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La administración de Mariano Arcioni proyectó para la primera mitad de 2020 un déficit de 5.116 millones de pesos. A esa suma se le agregan 7.700 millones de pesos que deberá pagar en capital e intereses de la deuda tomada en moneda nacional. Aunque el problema se profundizó durante la gestión de Arcioni, hace diez años que la provincia vive hundida en el déficit y no atina a establecer medidas para aumentar sus ingresos. La proyección del gobierno chubutense es que necesita una ayuda financiera de al menos 9.600 millones de pesos para equilibrar las cuentas públicas, aunque por ahora recibirá 5.000 millones en préstamo de Nación.

La pandemia, la cuarentena y la baja del precio del petróleo profundizaron la gravedad de la crisis provincial. Sin embargo, el descalabro económico de Chubut viene arrastrándose al menos desde 2011 y se ahondó a partir de 2015.

Pese a ser una provincia rica en recursos naturales y capacidades productivas, por los desmanejos de la clase política Chubut se encuentra en una virtual quiebra financiera y fuertemente endeudada en dólares.

A pesar de haber tomado $9.750 millones por el endeudamiento de 650 millones de dólares en 2016, la provincia no consiguió salir de la crisis económica en la que se hunde cada vez más. Genera sufrimiento para los trabajadores estatales y un raquítico servicio a sus habitantes.

Oscuro panorama para la primera mitad de 2020

Si bien la administración arcionista escamotea la información sobre las cuentas públicas y las manipula parcialmente, la posibilidad de acceder a fondos nacionales la obligó a tener que difundir algunos números para que Nación le habilite el acceso a un nuevo crédito en pesos.

De esa información oficial que el Ejecutivo envió al Legislativo como proyecto de ley para que se apruebe el préstamo nacional por los 5.000 millones de pesos, se puede concluir que el panorama por venir será mucho peor que el que viene teniendo la provincia en los últimos meses.

El Ejecutivo informó a los legisladores que para el primer semestre del año tendrá un déficit primario de $2.775 millones y que solamente en julio prevé una ampliación de ese déficit en otros $2.341 millones. Esos resultados negativos arrojarán en los primeros siete meses del año un déficit total de $5.116 millones.

Ahí no terminan los problemas financieros para Chubut, porque además deberá afrontar los pagos por endeudamientos en pesos emitidos en Letras del Tesoro que significarán la cancelación de $3.219 millones por intereses y otros $4.484 millones para el pago del capital.

Para poder cubrir el enorme descalabro financiero, la provincia necesitará como mínimo $9.600 millones. Por ahora solamente consiguió la autorización para acceder a financiamiento nacional por 5.000 millones de pesos, por lo que le quedarían por obtener otros $4.600 millones.

El préstamo de Nación otorgado a través del Fondo Fiduciario comenzó a llegar en tres tramos y tendrá una tasa de interés del 0,10% -ajustable por CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia) que fija el Banco Central y que en la actualidad ronda el 20%-.

Los 5.000 millones comenzaron a llegar a Chubut en tres cuotas. Una de 850 millones para el mes de mayo. Como no se había aprobado la ley no se pagó ese mes, pero se sumó al pago de los 1.650 millones de junio y habrá un último desembolso de 2.500 millones de pesos más en julio.

A pesar de tamaña cantidad de fondos tomados como préstamo de Nación, Chubut seguirá necesitando hasta julio $4.600 millones extras para equilibrar en parte sus cuentas públicas, por lo que seguramente buscará que el Gobierno nacional le cubra todo o una parte con Aportes del Tesoro Nacional (ATN).

Un regalo del cielo sin devolución, que por ahora no ha sido confirmado y no se sabe en cuánto consistirá más allá de que se anunciaron 60.000 millones de pesos en ATN a repartir entre las provincias.

¿Cuándo arrancó el problema?

Arcioni se deslinda del problema económico y financiero de Chubut aduciendo por un lado que la crisis es «heredada» de administraciones anteriores, y no se cansa de adjudicarle toda la culpa a las actuales condiciones generadas por la baja del crudo y la cuarentena.

Si bien sus argumentaciones son parcialmente ciertas, no menos verdadero es que él mismo integró el gobierno del fallecido Mario Das Neves como vicegobernador entre los años 2016 y 2017, para luego gobernar en soledad todo 2018 y 2019.

Está claro que los problemas de Chubut no se remontan a 2016 ni mucho menos son consecuencia de los impactos actuales. Su origen se retrotrae a 2011, cuando la provincia comenzó un largo proceso de años consecutivos de déficits primarios permanentes.

2011 fue el último año de la segunda gestión de Das Neves en la provincia y allí arrancaron los déficits. Tuvo un saldo primario de -45,6 millones de pesos a pesar de que en 2010 Chubut tomó deuda por un total de 150 millones de dólares. El resultado financiero de ese año fue de -151 millones de pesos.

Los cuatro años siguientes del gobierno de Martín Buzzi fueron también deficitarios en las cuentas públicas. Durante su gestión se produjeron dos emisiones de deuda en dólares (220 millones en 2013 y 89 millones en 2015). El endeudamiento se volvió a mostrar como una solución inválida y que generaría más problemas a futuro.

2012 cerró con un déficit primario de -58 millones de pesos y un déficit financiero (luego de la toma de préstamos) de -84 millones. 2013 arrojó -193 millones como saldo primario y -249 millones en el ítem del déficit financiero. 2014 concluyó con -908 millones de déficit primario y uno financiero de -1.014 millones. Finalmente 2015 terminó con un déficit primario de -2.263 millones y el financiero trepó a los -2.454 millones de pesos.

La etapa Das Neves – Arcioni

Con la nueva gobernación de Das Neves y Arcioni las cosas no cambiaron para mejor a pesar de haber tomado 700 millones de dólares en deuda. En 2016 el saldo primario fue de -4.411 millones de pesos y el financiero ascendió a -5.166 millones. 2017 cerró con un déficit primario de -5.241 millones y en saldo financiero negativo de -7.213 millones.

Recién en 2018 la provincia concluyó sus cuentas públicas con saldos positivos, pero no fue causa de una buena gestión del recién asumido provisoriamente Mariano Arcioni sino de un ajuste brutal que aplicó sobre los salarios de los estatales.

Ese año la masa salarial de Chubut apenas aumentó 18%, con lo que se les arrebató 32 puntos porcentuales a los sueldos estatales por la vía de no actualizarle los ingresos en un porcentaje acorde a la inflación -que según el IPC Patagonia había llegado al 50,6% interanual-.

Fue así como Arcioni consiguió que le cierren los números y obtuvo un superávit primario de $6.053 millones y uno financiero positivo de $2.412 millones.

Ese mecanismo de ajuste sobre los salarios fue quebrado por los estatales, que lograron la aplicación de las cláusulas gatillo para equiparar los sueldos, tanto hacia el futuro como con el 32% que habían perdido hacia atrás.

2019 concluyó -según los últimos datos oficiales- con un déficit primario de -8.281 millones de pesos y el déficit financiero ascendió a los -8.263 millones de pesos.

Durante el año pasado la masa salarial total del Estado provincial se incrementó 84% frente a la del año anterior, pero la inflación en la Patagonia fue de 54%. Allí se vuelve a observar que la diferencia de variación está dada por los más de 30 puntos porcentuales perdidos en 2018 y recuperados al año siguiente.

El problema no son los gastos, sino los escasos ingresos

El gobierno y la oposición lanzan culpas por el déficit y la crisis financiera de los últimos meses a los aumentos en los sueldos estatales que Arcioni otorgó a los trabajadores con el objetivo de ganar las elecciones del año pasado. Sin embargo, nadie dice una sola palabra sobre los superávits generados cuando le recortaron 32% los salarios a los empleados públicos.

Hasta fines de 2019 las cuentas públicas todavía se estaban equiparando producto de la recuperación de esos puntos porcentuales perdidos en los sueldos, pero de ninguna manera el principal problema se concentra en los incrementos salariales de los estatales.

Es más, en este 2020 es de esperar que la variación de la masa salarial esté inclusive por debajo de los incrementos inflacionarios, producto de los atrasos en los pagos de las cláusulas gatillo.

Esta forma de mirar la realidad que tiene la clase política, con la inmensa mayoría aferrada a sus cargos y sus sueldos suculentos, explica su propia incapacidad para aportar ideas y generar soluciones al problema de fondo.

Habitualmente terminan proponiendo recortes en el gasto público -al que se le deben extirpar los despilfarros políticos y de la corrupción- pero la madre de los desequilibrios se produce porque los ingresos son insuficientes para atender y mejorar la calidad de vida de los habitantes de la provincia. La gran respuesta a generar es cómo deberían incrementarse los ingresos y no solamente cómo achicar los gastos innecesarios.

Los últimos cuatro gobiernos chubutenses han recurrido al endeudamiento en dólares y al ajuste como únicos mecanismos para resolver los desequilibrios de las cuentas públicas.

Una década después, los resultados están a la vista. Los déficits en las arcas públicas y una provincia que cada vez puede contener menos a sus trabajadores y brinda menores o peores servicios al pueblo ponen de relevancia los fracasos y la necesidad de hallar otro tipo de soluciones.

Fuente: El Extremo Sur

La primera prueba de fuego para Andrés Meiszner, el nuevo gran operador político del gobierno de Arcioni, será conseguir que el próximo martes haya sesión en la Legislatura. Meiszner -quien durante esta gestión  ya pasó por la Secretaría de Trabajo y el Ministerio de Educación antes de recalar en el cargo que tenía Carlos Relly, tiene una afinidad con su antecesor Carlos Relly, el ex diputado provincial por la UCR que se hizo de Chubut Somos Todos junto a Rafael Cambareri.

Su pasión por las armas y su absoluta falta de gestión motivaron su alejamiento y el ascenso de Meiszner, el dirigente quilmeo que militaba con Aníbal  Fernández  y que desde hace cinco años  se radicó en Rawson.

Por esas paradojas de la política, también Meiszner tiene pasión por las armas. Al menos era el director del Registro Nacional hasta 2011, cuando debió  renunciar luego de que la Nación  revelara una polémica contratación del Renar por US$ 14,8 millones que provocó, en menos de 24 horas, su cancelación por el Ministerio de Justicia que conducia Julio Alak.

Con ayuda de peso

Claro que Meiszner encontró ayuda de peso para intentar torcerle el brazo a los legislativos que parecen actuar en tándem con el vicegobernador Ricardo Sastre.

Es que así ­ como el ministro de Economía, Oscar Abel Antonena, salió a pregonar en medios amigos el jueves que para que terminen de cobrar marzo los empleados públicos  necesitan que haya sesión en Diputados, un día más tarde Mariano Arcioni consiguió que hace rato se le venía negando: convocar a casi todos los intendentes a Rawson.

Evidentemente, la visita tuvo un interés notorio: no quedarse afuera del reparto de los 350 millones de pesos que el gobernador anunció para los municipios, de los 2.500 que recibirá de Nación, incrementando así­ la deuda del Estado, más  allá de que en esta oportunidad es en pesos, con una tasa baja, a pagar desde el año que viene y sin comisiones para gestores.

Intendentes al tren

Los intendentes chubutenses comienzan a sentir el ahogo financiero propio y ya comenzaron a hablar de lo duro que sería abonar el aguinaldo, con regalías ­en baja y coparticipación de impuestos que prácticamente  dejó de existir.

En ese contexto, acceder a un préstamo del préstamo es una tentación inevitable, por lo que seguramente ya contactaron a sus diputados para que el martes estén ahí­, en sus bancas, para levantar la mano por una causa de peso.

El comodorense Juan Pablo Luque fue aún más allá al declarar que la responsabilidad de que haya sesión depende directamente del vicegobernador Ricardo Sastre.

La presión  sobre APEL

Pero para que haya sesión hay otro aspecto a resolver y que tiene que ver con el anuncio expresado por el sindicato de la Asociación de Personal de Empleados Legislativos (APEL): mantener la retención de servicios hasta cobrar abril.

A la mayoría aún le adeudan marzo y justamente una de las zanahorias que se exhiben en estas horas es que si se avala el nuevo endeudamiento, podrán terminar de cobrar -en junio- el mes de marzo.

Abril está lejos para ellos, así como para todos los empleados públicos y jubilados que cobren más de 65 mil pesos, salvo policías y personal de Salud. Se supone que cuando en julio llegase la segunda cuota del préstamo de Nación podrían percibir otro salario.

Claro que también viene pidiendo pista el aguinaldo, que por ahora se paga en cuotas, según  remarcan desde Economía.

Al titular del gremio legislativo, Angel Sierra, lo pretende apurar también Guillermo Quiroga, el titular de ATE que en todo este tiempo viene mostrando coincidencia de objetivos con el gobierno de Arcioni y que súbitamente demuestra preocupación por la suerte de sus representados.

El dilema del Coronavirus

Con la convocatoria a la Casa Rosada, donde lo recibieron los ministros Wado de Pedro y Martín  Guzmán, Arcioni tuvo un respiro en medio de las peores dos semanas desde que el 1 de noviembre de 2017 se consideró en condiciones de conducir la provincia.

Aterrizó en Rawson con la promesa cierta de un préstamo, aunque le volvieron a recordar la importancia de contar con un plan propio para superar la crisis.

El se propone alinear a los diputados, pero comienza a ser objeto de pedidos de juicio político­ desde diversos sectores, mientras en las redes proliferan las crudas descripciones de las carencias económicas de los estatales que no cobran y que ahora salen a diario a las calles para visibilizar su situación, al menos en Comodoro donde existe mayor flexibilización en el marco de la cuarentena.

Los domingos se hacen oír en todas las ciudades, tratando de mantener las medidas de prevención ante el Coronavirus que esta semana suma cuatro casos en Trelew, provocándole a Arcioni otro frente entre su ministro de Salud y los intendentes de las ciudades del valle que quieren reabrir ya los comercios que debieron cerrar el miércoles, luego del nuevo decreto que Gustavo Sastre en Madryn no acató.

Mientras Fabián Puratich ha declarado que es prudente retroceder en libertades ambulatorias teniendo en cuenta que aún no se identifica a la nueva fuente de contagio, Adrián Maderna y Damián Biss exigen hasta abrir gimnasios, para alegrí­a del ministro Federico Massoni, propietario de uno.

Se trata de otro conflicto en el que debería laudar Mariano Arcioni, quien decretó restringir actividades comerciales y deportivas en Trelew, Rawson, Madryn, Gaiman, Pirámides  y 28 de Julio, pero Sastre lo ignoró en el aspecto comercial, generando la ira pública del radical Biss, a la par que expuso la endeblez del gobernador para que se cumpla alguna decisión de fondo propia.

Es un tema delicado porque las autoridades sanitarias hablan de «foco de contagio», en tanto los políticos  parecen tener el oído más dispuesto para los presidentes de las cámaras de comercio. Y, como en otros temas, el gobernador no luce con la autoridad suficiente para imponer algún criterio.

Lo cierto es que en Rawson se vive un clima de fin de ciclo que ya no ocultan ni los portales que han recibido pautas generosas en los Últimos meses y que empiezan a dar voz en sus programas de radio también, a aquellos que vení­an ignorando.

Incluso han puesto un poco de esfuerzo que va más allá de una mano que empuja un micrófono. Unificaron un discurso en el que no niegan los problemas del Gobierno, ni que empezaron antes del Coronavirus. Pero su conclusión es que aunque Arcioni deje el poder, la situación salarial no cambiará en lo inmediato. Como dice el refrán, entonces, para los portavoces de Arcioni es mejor «malo conocido que bueno por conocer».

En un trámite administrativo, el gobernador Mariano Arcioni, participó ante el jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero de la firma del acuerdo por el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial que estableció el gobierno nacional para asistir a las provincias en el marco de la pandemia.

Chubut recibirá 5.000 millones de pesos, es decir que alcanzaría para pagar los salarios de los estadales de un mes, cuando la Provincia adeuda una masa salarial equivalente a 4900 millones de pesos, y otros 1400 millones del mes de marzo de los denominados rangos 3 y 4. Vale mencionar, que Nación enviará los fondos en dos cuotas de 2.500 pesos.

El auxilio a la provincia se enmarca en un plan que prevé la transferencia de 120.000 millones de pesos a repartir entre todos los distritos provinciales. De los cuáles 60.000 millones surgen del Fondo Fiduciario, mediante créditos preferenciales con tasas de interés bajas y un plazo de gracia hasta el 31 de diciembre. Es decir que Chubut, debería empezar a pagar los 5.000 millones en enero de 2021.

El convenio firmado, perteneciente al Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, se distribuye en un 40 por ciento, en base al índice de población con Necesidades Básicas Insatisfechas y de cuentapropistas -respecto de ocupados totales -, elaborados por el Indec y de las personas contagiadas por covid-19 cada 100.000 habitantes que publica el Ministerio de Salud. Por otra parte, financia en un 60% los requerimientos de aquellas provincias que presenten necesidades financieras sin fuentes de financiamiento alternativas.

Solo alcanza para sueldos

Tras el acto protocolar, Arcioni afirmó que los fondos, “serán muy importantes y necesarios para afrontar la delicada situación que está atravesando Chubut”, sin brindar precisiones sobre el destino que tendrán.

Antes de viajar a Buenos Aires, el Gobernador había anticipado que una vez firmado el acuerdo se informaría a los trabajadores estatales cómo y cuándo se harían efectivos los sueldos adeudados. Si bien hay expectativas acerca de lo que se pueda anunciar en las próximas horas, los primeros 2.500 millones de pesos, permitirían cancelar la deuda salarial de marzo y avanzar con el primer rango de abril, lo que sería un alivio momentáneo porque en una semana estaría debiendo el mes de mayo.

Confirmada la firma del acuerdo, el ministro de Economía, Oscar Antonena, en diálogo con El Diario afirmó que el Fondo Fiduciario es un préstamo a 36 meses que se empieza a pagar el próximo año con una tasa del 0,1%, “es del mismo tenor que se firmó el año pasado”.

En ese sentido, indicó que se otorga de acuerdo a la situación de cada provincia. “Chubut ha sido considerada en función de la crisis financiera. Necesitamos del acompañamiento del Gobierno Nacional ante la caída de los ingresos de manera estrepitosa de la coparticipación, regalías e ingresos propios”, dijo el Ministro y aseguró que trabaja para cumplir con el pago de los haberes, y con esta inyección de dinero, “terminaremos de pagar rango 3 y 4 y comenzaríamos con el primer rango del mes de abril”.

Fuente: El Diario

El stock de endeudamiento de las familias creció 9,5% en mayo empujado por las deudas «no bancarias», que aumentaron 25,9%.

El stock de endeudamiento de las familias creció 9,5% en mayo empujado por las deudas «no bancarias», que aumentaron 25,9%, de modo que casi nueve de cada diez familias (87,7%) acumuló compromisos de pago durante la cuarentena, según un informe elaborado por el Centro de Economía Regional y Experimental (CERX).

Durante mayo, las deudas «bancarias» -créditos y pagos de tarjetas- sumaron $1.187.110 millones, mientras las «no bancarias» -préstamos de familiares y/o prestamistas, impuestos y expensas, entre otros- llegaron a $634 mil millones.

Estas deuda comprendió a 12,1 millones de hogares por un monto total de $1.821.704 millones.

«La mitad de los hogares que quedaron endeudados durante la pandemia eran hogares sin historia de deuda. Es deuda que se toma en momentos de crisis», dijo a Télam Victoria Giarrizzo, directora del CERX.

En este sentido, el informe indica que el 49,5% de los hogares se endeudó consecuencia de la cuarentena y la pandemia, mientras que el 23% arrastraba compromisos asumidos con anterioridad.

El mayor porcentaje de nuevas deudas fueron las «no bancarias», que aumentaron un 25,9% producto de la mora en el pago de impuestos, servicios y deudas con familiares o amigos de modo que, frente a abril, cerca de 955 mil hogares se sumaron a los hogares endeudados.

Si bien durante este último mes la deuda bancaria subió sólo un 2,4% y las ayudas del Estado y la flexibilización de la cuarentena hicieron que solo el 4,1% de los hogares argentinos tenga ingresos nulos, el 87,7% de las familias «quedó debiendo algo», sostuvo el informe.

«El crédito en Argentina siempre fue caro, por eso las familias son reticentes a tomarlo. Sin embargo, con la recesión en 2018 empezaron a aumentar los créditos personales que, si bien ahora ya dejaron de subir, no se están pudiendo pagar, por lo que empiezan a crecer los intereses y las moras que los tornan impagables», analizó Giarrizzo.

En promedio, cada familia adeudaba en mayo $ 150.686, monto que no incluye los costos asociados a moras y retrasos, que fueron en incremento con los días en cuarentena y podrían incrementar en más de 50% ese stock.

«Estimamos que el Estado se va a encargar de asistir a las familias endeudadas con algún tipo de plan ya que, de otro modo, cuando se reactive la economía va a caer muy fuerte el consumo, ya que los ingresos se van a tener que destinar en gran parte al pago de deuda», sostuvo la directora del CERX.

Al respecto, puntualizó que el principal problema se verá en los pagos de las cuotas de colegios privados, alquileres o expensas ya que «en marzo y abril habían ahorros pero también se van acabando y consumiendo».

«Cuando se levante la palanca de la economía -sostuvo Giarrizzo- las familias van a tener menos del 40% de ingresos en términos reales y más deudas. Por eso creo que el Gobierno va a tener que ser contundente en ver cómo resolver este tema para habilitar una recuperación más rápida».

La información recabada por el CERX surge del cruce de datos del Banco Central con una encuesta realizada a 6.089 hogares entre el 17 y 22 de mayo.

Los representantes de los uniformados que integran el Consejo de Bienestar Policial formalizaron un reclamo ante la Jefatura de la Policía pidiendo que se dé cumplimiento al acta compromiso firmada por el Gobierno el pasado 15 de noviembre, referente al pago de los ajustes salariales en base a la variación inflacionaria del INDEC.

Lo que en términos coloquiales se denominó «cláusula gatillo». El malestar en la tropa es porque el gobierno de Mariano Arcioni adeuda las actualizaciones pautadas a pagar en octubre 2019 y en enero 2020.

 

Así lo señaló Santiago Goodman, secretario general de la ATECh, quien indicó que “la mayoría de los trabajadores estatales no han cobrado el mes de marzo”, y enfatizó: “Tenemos más deudas que lo que nuestro propio salario puede pagar mensualmente, y eso tiene un responsable, y es Mariano Arcioni.

A la difícil situación financiera que atravesaban los trabajadores estatales, se le sumó la crisis económica desatada por la pandemia del Coronavirus que complica aún más el panorama a futuro.

Al respecto, Santiago Goodman, en diálogo con FM La Petrolera, advirtió “a partir del regreso a ‘la normalidad’ lo que se vislumbra hacia adelante es 10 veces más complejo que el momento que estamos viviendo hoy”.

El secretario general de ATECh enfatizó que los trabajadores estatales “tenemos más deudas que lo que nuestro propio salario puede pagar mensualmente, y eso tiene un responsable, y es Mariano Arcioni”, a quien acusó de “venirle bien lo de la cuarentena para callar al pueblo”, aunque enfatizó “pero nosotros no estamos callados”.

Sistema educativo en deterioro

El dirigente amitió que “en comparación a otras jurisdicciones, Chubut está “en desventaja” por los conflictos del 2018 y 2019″.

En ese sentido, argumentó: “De los 24 sindicatos presentes en la reunión virtual de Ctera en la mañana, los únicos que tienen el problema del pago escalonado somos nosotros. Ninguna otra provincia lo tiene”.

Asimismo, lamentó que “no tenemos la certeza de que un mes cobramos en una fecha y al otro cobramos en la misma, te van corriendo el arco” y señaló: “Eso ha generado el mayor de los problemas en la provincia a cada trabajador y trabajadora”.

Es incertidumbre todo lo que rodea al coronavirus, no sólo porque no se sabe cuándo terminará la cuarentena, cuándo saldrá la vacuna para detener el virus y tampoco, con cuántos muertos más acabará el covid en la Argentina. En materia económica pasa lo mismo: nadie sabe cómo se podrá salir de esta profunda crisis económica que se agravó con la llegada de la enfermedad y que ya está mostrando sus efectos.

En ese contexto, según un informe publicado por el Centro de Economía Regional y Experimental (CERX), ocho de cada 10 familias argentinas “quedó debiendo algo en abril”, consecuencia de la parálisis económica generalizada que dejó el decreto de la cuarentena preventiva y obligatoria para frenar los contagios por la pandemia.

El estudio contempla que el 80,8% de los hogares “quedó debiendo algo” en abril, y detalla que las deudas bancarias sumaron $1,2 billones y las “no bancarias” llegaron a $504.000 millones. Así, la deuda de las familias alcanzó los $1,7 billones al 24 de abril, según informó el CERX.

La estimaciones surgen de cruzar datos del Banco Central con una encuesta realizada por CERX en 5.980 hogares entre el 17 y el 24 de abril. “De ese monto, el 30% ($503.574 millones) es deuda no bancaria que afectó a 10,8 millones de hogares. La principal causa es mora en el pago de servicios, luego por impuestos impagos, y endeudamiento contraído con prestamistas”, detalla el estudio.

“La deuda total de las familias alcanzó los $1,7 billones al 24 de abril, afectando a 11,1 millones de hogares, que equivalen al 80,8% de los hogares del país. En promedio cada familia adeudaba a esa fecha $149.406 pesos”, describen.

Y agregan: “Ese monto no incluye los costos asociados a moras y retrasos, que fueron en incremento con los días en cuarentena y podrían incrementar en más de 50% ese stock”.

Por su parte, en abril, la deuda “no bancaria” más frecuente fue el atraso en el pago de gas, agua, luz, cable, teléfono, internet o expensas, lo que afectó al 70% de los hogares. En promedio, la deuda fue de $10.585 por familia y representó el 20,3% de la deuda no bancaria ($102.207 millones).

Por su parte, el BCRA aseguró que la deuda bancaria alcanzó los $ 1.159.933 millones al 22 de abril y el monto se reparte entre deudas con tarjetas de crédito ($ 535.881 millones), préstamos personales ($ 404.919 millones) y créditos hipotecarios y prendarios ($ 218.000 millones).

Si bien Buenos Aires es la más complicada porque en 2020 debe afrontar vencimientos por $220.000 millones, el resto espera que el gobierno Nacional defina su propio plan para avanzar.

En medio de la crisis del coronavirus, el gobierno Nacional mantiene sus planes para reestructurar la deuda pública por casi 70.000 millones de dólares y mientras tanto cuatro provincias deben encarar sus propios vencimientos: Buenos Aires, Chubut, La Rioja y Salta comienzan a delinear sus propias estrategias de renegociación de sus deudas que están mayormente en moneda extranjera. Como denominador común, los 4 distritos esperan el arreglo de deuda de Nación para luego continuar con sus negociaciones.

Según publica el diario Perfil, Buenos Aires es por lejos la provincia más complicada, ya que debe afrontar deudas este año por $220.000 millones que representan el 15% de su PBI. Si bien los distritos afrontan pagos que se consideran manejables para 2020, a excepción de Buenos Aires, la sucesión de vencimientos más abultados en los próximos años aceleró los diálogos para el logro de nuevos plazos, montos y/o intereses en el pago con los acreedores.

El pasado 25 de febrero, La Rioja convocó a los tenedores del bono RIF25 —por un total de US$ 250 millones— a iniciar diálogos para su reestructuración luego de no poder cumplir con el pago de un vencimiento por casi US$ 15 millones pautado para ese día y que deberá pagar antes del 24 de este mes para no caer en default.

“Estamos haciendo los mejores esfuerzos para juntar el dinero, aunque nos cuesta mucho”, aseguró a Télam Juan Luna, jefe de Gabinete de La Rioja. Durante estos días, el funcionario contactó a los “poco más de diez” tenedores del RIF25, pero admitió que esperan que el gobierno nacional haga su oferta de reestructuración para avanzar en una propia desde la provincia. “Tanto los tenedores como nosotros tenemos en cuenta los lineamientos que establezca el gobierno nacional”, aseguró Luna, que admitió que “se hace muy difícil” hacer una propuesta propia sin conocer la oferta Gobierno.

En Chubut, el Ministerio de Economía trabaja en la contratación de los bancos JP Morgan y Citicorp para que actúen como agentes coordinadores de la renegociación de unos US$ 800 millones, casi el 85% del total que la provincia debe a acreedores externos. “La operación se concentrará más que nada en el Bocade 2026 (Bono de Cancelación de Deudas) que se contrajo durante la última gestión de Mario Das Neves por 650 millones de dólares”, aseguró Oscar Antonena, titular de la cartera de Economía, en diálogo con la agencia estatal de noticias.

El problema que enfrenta Chubut es que, para acceder a la suscripción del Bocade 2026, la provincia cedió al Deustche Bank regalías petroleras por alrededor de US$ 20 millones para que actúe como fiduciario, lo que implica “una sangría muy importante por trimestre”, explicó Antonena.

Salta busca renegociar su deuda en pesos con el gobierno nacional, y en dólares con acreedores extranjeros que, según el ministro de Economía y Servicios Públicos de Salta, Roberto Dib Ashur, “a diciembre pasado era de US$ 462 millones”. “Estamos trabajando con la banca privada para ver cómo llegamos con esa deuda a mitad de año”, sostuvo el ministro, quien destacó que “el porcentaje de la deuda en el presupuesto de la provincia es de menos del 30%”, después de los pagos por los vencimientos de estos días.

Por otro lado, indicó que hasta que “no haya novedades del presupuesto nacional, que seguramente está supeditado a la renegociación de la deuda, la provincia no puede elaborar su proyecto de presupuesto 2020”, teniendo en cuenta la dependencia que posee Salta de los recursos nacionales.

La más comprometida de las provincias en volumen de deuda es Buenos Aires, donde ya se seleccionaron al Bank of America y al Citi para asistir en el proceso de renegociación de la deuda bajo legislación extranjera, y al D.F. King como agente de Información. “Se continúa avanzando en el proceso de identificación de tenencias con el fin de poder establecer un canal de comunicación directo con el mayor número posible de tenedores”, manifestó días atrás el ministerio de Hacienda a cargo de Pablo López.

De no mediar cambios, Buenos Aires deberá afrontar vencimientos por unos $ 220.000 millones en 2020, cerca del 15% del presupuesto provincial lo que según manifestó el gobernador Axel Kicillof “es una cifra impagable”. Según un estudio de la consultora Elypsis, las provincias deberán pagar vencimientos por unos US$ 4.000 millones en 2020 y US$ 4.100 millones en 2021, de los cuales los cuales Buenos Aires representan el 68% de 2020 y la mitad en 2021. Aunque el stock total de las deudas provinciales equivalía a finales de 2019 a un 8% de la deuda pública nacional (US$ 28.098 millones), casi el 90% está nominado en dólares. Eso hizo que, ante las sucesivas devaluaciones a partir de 2018, la deuda total escalara del 31% al 52% de los ingresos provinciales entre 2015 y 2019, y que la carga de intereses pasara del 1,5% a 5,1% del gasto primario en el mismo período. En tanto, otro informe de la calificadora Fich, dijo que “no hay un gran riesgo” en el pago de vencimientos durante 2020 para las provincias, aunque sí será necesario una refinanciación.

Personal del Sector Rentas de la Municipalidad de Gaiman, en conjunto con el Departamento de Tránsito y Transporte, y la Dirección de Producción e Industria, con la participación de la Policía del Chubut, realizó el viernes, por primera vez en la historia del municipio, un control de estado de deuda impositiva en concepto de Patente Automotor.

Según se explicó de manera oficial, el control consistió en verificar el estado de deuda de Patente Automotor al momento en que el personal de Tránsito solicitaba la documentación para circular.

“Aquel vehículo que registraba deuda se retiraba del lugar, con el correspondiente recibo de pago para presentarse en la oficina de Rentas para realizar el pago cancelatorio y/o firmar un convenio de pago”, se precisó.

Y se agregó que en estos casos también se entregaron notificaciones por las que los propietarios deberán presentarse en un plazo máximo de 5 días hábiles. “De no presentarse, el trámite deberá continuar por la vía legal”, se indicó.

En este sentido, el Sector de Rentas informó que se encuentra vigente una normativa para la firma de convenios de pago por deudas con el municipio.

En cuanto a los controles, sobre un total de 25 vehículos se verificaron deudas por un total aproximado de 180 mil pesos, indicó el área de Rentas. Y adelantó que continuará con los controles de este tipo.

El mandatario provincial se refirió a las medidas de fuerza que llevan adelante trabajadores de la Legislatura, impidiendo el normal funcionamiento.

El gobernador del Chubut, Mariano Arcioni, hizo declaraciones ante la prensa y se refirió a la sesión extraordinaria, solicitada para este miércoles 29, y a las medidas de fuerza que están llevando adelante los trabajadores de la Legislatura, enrolados en la Asociación Personal Empleados Legislativos (APEL).

“Se solicitó una sesión extraordinaria para este miércoles; los trabajadores de APEL están en conflicto, así que veremos mañana si se lleva adelante la sesión”, sostuvo el Gobernador.

“Las deudas no cayeron del cielo, hace tiempo que están”

Al mismo tiempo, Arcioni expresó: “Me parece que tenemos que colaborar todos un poco y apelar a la coherencia, porque de esta manera antidemocrática no se va a poder salir adelante. Todos tenemos que aportar para que la Provincia pueda surgir y cumplir con sus obligaciones y deudas, porque las deudas no cayeron del cielo, hace tiempo que están y nosotros estamos cumpliendo”.

BOCADE

“El día de ayer se pagaron cerca de 30 millones de dólares del BOCADE (Bono de Cancelación de Deuda)”, afirmó el Gobernador e indicó que “por eso necesitamos de la Legislatura, y que aquellos que dicen ser aliados políticamente hagan lo que tienen que hacer, que es colaborar con este Gobierno y aportar para la Provincia”.

“Trabajar por y para el pueblo de Chubut”

A su vez, el mandatario provincial señaló que “acá no es una alianza electoral para algunos que quieran tener un cargo político o contener a algunos amigos, acá si la alianza se hace es para trabajar por y para el pueblo de Chubut, entonces que se pongan a trabajar y empiecen a dar la cara como tienen que hacer”.

En relación al trabajo en conjunto entre el Poder Ejecutivo y Legislativo, Arcioni precisó que “hoy no está funcionando coordinado, porque hay cuestiones muy mezquinas y personales, que no hacen al bienestar de los chubutenses”.

Por último, el Gobernador detalló que “hoy cumplimos con jubilados del tercer tramo, estamos trabajando para poder cumplir con el tercer tramo de los activos. La situación es muy complicada, pagamos 700 millones de letras, pagamos 30 millones de dólares ayer, y esos son recursos propios de la Provincia. A mí me llama la atención que no tengamos el acompañamiento por parte de la Legislatura y que quienes tienen la responsabilidad de buscar los consensos se escondan debajo de un escritorio”.