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La Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles por amplia mayoría una resolución para «exigir» a Rusia el cese de su invasión en Ucrania y condenó la violación del artículo 2 de la Carta de Naciones Unidas, que prohíbe recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza.

La resolución, que «deplora en los términos más fuertes la agresión de Rusia contra Ucrania», contó con 141 países a favor, entre ellos la Argentin, cinco en contra y 35 abstenciones.

Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea y Siria votaron en contra, mientras que, entre otros, China, Bolivia, Cuba, El Salvador, India, Irán, Irak, Kazajistán, Nicaragua y Pakistán se abstuvieron.

El texto aprobado, promovido por los europeos y Ucrania, «deplora en los términos más fuertes la agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania» en violación del artículo 2 de la Carta de Naciones Unidas, que prohíbe recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza e insta a todos los miembros a que respeten la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de cualquier Estado.

La Asamblea General de la ONU se reunió desde el lunes de manera excepcional para analizar una condena de la invasión rusa de Ucrania que concluyó hoy con la votación de la resolución, tras el fracaso de un texto similar en el Consejo de Seguridad el pasado viernes por un veto de Rusia.

El embajador de la Unión Europea ante la ONU, Olof Skoog, dijo al término de la votación que ésta muestra que «el mundo está con Ucrania» y el «aislamiento» de Rusia.

«Esto es sobre si elegimos tanques y misiles o diálogo y diplomacia». «Rusia ha optado por la agresión. El mundo por la paz», dijo.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, señaló que “Rusia tiene que rendir cuentas por manipular la noción de genocidio para justificar una agresión”.

Ucrania demandó a Rusia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para que el máximo tribunal de la ONU ordene a las autoridades rusas cesar las hostilidades, informó este domingo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

“Rusia tiene que rendir cuentas por manipular la noción de genocidio para justificar una agresión”, tuiteó Volodimir Zelenski, informó la agencia de noticias AFP.

“Pedimos una decisión urgente que ordene a Rusia cesar su actividad militar, y esperamos que las audiencias empiecen la semana que viene”, agregó el mandatario.

La Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, de Países Bajos, no tiene mandato para presentar cargos penales contra los líderes rusos que están detrás de la invasión de Ucrania, iniciada en la madrugada del jueves pasado, hace cuatro días.

Sin embargo, el tribunal, que es la institución judicial suprema de Naciones Unidas, es el máximo tribunal del mundo para resolver los reclamos judiciales entre Estados por supuestas infracciones del derecho internacional.

Rusia justificó su operación de “desmilitarización” de Ucrania como un intento de evitar la supuesta persecución y el “genocidio” de la minoría rusoparlante del país.

Rápidamente, la comunidad internacional condenó la invasión como una violación flagrante del derecho internacional.

El representante permanente alterno de Argentina ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Fabián Oddone, expresó hoy en la 58ª sesión plenaria de ese organismo la «preocupación» del país a partir del apoyo de Rusia a dos provincias separatistas de Ucrania.

«Nos alarma la crisis actual, así como la posibilidad de que esta se siga agravando. Es necesario dar pasos sustantivos para entablar un diálogo constructivo y de buena fe a fin de encontrar una salida pacífica y concertada», planteó Oddone.

Asimismo, resaltó en su discurso que «resulta esencial que todos los países nos apeguemos a los principios a los que hemos adherido como miembros de estas Naciones Unidas. En tal sentido, se deben redoblar los esfuerzos de acercamiento diplomáticos para aliviar tensiones y, al mismo tiempo, fortalecer el espacio de diálogo. No existe una solución militar en este asunto, por el contrario, debe primar la diplomacia preventiva y el diálogo como vía de distensión», añadió.

«La Argentina reitera su firme compromiso con el principio de la solución pacífica de las controversias internacionales y sostiene que solo por esta vía se aseguran soluciones justas y duraderas», indicó, consignó la Cancillería en un comunicado.

Y remarcó: «En este marco se apela a todas las partes involucradas a resolver sus diferencias a través del diálogo, con apego a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, como el respeto a la soberanía de los Estados, el no uso de la fuerza y el pleno respeto de los derechos humanos. Nos sumamos al llamado del secretario general, António Guterres, a todos de abstenernos de ‘acciones y declaraciones que lleven a esta peligrosa situación a estar fuera de control’».

Finalmente, sostuvo que «Argentina no cree en un camino de confrontación que nos remita a la lógica del pasado en un mundo dividido tajantemente entre el este y el oeste. Tales dicotomías están hoy perimidas. A todos nos compete abstenernos de alentar disensos y escalar en confrontaciones que quiebren la paz y la seguridad internacionales».

Oddone afirmó que «la comunidad internacional debe contribuir activamente para generar un clima propicio para la negociación internacional y lograr que las partes entablen un diálogo constructivo que les permita encontrar una salida pacífica a la situación».

En esa sesión, Guterres expresó que el mundo se enfrenta a «un momento de peligro» por la crisis en Ucrania y cuestionó la decisión rusa de reconocer la independencia de dos provincias separatistas en el este de ese país, que tachó de «violación de la integridad territorial» de la exrepública soviética.

El secretario general enfatizó que la decisión rusa de reconocer la independencia de las repúblicas populares separatistas de Donetsk y Lugansk constituye una «violación de la integridad territorial» de Ucrania e instó a un inmediato cese de hostilidades en el este de ese país.

Denunció además que esa medida «unilateral entra en conflicto directamente con los principios de la Carta de las Naciones Unidas, y es inconsistente con la llamada Declaración de Relaciones Amistosas de la Asamblea General que la Corte Internacional de Justicia ha citado repetidamente como representación del derecho internacional».

Por su parte, el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, señaló que su país no es una amenaza para Rusia porque «nunca ha planeado ninguna operación militar en Donbass», al responder a denuncias del Kremlin sobre acciones militares de Kiev en esa región del este en la cual se ubican estos enclaves separatistas prorrusos.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) volvió a alertar este jueves a la tarde que «los derechos fundamentales de las mujeres y niñas en Afganistán están bajo ataque» y que cerca de doce millones de ellas necesitan de «ayuda humanitaria urgente».

«Necesitan nuestra ayuda y solidaridad ahora más que nunca», sentenció la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) a través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.

El organismo destacó que «los trabajadores humanitarios buscan aumentar la entrega de ayuda a mujeres y niñas entregando alimentos, sanidad, educación, oportunidades de obtener sustento y servicios de protección».

Detalló que 11,8 millones de mujeres y niñas afganas necesitan «ayuda urgente», en medio del deterioro de la situación humanitaria en el país y la imposición de restricciones a sus libertades fundamentales por parte del nuevo Gobierno talibán, que asumió hace cinco meses tras 20 años de fallida intervención militar de Estados Unidos y sus aliados.

El secretario general de la ONU, António Guterres, urgió hoy a la comunidad internacional a responder «generosa y rápidamente» al pedido humanitario para «evitar un colapso que llevaría a millones de personas a la pobreza, el hambre y la indigencia» en un país donde la población ya afronta un enorme sufrimiento».

En declaraciones formuladas en Nueva York, sostuvo que la escala del llamamiento -el mayor que la ONU ha hecho para un solo país- «refleja la magnitud de la desesperación de los afganos, que están recurriendo a medios terriblemente dolorosos para sobrevivir, como vender a sus bebés para alimentar a otros hijos o quemar sus pertenencias para no morir congelados en el invierno».

Guterres, que describió la situación actual como una «pesadilla», advirtió que la carrera de ayuda al pueblo afgano «es contrarreloj».

En cambio, el viceministro de Información y Cultura y portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, rechazó las afirmaciones de la OCHA al considerarlas «infundadas» y aseguró que toda la población «disfruta de sus derechos en el país», según recogió la cadena de televisión afgana Tolo TV y reprodujo la agencia de noticias Europa Press.

Desde que los talibanes recuperaron el poder en agosto de 2021 se sucedieron las protestas de mujeres para reclamar que se respeten sus derechos y criticar la batería de restricciones impuestas por las autoridades instauradas por los fundamentalistas.

Los talibanes instauraron un Gobierno marcado por la falta de mujeres y de representantes de otros grupos políticos.

Argentina fue electa hoy por primera vez en su historia para presidir durante 2022 el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en una sesión en la que su designación se hizo por aclamación.

Argentina fue elegido por aclamación en la sesión organizativa celebrada en Ginebra, Suiza, para el 16° ciclo del Consejo que integran 47 naciones y que es el órgano rector a nivel mundial en materia de Derechos Humanos.

Apenas finalizada la elección, el canciller Santiago Cafiero destacó -a través de su cuenta en la red social Twitter- que el rol que llevará adelante la representación nacional es «un reconocimiento» al «compromiso con los derechos humanos como parte de la identidad nacional desde la recuperación de la democracia».

«Tras nuestro pasado trágico, pudimos reconstruirnos como sociedad y generar políticas de ampliación de derechos que hoy son observadas con mucha atención en el mundo como ejemplos a seguir”, señaló.

El mecanismo de rotación en el máximo cargo suponía que, para el año 2022, la responsabilidad recayera para un país de América Latina y el Caribe, cuyos representantes ya habían adelantado que, por consenso, propondrían a la Argentina.

En ese sentido, durante la reunión realizada en la tarde de Suiza fue la representación paraguaya quién postuló a la Argentina para la Presidencia del cargo.

El mismo será para el actual embajador ante los organismos con sede en Ginebra, Federico Villegas Beltrán, un abogado y diplomático de carrera que ingresó con honores al servicio exterior en 1993 y está destacado en Suiza desde marzo de 2020.

En su discurso, Villegas Beltrán, agradeció especialmente el trabajo de la presidenta saliente, la fijiana Nazhat Shameem Khan, y «el consenso conseguido en la región» de América Latina que permitió su designación al frente del organismo.

El diplomático adelantó además que será un «honor interactuar» durante el próximo año con la Alta Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.

En el párrafo más emotivo de su intervención, Villegas Delgado, brindó un especial reconocimiento para las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo quienes representan un espejo del avance argentino en la materia.

Al respecto, recordó que las representantes de esos organismos visitaron Ginebra a fines de la década de 1970 para denunciar el secuestro de sus hijos y nietos y que, 30 años más tarde, formaron parte de las delegaciones que trabajaron en la ONU sobre la Convención Internacional contra las Desapariciones Forzada de Personas.

“El sistema universal de derechos humanos -sus órganos, procedimientos y normas- fue el socio silencioso detrás de los desarrollos normativos, jurisprudenciales y de políticas públicas en materia de derechos humanos en la Argentina, y ayudó a sanar el tejido social e institucional de mi país”, apuntó.

Luego, el embajador repasó algunos de los «desafíos particulares» que tendrá el Consejo, entre ellos el de reflexionar sobre los Derechos «desde una perspectiva histórica».

Señaló que, a pesar del extenso recorrido ya realizado, «la esclavitud, el colonialismo, la discriminación de la mujer (entre otras) fueron prácticas naturalizadas desde el derecho» durante siglos y que aún deben ser erradicadas.

Además, adelantó que entre el «mucho trabajo por delante» están incluidas temáticas como el «cambio climático, la discriminación por orientación sexual, los derechos humanos en la era digital y los derechos de personas mayores».

También señaló que el plexo de los Derechos Humanos universales deben ser inmunes a los cambios geopolíticos que puedan darse y que deben ser asegurados más allá de las fronteras nacionales.

Con posterioridad, los miembros de los países latinoamericanos que hicieron uso de la palabra -entre ellos Brasil, Perú, Uruguay y México- saludaron la designación de Argentina.

En 2022, el Consejo deberá, entre otros puntos, conducir el examen periódico universal de Derechos Humanos y continuar adoptando decisiones para avanzar en los temas pendientes de la agenda universal de protección de los mismos, incluyendo el apoyo al trabajo que realizan relatores y expertos independientes de diversas temáticas.

El hambre en América Latina creció por sexto año consecutivo en 2020 en plena pandemia de coronavirus, cuando anotó un alza del 30 % respecto al año anterior afectando a 59,7 millones de personas, el nivel más alto en 20 años, alertó hoy un informe de la ONU.

El informe, del que participaron la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Mundial de Alimentos y Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), advirtió que «en tan solo un año el número de personas que viven con hambre aumentó en 13,8 millones».

El «Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021» apuntó que la prevalencia del hambre en la región se sitúa actualmente en el 9,1%, frente al 7,1 % de 2019, la más alta de los últimos 15 años.

El incremento «podría explicarse en parte por los efectos de la Covid-19», agregó la institución, que deja 46,5 millones de contagios totales y 1,5 millones de fallecidos, y provocó en 2020 una contracción del 6,8 % del PIB -la mayor en 120 años.

El panorama anterior se traduce en que cuatro de cada diez personas en la región -267 millones- experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave en 2020, es decir, 60 millones más que en 2019, el incremento más pronunciado en relación a las demás regiones del mundo.

La inseguridad alimentaria grave, en tanto, es decir, personas que se quedaron sin alimentos o pasaron un día o más sin comer, alcanzó el 14% en 2020, lo que supone un total de 92,8 millones de personas, un «enorme aumento» en comparación a 2014, cuando afectaba a 47,6 millones de personas, según el documento, informó la cadena BBC.

El panorama de inseguridad alimentaria, por otro lado, no se distribuyó de igual forma entre hombres y mujeres, ya que en 2020 el 41,8% de las mujeres de la región experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave, en comparación con el 32,2% de los hombres, disparidad que fue en aumento en los últimos seis años y aumentó drásticamente, del 6,4% en 2019 al 9,6% en 2020.

«Debemos decirlo fuerte y claro: América Latina y el Caribe enfrentan una situación crítica en términos de su seguridad alimentaria. Ha habido un aumento de casi el 79% en el número de personas con hambre entre 2014 y 2020 «, denunció el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, que indicó que si bien la pandemia agravó la situación, «el hambre ha ido en aumento desde 2014».

Otra de las grandes preocupaciones en la región sigue siendo el sobrepeso y la obesidad.

El informe advirtió que la región también está perdiendo la batalla contra otras formas de malnutrición: 106 millones de personas, lo que supone que uno de cada cuatro adultos, padecen obesidad en América Latina y el Caribe.

Entre 2000 y 2016 se notificó un aumento de la obesidad de 9,5 puntos porcentuales en el Caribe, 8,2 puntos porcentuales en Mesoamérica, y 7,2 puntos porcentuales en América del Sur.

El sobrepeso infantil también fue en aumento desde hace 20 años en la región, y en 2020, 3,9 millones de niños y niñas -el 7,5% de los menores de cinco años- tenían sobrepeso, casi 2 puntos porcentuales más que el promedio mundial.

En este contexto, América del Sur muestra la mayor prevalencia de sobrepeso en niños y niñas -8,2% -, seguida por el Caribe con 6,6% y Mesoamérica con 6,3%.

«En América Latina y el Caribe, la Covid-19 empeoró una crisis de malnutrición que ya preexistía», dijo el informe de la ONU.

Con los servicios interrumpidos y los medios de vida devastados, las familias tienen más dificultades para poner alimentos saludables en la mesa, lo que deja a muchos niños y niñas con hambre y a otros con sobrepeso», lamentó el director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough.

Gough pidió que «para que crezcan sanos», hay que asegurar que «todas las familias tengan acceso a alimentos nutritivos y asequibles».

La situación en la región llevó a la ONU a pedir en el informe «acciones urgentes» para detener el aumento del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas, por lo que instó a los países de la región a «tomar medidas rápidamente para transformar sus sistemas agroalimentarios y hacerlos más eficientes, resilientes, inclusivos y sostenibles».

El Presidente, a través de un mensaje grabado, será parte de la sesión de apertura oficial de la Naciones Unidas. Está estipulada su intervención para las 12.30.

El presidente Alberto Fernández participará este jueves, a través de un mensaje grabado, de la sesión de apertura oficial de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios 2021, informaron fuentes del Gobierno.

Su intervención será a las 12.30, dijeron los voceros de la Casa Rosada.

Al momento de anunciar la cumbre sobre Sistemas Alimentarios, la ONU había indicado que se convocaba como «parte de la Década de Acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de aquí a 2030».

«La Cumbre pondrá en marcha medidas nuevas y audaces para avanzar en el logro de los 17 ODS, cada uno de los cuales depende hasta cierto punto de sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos», sostuvo la ONU.

En esa ocasión mencionó los siguientes objetivos:

-«Generar medidas importantes y avances cuantificables en la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La Cumbre logrará dar con soluciones y líderes, y hará un provechoso llamamiento a la acción en todos los niveles del sistema alimentario, entre ellos los gobiernos nacionales y locales, las empresas y los ciudadanos.

-«Concienciar e impulsar el debate público acerca de cómo la reforma de nuestros sistemas alimentarios puede ayudarnos a todos a lograr los ODS mediante la aplicación de reformas que son buenas para las personas y el planeta.

-«Elaborar principios que orienten a los gobiernos y otros interesados que deseen aprovechar sus sistemas alimentarios para apoyar los ODS. Estos principios establecerán una visión optimista y alentadora en la que los sistemas alimentarios desempeñarán un papel central en la construcción de un mundo más justo y sostenible.

-«Crear un sistema de seguimiento y examen para garantizar que los resultados de la Cumbre sigan impulsando nuevas medidas y progresos. Este sistema permitirá el intercambio de experiencias, lecciones y conocimientos; también medirá y analizará las repercusiones de la Cumbre».

«La Asamblea General de Naciones Unidas no es el marco apropiado para ello», dijo Maas, quien aclaró que considera que «hay que hablar con los talibanes. Para ello hay numerosos canales que se han creado en estas últimas semanas», según informó la agencia de noticias AFP.

El Gobierno designado por los talibanes tras su llegada al poder solicitó formalmente a la ONU dirigirse en nombre del Emirato Islámico de Afganistán, el nuevo nombre del país, ante la Asamblea General que concluirá el próximo lunes.

El embajador del Gobierno depuesto, todavía acreditado ante la organización multilateral, también quiere representar a su país y es poco probable que la ONU dirima esta disputa antes del final de los debates y permita que el emisario de los talibanes tome la palabra en la prestigiosa tribuna, según señalaron varias fuentes concordantes.

La mayoría de los países no reconoció aún al Gobierno talibán y exige que antes cumpla varias condiciones, como el respeto de los derechos de las mujeres y su compromiso de permitir que se vayan del país las personas que quieran.

«Lo que importa son los hechos concretos y no solo palabras: sobre derechos humanos, en particular los derechos de la mujer, un Gobierno inclusivo y un distanciamiento claro de los grupos terroristas», insistió Maas.

«La comunicación con los talibanes y el Gobierno afgano dependerá de ello», agregó, recordando las deudas que la milicia arrastra en sus compromisos internacionales vinculados a la defensa y participación de minorías.

La semana pasada la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, denunció que las promesas del nuevo régimen talibán de respetar los derechos humanos de las mujeres y amnistiar a personas relacionadas con el anterior Gobierno están siendo incumplidas.

En su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la situación en Afganistán tras el relevo de poder, la alta comisionada aseguró que en menos de un mes de control talibán «las mujeres han sido progresivamente excluidas del espacio público».

Las niñas mayores de 12 años tienen prohibido asistir a la escuela en muchos lugares del país, y numerosos departamentos de protección de la mujer en el país fueron desmantelados, mientras su personal era amenazado, denunció la expresidenta chilena.

«Asociaciones de mujeres de la sociedad civil han sido acusadas de obscenas, o de extender ideas contra el islam en sus comunidades», destacó la responsable de derechos humanos de la ONU, quien también subrayó que en algunas áreas ya se prohíbe a las mujeres que acudan a zonas públicas sin un acompañante masculino.

Fuente: El Chubut

El régimen, que tomó el poder en Afganistán hace un mes, presentó a su nuevo embajador ante el organismo.

Poco más de un mes después de tomar el poder en Afganistán, los talibanes pidieron intervenir en las actuales reuniones de la Asamblea General de la ONU, que se desarrollan en Nueva York entre este martes y el próximo lunes, según confirmó un portavoz de la organización.

El pedido está contenido en una carta remitida a la Secretaría General de la organización por el ministro de Exteriores talibán, Amir Khan Muttaqi, en la que también se notifica el nombramiento de un nuevo representante ante Naciones Unidas, en reemplazo del actual, elegido por el anterior Ejecutivo depuesto.

La solicitud, sin embargo, no garantiza que los talibanes puedan dirigirse a los líderes internacionales, pues corresponde a un comité de la Asamblea pronunciarse sobre quién debe intervenir en nombre de Afganistán. Y esta decisión, en principio, no se tomará antes de que termine esta asamblea general, el lunes.

Antes de esta carta, la ONU había recibido otra del actual embajador afgano, Ghulam Isaczai, quien se presentó como el líder de la delegación del país en las reuniones de alto nivel de estos días.

Según el portavoz de Naciones Unidas Farhan Haq, ambas cartas fueron remitidas al comité de credenciales de la Asamblea General, un órgano formado por nueve países -entre ellos Estados Unidos, China y Rusia- y que es el encargado de dirimir este tipo de conflictos, para lo que habitualmente opera buscando el consenso.

La decisión, en veremos

Aunque nada se lo impide, no está previsto que el comité se reúna antes de que terminen los actuales debates en la Asamblea, según varias fuentes diplomáticas, lo que jugaría en contra del plan de los talibanes.

Afganistán es uno de los asuntos que están centrando los discursos de los jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo y una posible participación de los talibanes supondría un paso importante para su entrada en el concierto internacional.

Desde que tomaron el poder en Afganistán, luego de una repentina y veloz ofensiva en medio de la caótica retirada de las tropas de Estados Unidos, los talibanes prometieron ser más abiertos y buscaron el apoyo de la comunidad internacional.

Hace una semana la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, denunció que las promesas del nuevo régimen talibán de respetar los derechos humanos de las mujeres y amnistiar a personas relacionadas con el anterior gobierno, apoyado por Estados Unidos, están siendo incumplidas.

Varios países ya entablaron contactos con los talibanes desde que tomaron el poder, sobre todo para organizar evacuaciones y facilitar ayuda humanitaria a los civiles, pero no hubo por ahora un reconocimiento formal de su autoridad.

Entre los escollos que el grupo insurgente tiene por delante están las sanciones internacionales que pesan sobre muchos de sus cabecillas, incluido el propio responsable de Exteriores que hoy escribió a la Secretaría General.

El Consejo de Seguridad -donde EE.UU. tiene poder de veto- es quien debería decidir sobre un eventual levantamiento de esas sanciones, pero por ahora no ha entrado a discutir en profundidad la cuestión.

Fuente : Clarín

«Estoy aquí para encender el alarma, el mundo debe despertarse. Estamos al borde de un abismo», dijo António Guterres en la apertura. Los jefes de Estado presentes siguen un protocolo estricto, con barbijo obligatorio, distancia sanitaria, un máximo de siete personas por delegación y reducción al mínimo de las reuniones bilaterales.

El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió este martes, al inaugurar la Asamblea General de la organización, que el mundo está «al borde de un abismo» por múltiples crisis, y aseguró que, con la pandemia, la humanidad aprobó «la prueba de ciencia» con la aprobación de vacunas antiCovid en tiempo récord, pero se desaprobó «ética» por la creciente desigualdad global.

«Estoy aquí para encender el alarma, el mundo debe despertarse. Estamos al borde de un abismo y debemos detenernos», sentenció Guterres y agregó: «Pasamos la prueba de ciencia, pero sacamos una F en ética».

Con mensajes contradictorios entre Naciones Unidas y la ciudad de Nueva York en torno de la pandemia del coronavirus, la sede del principal organismo multilateral recibió a un centenar de dirigentes en su 76 Asamblea General anual, por primera vez desde 2019, con mayoría de asistencias presenciales.
«Estoy aquí para encender el alarma, el mundo debe despertarse. Estamos al borde de un abismo y debemos detenernos»

ANTÓNIO GUTERRES

El secretario general del organismo, António Guterres, marcó el terreno al señalar que esta nueva reunión -que tendrá la vista puesta en Afganistán y la desigual distribución de vacunas, entre otros temas- lanzará un «grito de alarma» por la situación «muy peligrosa» en la que está el mundo.

«Es necesario restablecer la confianza. La división geoestratégica actualmente en el mundo es un obstáculo», dijo Guterres, y añadió que el planeta está «verdaderamente en una situación muy peligrosa» y se necesita «un grito de alarma para los responsables políticos».
«Pasamos la prueba de ciencia, pero sacamos una F en ética»

ANTÓNIO GUTERRES

El estadounidense Joe Biden, el brasileño Jair Bolsonaro, el turco Recep Tayyip Erdogan, el alemán Frank-Walter Steinmeier, el británico Boris Johnson, el israelí Naftali Bennett, el español Pedro Sánchez, y el venezolano Nicolás Maduro ya anunciaron su presencia.

Sin embargo, estarán ausentes el francés Emmanuel Macron y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, entre otros.

La 76ª sesión de la Asamblea General será la primera ocasión en la que los líderes mundiales podrán reencontrarse en persona tras celebrarse su 75º edición en 2020 de forma principalmente virtual por el coronavirus.

Aunque la ONU goza de extraterritorialidad, como su sede está en Nueva York las autoridades locales y hasta de Estados Unidos hicieron un llamado a que cualquier movimiento o presencia de enviados de cualquier parte del mundo a la asamblea en las calles de la ciudad debía respetar los protocolos sanitarios que rigen para restaurantes, pabellones deportivos, cines, museos, centros de convenciones, etc, que exigen certificado de vacunación contra la Covid.

Concretamente, las autoridades locales temen que esta sesión, con sus miles de participantes, pudiera convertirse en un «evento de superpropagación» del coronavirus, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, informó la agencia de noticias AFP.

El 9 de septiembre, el Ayuntamiento de la ciudad le escribió al presidente de la Asamblea General, Abdulá Shahid, para informarle que «todas las personas» que entraran en el recinto de la ONU debían demostrar que estaban vacunadas ya que -argumentó- las salas y auditorios de la ONU eran un «centro de convenciones» y, por tanto, un espacio interior.

El martes último, el presidente de la Asamblea General escribió a todos los Estados miembros para decirles que «apoya firmemente» la decisión de Nueva York.

Rusia se indignó y al día siguiente escribió para denunciar una medida «claramente discriminatoria» y señaló que no todas las vacunas están reconocidas por las autoridades sanitarias internacionales y estadounidenses, como sucede con la Sputnik V, que aún no fue aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que será el primero en hablar este lunes aunque se negó a adelantar de qué tratará su discurso para evitar críticas, confirmó su viaje pese a no estar vacunado.

La administración de la ONU dio entonces un paso atrás.

Así, Shahid volvió a escribir el jueves a los Estados miembros para aclarar que el sistema de la llamada «declaración de honor» seguía en vigor.

Será obligatorio el uso de barbijo y la distancia sanitaria, un máximo de siete personas por delegación en el recinto, cuatro en el anfiteatro de la Asamblea General y reducción de las reuniones bilaterales al mínimo.

Por último, se creará un centro de vacunación móvil con el fármaco estadounidense de dosis única Johnson & Johnson.

Rusia y China estarán representados por un miembro gubernamental, lo que es un mensaje para Washington de que «la llegada al poder de Joe Biden tiene escaso impacto en sus posiciones», indicó Richard Gowan, del centro de reflexión International Crisis Group.

Desde enero, los aliados europeos se vieron sorprendidos por la ausencia de cambios notables en la gestión actual con la de Donald Trump, respecto a la política internacional de Washington, sobre todo respecto de China.

La semana pasada, Francia lo comprobó con la firma de una alianza entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido que le supuso la pérdida de un millonario acuerdo con Canberra para la construcción de submarinos.

Afganistán, que volvió a manos de los talibanes, estará en el centro de las discusiones, para defender los derechos de la mujer y evitar que el país caiga en una crisis económica y humanitaria.

Lo mismo ocurre con Myanmar, dirigida por una junta militar que la comunidad no reconoció, o Guinea, teatro de un reciente golpe de Estado.

La lucha contra el cambio climático y la pandemia de la Covid-19, en particular el acceso a las vacunas, estarán en el centro de los debates.

«Vamos en la mala dirección en todos los campos. Es totalmente inaceptable que haya países donde el 80% de la población esté vacunada y en otros solo el 2%», denunció la semana pasada Gutierres.

A eso se añade la recuperación económica «muy injusta» que crea «una división entre el Norte y el Sur» que aparece ya en la lucha climática, aseguró.

Está previsto que acuda el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, quien adelantó la posibilidad de que Teherán mantenga reuniones sobre el acuerdo nuclear en paralelo a la Asamblea General, aunque, según indicó el vocero de la cartera, Said Jatibzadeh, en principio no está planeado que se reúna con funcionarios estadounidenses.

Fuente: Télam Digital