió nuevamente con la misión.

Es decir, que las conversaciones se mantienen a un ritmo inusitado para las negociaciones habituales con el FMI. Esta celeridad podría explicarse en la necesidad que tiene Argentina de poder efectuar una oferta a los acreedores con el aval del FMI.

Este jueves por la mañana durante la tradicional conferencia de prensa el vocero del organismo Gerry Rice no dio precisiones sobre la agenda y los pasos a seguir. Explicó que espera las conversaciones “continúen en los próximos días” aunque admitió que no tenía “más detalles” para informar “incluso de lo conversado el día lunes con Guzmán y la misión del FMI”. Aunque ponderó que “continua el intenso dialogo entre las autoridades argentinas y el FMI” al tiempo que destacó que todas las conversaciones “son muy constructivas”.

Aunque aclaró que las reuniones que Argentina está manteniendo con el FMI “no son negociaciones por un nuevo programa sino que son conversaciones”. Y ante una pregunta específica afirmó que “Argentina no pidió un nuevo programa”, pero recordó que las autoridades señalaron que el inicio de la revisión contemplada en el artículo IV constituye un paso “importante” en esa dirección.

Respecto de la misión por la revisión del articulo IV indicó que no podía precisar acerca de “los tiempos, la modalidad, de la misión del articulo IV o de futuras conversaciones”.

Roce insistió en recordar que las autoridades argentinas en su comunicado dejaron en claro que están “dispuestas los pasos para la revisión del articulo IV y el programa de apoyo del FMI.”

Previamente había destacado la “importante reunión que mantuvo Kristalina Georgieva con el ministro de Economía, Martin Guzmán” el fin de semana en Riad en el marco del G20. Como el comunicado posterior que a juicio de Rice fue “importante porque indica el compromiso continuara a través de la revisión del Articulo IV en Argentina y discutir los pasos para un programa de apoyo del Fondo en el futuro”.

De hecho el comunicado posterior emitido por el organismo multilateral luego del encuentro entre la Directora Gerente y Guzmán específicamente señalaba que “sobre la base de la reciente misión del personal técnico del FMI a Buenos Aires, también discutimos los planes de las autoridades para garantizar una solución sostenible y ordenada de la situación de la deuda de Argentina. En este contexto, acogí el compromiso de las autoridades argentinas de continuar profundizando nuestra colaboración, a través de una Consulta del Artículo IV y oportunamente obtener un programa respaldado por el Fondo”.

La Argentina mantiene un acuerdo stand by con el organismo que, en la práctica, se encuentra suspendido tras la decisión de las autoridades nacionales de no continuar recibiendo desembolsos del FMI.

Coronavirus
La tradicional conferencia de prensa del vocero del Fondo Monetario Internacional tuvo como eje de atención el coronavirus y su impacto sobre la economía mundial. “El virus va a tener un impacto en el crecimiento mundial”, admitió Gerry Rice. Respecto a si el mundo podría entrar en recesión el funcionario señalo “Hay mucha incertidumbre, hay mucho que aún no sabemos, lo que estamos haciendo es escenarios posibles «.

De todas maneras para mediados de abril estimó se conocerá a través del Panorama Económico Mundial las nuevas proyecciones económicas y se estima tendrán en cuenta el impacto de la epidemia, aunque Rice dio a entender que la estimación de crecimiento mundial bajará.

Recordó que el FMI cuenta con programas especiales de ayuda financiera ante emergencias o pandemias, que es importante trabajar coordinadamente las distintas instituciones internacionales y el rol que puede cumplir el G20 en este punto. También destacó positivamente la manera que China encaró el atacar el problema de este virus.

El precio del crudo cayó a 50 dólares, el menor nivel en casi tres años. Las empresas quieren que el gobierno fije un piso para dar certidumbre.

El derrumbe del precio del crudo como consecuencia del coronavirus tiene en vilo a las petroleras argentinas, que ahora piden volver al barril criollo para blindar a Vaca Muerta de las turbulencias internacionales.

El Brent llegó a su menor nivel desde junio del 2017 y está a punto de perforar los 50 dólares, una marca que las empresas consideran crítica. Es por eso que quieren que el gobierno fije un piso más allá del cuál el barril no podrá descender, tal como ocurrió en el último mandato de Cristina Kirchner.

En aquella oportunidad, los valores internacionales se habían desplomado un 50% a raíz de la revolución del shale en los Estados Unidos, lo que provocó una sobre oferta en el mercado. En consecuencia, se decidió mantener un “precio sostén” de 50 dólares para evitar que el incipiente proyecto Vaca Muerta se torne inviable.

Debajo de 50 dólares los proyectos se frenan. Es urgente poner un precio límite para garantizar que el barril interno no esté al menos debajo de 50. Sería mucho más importante que la ley de Vaca Muerta, afirmaron a La Política Online.

Si bien los costos de producción en la actualidad son significativamente más bajos que los de aquel entonces gracias a la curva de aprendizaje de las petroleras, el cobro de retenciones reduce todavía más el margen de ganancia y empieza a encender alarmas.

“Debajo de 50 dólares los proyectos se frenan. Es urgente poner un precio límite para garantizar que el barril interno no esté al menos debajo de 50. Sería mucho más importante que la ley de Vaca Muerta. Precio y acceso a divisas son las dos prioridades del sector”, afirmaron a LPO desde una importante jugadora.

En un primer momento, el gobierno celebró el descenso ya que le quitaba presión al congelamiento al eliminar la brecha respecto a los valores internacionales. El problema es que de mantenerse este sendero, muchas inversiones empezarían a correr riesgo.

En lo que va del año, la cotización del Brent bajó un 28% desde los 70 dólares que supo marcar a inicios de enero. En un primer momento, el gobierno celebró el descenso ya que le quitaba presión al congelamiento al eliminar la brecha respecto a los valores internacionales.

El problema es que de mantenerse este sendero causado por la menor demanda China, principal importador de petróleo del mundo, muchas inversiones empezarían a correr riesgo y rápidamente se vería un impacto en la producción.

Como agravante, los pozos no convencionales tienen la particularidad de alcanzar su pico a corto plazo y en menos de dos años comienza un declive en su curva de producción que resulta mucho más pronunciada que en el resto de los yacimientos.

Esto obliga a una inversión constante para que los nuevos pozos ocupen rápidamente el agujero que dejan aquellos “maduros”. Este panorama ya se mostraba sumamente desafiante para la Argentina incluso antes del brote del coronavirus.

Según datos de la firma Baker Hughes, la cantidad de equipos de perforación en el país cayó un 25% desde agosto del 2019, cuando Macri decretó el congelamiento del barril.