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Este lunes el Ministerio de Turismo de Chubut radicó la denuncia por una situación detectada en un campo lindero a la Reserva Natural Punta Tombo, que afectó a cientos de nidos de pingüinos y mató a ejemplares adultos.

La fiscal de Rawson Florencia Gómez informó en Notas de Radio por FM SOL que ayer recibieron una denuncia de las autoridades del Ministerio de Turismo «poniendo en conocimiento que hicieron una inspección ocular los guardafunas del lugar y encontraron que una persona había realizado un camino sin autorización que llegaba hasta la costa. Se hizo con maquinas de alto porte y enterró todos los nidos de pingüinos».

Explicó que se trata de una zona denominada de alta densidad, por la cantidad de nidos de pichones de pingüinos debido a que es la época alta, «donde el pingüino de Magallanes viene a reproducirse», indicó.

Detalló que al pasar las maquinas «enterraron más de 140 nidos de pingüinos, a razón de 3 pingüinos por nido, y también se alambró utilizando electricidad, lo que genera que muchos de los pingüinos adultos mueran con el alambrado electrificado».

La fiscal confirmó que hoy, con previa autorización judicial, se envió una comisión integrada por policía montada, criminalística, investigaciones y comisaría de Rawson para realizar allanamientos para inspección ocular y secuestro.

También participará gente del Ministerio, guardafauna, biólogos y miembros de CINPAT. «Van a levantar las especies muertas para hacerle un análisis. También se va realizar un reclutamiento para tener información real del impacto que ha generado esta mortandad de pingüinos», puntualizó.

Asimismo, señaló que por el momento se lo imputaría por la Ley del maltrato animal. “A lo largo de la investigación iremos evaluando si se le imputa otro delito. Estamos realizando toda la investigación preliminar para saber la magnitud del impacto”, indicó y resaltó que se generó «un daño irreparable”.

El ministro de Turismo y Áreas Protegidas de Chubut, Néstor García, aseguró hoy que «la pingüinera de Punta Tombo registra un récord inusual de visitas, que nos obligó a adelantar la apertura de sectores que no teníamos previsto habilitar en esta época».

Para graficar el fenómeno, García explicó a Télam que «en temporada alta teníamos una visita los días pico de 1.000 asistentes, lo que se daba generalmente los fines de semana, cuando ahora tenemos hasta 1.500 los días de mayor presencia, y todos los días no baja de 600 a 700, en cualquier día de la semana».

Punta Tombo está ubicada a 100 kilómetros al sur de Rawson, la capital de Chubut, y es considerada la colonia de pingüinos de magallanes («Spheniscus magellanicus») más numerosa del continente que llega al millón de ejemplares cuando alcanza su plenitud.

La reserva quedó habilitada parcialmente el 15 de septiembre pasado sin mayores expectativas por estos días, teniendo en cuenta que los ejemplares recién están arribando y se está lejos de la llamada «temporada alta».

García reconoció que, «por ejemplo, se habían habilitado los baños de la parte baja porque considerábamos que con eso era suficiente para la cantidad de visitantes que se estimaban, pero es tal el aumento de las visitas que nos vemos obligados a habilitar los baños del centro de interpretación y abrir todo desde este viernes».

La actividad en la reserva por estos días está marcada por el proceso de nidificación, con la llegada de los machos que buscan el nido que ocuparon en la temporada anterior en medio de disputas con los ejemplares más jóvenes que pretenden desplazar a los «dueños» del nido. Los pingüinos machos llegan «por mangas» a la reserva y esperar a las hembras con quienes iniciarán la etapa de apareamiento, incubación y adiestramiento de las nuevas generaciones.

La reserva tiene una superficie de 210 hectáreas y comenzará a recibir a las hembras que comenzarán en pocas semanas a poner dos huevos y tras 40 días de incubación compartida con el macho, vigilarán el nacimiento.

Los pichones nacen cubiertos de un plumón gris oscuro que en febrero lo mudan por un plumaje juvenil que les permitirá realizar sus primeras incursiones en el mar para buscar su propio alimento a la espera de adquirir el plumaje adulto que obtendrán -si sobreviven a las duras condiciones- recién el año que viene.

«Creo que nos eligen porque tenemos un turismo que se basa en los lugares naturales y reservas de fauna que se observan al aire libre, lo cual se valora mucho más en tiempos de pandemia donde se suele escapar a los lugares cerrados», concluyó.

Fuente: ADN Sur

Desde este viernes 1° de enero la reserva de Punta Tombo abrirá  todos los días, teniendo en cuenta que a mediados de ese mes se estaría incrementando de manera importante la llegada de visitantes al arribar los juveniles que nacieron la temporada anterior.

La pingüinera, ya recibe visitas nacionales. En sus 1.300 metros de senderos, muchos de los cuales fueron reparados y renovados en los meses de pandemia, se pueden observar miles de pingüinos, además guanacos, choiques y aves marinas como el Petrel gigante.

El gerente del Entretur, Leonardo Gaffet,  explicó que en estos momentos  han nacido las crías y ya se puede observar que algunas comienzan a salir de las cuevas. Y destacó que a mediados de enero, casi febrero, cuando vienen los juveniles que nacieron la temporada anterior, la cantidad de animales que se ve “es tremenda”. Asimismo, aseguró que el número de ejemplares año a año: “Tombo siempre tiene buena cantidad de parejas, entre 180.000 y 200.000, más las crías y juveniles de temporadas anteriores”, dijo a El Chubut.

El Ministerio de Turismo decidió, en este contexto, habilitar la visita a la reserva todos los días, de lunes a lunes, “siempre con los senderos solamente y protocolos del caso”, sostuvo Gaffet, quien recomendó visitar la web: www.pinguinos.com.ar. El precio de la entrada será de 200 pesos para los residentes y los nacionales $ 400, con descuentos para jubilados y entrada gratuita para niños de 6 años. Los tickets se pueden adquirir en la misma reserva o para agilizar el ingreso, en el Planetario de Trelew, de 9 a 15 horas.

Los guardafaunas de Tombo, compartieron durante estos últimos días, imágenes de cómo se encuentra la pingüinera “Punta Tombo 2020, finalizando el año comienza a completarse la colonia y se puede ver esta imagen”, indicaron a través de Facebook.

Fuente: ADNSur

Los visitantes a las áreas protegidas de pingüinos de Magallanes diseminados por las costa atlántica del noreste del Chubut se mostraron sorprendidos por el crecimiento de las colonias, que fueron habilitadas al público local el pasado fin de semana largo en el marco de la apertura al turismo «intra comarcal».

«Fuimos los primeros en llegar luego de nueve meses de cierre dispuesto por el aislamiento social y la verdad es que nos encontramos con un panorama impactante», explicó a Télam el fotógrafo ambientalista Maximiliano Jonas, quien formó parte del contingente de reporteros gráficos que visitó la reserva de «Estancia San Lorenzo» ubicada sobre el área de Punta Norte, en el vértice norte de Península Valdés.

Las imágenes registradas son por demás elocuentes: una nutrida colonia, con los pichones desarrollando el plumaje que los transformará en juveniles, bien alimentados y sin signos de contaminación.

El apostadero de Estancia San Lorenzo está ubicado en el área de punta delgada, a 160 km. de Puerto Madryn y 90 de Puerto Pirámides, sobre la costa del Golfo San Matías.

Se estima que en esa sola colonia, cuando la población se complete, llegarán a contarse más de 400.000 ejemplares.

El ministro de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut, Néstor García, no le atribuye a la pandemia y la ausencia de humanos en la costa el fenómeno del crecimiento que «viene aumentando de manera sostenida en los últimos 10 años, creemos que por las medidas de protección y porque tienen buena alimentación».

El funcionario, en diálogo con Télam, aseguró que «hay por ejemplo en toda la zona de Punta Norte un mayor crecimiento, y en general a lo largo del golfo tanto San Matías del lado sur como el Golfo Nuevo y San José (que rodean a la península y le dan la forma de hongo que se introduce en el mar) una importante presencia incluso con colonias que de a poco van creciendo en lugares donde no había».

Los primeros pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus) comenzaron a llegar sobre mediados de septiembre a las reservas.

La reserva tradicionalmente más visitada es la de Punta Tombo, 100 km. al sur de la capital del Chubut, Rawson, que llega a contar con más de 1.000.000 de pingüinos abarcando una superficie de 210 hectáreas.

Le sigue en importancia la de Cabo Dos Bahías.

Más allá de los matices sobre dónde se ubican y cuántos ejemplares reciben, todas tuvieron en común que este año quedaron fuera de la mirada de los turistas por las restricciones que impuso la pandemia de coronavirus hasta este fin de semana largo, que se dio un primer paso en la habilitación parcial permitiendo el acceso a los visitantes locales.

«De una recorrida por las distintas reservas se puede hablar de animales con buena talla y peso, lo que nos haría tener una temporada óptima si no fuera por la circunstancia de la pandemia que estamos atravesando», se lamentó el ministro.

Tras haber pasado la etapa de apareamiento e incubación, los pichones de pingüino de Magallanes se encuentra por estos días en plena alimentación, en base a una dieta de anchoítas y calamar, para luego dar paso al adiestramiento de las nuevas generaciones.

Al atractivo central de los pingüinos se suma la coexistencia con una variada fauna de aves marinas como cormoranes, gaviotas cocineras, gaviotas australes, gaviotines, skúas y ostreros.

También merodean la reserva otras aves propias de la estepa patagónica como choiques, martinetas, chingolos y calandrias, y completan el cuadro de la activa colonia ecológica los mamíferos de la zona como guanacos, maras, zorros, piches y peludos y otros carroñeros atraídos por los huevos.

Por ahora los pichones están cubiertos por un plumón gris oscuro que en febrero lo mudan por un plumaje juvenil que les permitirá realizar sus primeras incursiones en el mar para buscar su propio alimento a la espera de adquirir el plumaje adulto que obtendrán -si sobreviven a las duras condiciones- recién el año que viene.

La coordinadora general de Políticas Públicas y Promoción Social de Trelew y presidenta del Ente Trelew Turístico (ENTRETUR), Mónica Montes Roberts, confirmó

la reapertura de Punta Tombo para el Turismo Comarcal.

El área comienza a recibir visitantes con la aplicación de protocolos para la prevención del Covid-19, pero no se reciben visitas de residentes de Trelew y Rawson, localidades en etapa de aislamiento.

La Reserva Natural estará abierta de jueves a domingo (el próximo lunes feriado también), de 9 a 18. Están habilitados el estacionamiento, los sanitarios públicos del núcleo interior, los senderos y los miradores. Permanecerán cerrados el Centro de Interpretación, los sanitarios, el restaurante y el Domo de los Vientos.
El protocolo de prevención del Covid-19 establece una capacidad diaria de personas que podrán ingresar y una distribución específica para garantizar que se respete el distanciamiento social.

Habrá, además, tres rangos horarios: de 9 a 12, de 12 a 15 y de 15 a 18. Las entradas se pueden adquirir en el Área Protegida los días y horarios de visita (en efectivo), y en el Centro Astronómico de Trelew, de lunes a viernes de 9 a 15.

Las personas interesadas en obtener mayor información pueden ingresar al sitio www.pinguinostombo.com.ar
En lo que respecta a museos y el centro astronómico, las instalaciones fueron autorizadas a funcionar con los protocolos correspondientes.

El Centro Astronómico funcionará con reserva por WhatsApp o llamando al 280 400 1707 de lunes a viernes de 9 a 15. Los horarios de las visitas guiadas serán los martes y jueves a las 16 y los sábados a las 10 y a las 19.
El Museo Egidio Feruglio (MEF) reabrirá el martes 24. La atención al público será todos los días de 12 a 18. Habrá venta online de entradas desde el sábado 21 de noviembre. Cada visitante podrá ingresar al sitio del museo, seleccionar el tipo y cantidad de entradas, la fecha y la hora en que desea realizar la visita.

Se podrán elegir 6 horarios por día, a cada hora en punto y el cupo máximo de visitantes será de 50 personas por hora. El Museo de Artes Visuales y el Museo Pueblo de Luis funcionarán todos los días entre las 15 y las 20.
El Centro de Informes de Turismo de Trelew estará abierto todos los días de 9 a 18. También se puede pedir información al correo electrónico trelewturismo@gmail.com o a través de las redes sociales @TrelewTurismo.

Fuente: eldiarioweb

Los primeros pingüinos de Magallanes comenzaron a llegar «sanos y fuertes» a las reservas de Punta Tombo, Cabo dos bahías y Península Valdés, sobre el litoral marítimo de Chubut, pero este año quedaron fuera de la mirada de los turistas por las restricciones que impuso la pandemia de coronavirus.

«Estuve recorriendo Península Valdés y ya se observa mucha actividad en la reserva, con animales de buena talla y peso, lo que nos haría tener una temporada óptima si no fuera por la circunstancia de la pandemia que estamos atravesando», contó el ministro de Turismo y Áreas Protegidas de la provincia patagónica, Néstor García.

En las colonias, los pingüinos de Magallanes darán inicio en breve a la etapa de apareamiento, incubación y adiestramiento de las nuevas generaciones, pero a diferencia de lo que ocurre cada año, todo quedará fuera de la vista de los turistas ya que la reserva está cerrada por la situación sanitaria.

Sin embargo, García consideró que impulsarán que se permita la visita de los habitantes de la comarca «porque desde nuestro ministerio estamos convencidos que haría bien incluso para desconcentrar la gente que los fines de semana concurre a los espacios próximos al mar, sobre todo en las playas más concurridas como Puerto Madryn y Playa Unión».

La reserva tradicionalmente más visitada es la de Punta Tombo, ubicada 100 kilómetros al sur de Rawson, la capital del Chubut, con una superficie de 210 hectáreas que llega a ser la más poblada del continente con más de un millón de pingüinos cuando la familia se completa.

Los ejemplares de «Spheniscus magellanicus», tal su nombre científico, son muy amigables y permiten que se les tomen fotografías, filmen o simplemente contemplen desde muy cerca, lo que representa un valor agregado muy importante para los turistas, que previo a acceder al área de los nidos, pasan por el centro de interpretación.

Al atractivo central de los pingüinos se suma la coexistencia con una variada fauna de aves marinas como cormoranes, gaviotas cocineras, gaviotas australes, gaviotines, skúas y ostreros.

También merodean la reserva otras aves propias de la estepa patagónica como choiques, martinetas, chingolos y calandrias, y completan el cuadro de la activa colonia ecológica los mamíferos de la zona como guanacos, maras, zorros, piches y peludos y otros carroñeros atraídos por los huevos.

Los primeros ejemplares en llegar fueron los pingüinos machos que comenzaron de inmediato a reacondicionar sus nidos y luego iniciaron su «desembarco» las hembras, que en pocas semanas más comenzarán a poner dos huevos y tras 40 días de incubación compartida con el macho, vigilarán el nacimiento los pichones.

Tanto las hembras como los machos preservan el nido y alimentan a las crías con anchoitas y calamar.

Estos pichones nacen cubiertos de un plumón gris oscuro que en febrero lo mudan por un plumaje juvenil que les permitirá realizar sus primeras incursiones en el mar para buscar su propio alimento a la espera de adquirir el plumaje adulto que obtendrán -si sobreviven a las duras condiciones- recién el año que viene.

Fuente: Telam

 

Creada en 1972 como reserva de fauna, el Area Natural Punta Tombo está ubicada a 110 kilómetros de Trelew, hacia el sur por la Ruta Nacional 3 y luego por las rutas Provinciales 75 y 1.  Los pingüinos patagónicos o de Magallanes es una especie que suele retornar año tras año al mismo lugar de nidificación. Se distribuye a lo largo de la Patagonia argentina, en más de 60 colonias: Punta Tombo es la mayor.

Después de las ballenas, los pingüinos son el principal atractivo natural de la costa chubutense.

Durante las temporadas anteriores, aproximadamente 100.000 personas visitaron Tombo para disfrutar de un espacio único en la costa y el contacto cercano con los animales además de disfrutar de los servicios gastronómicos y el imponente Centro de Interpretación que posee.

La temporada de visitas suele habilitarse a mediados del mes de septiembre. Este año no podrá ser así por la pandemia que obliga a las medidas de aislamiento y distanciamiento que restringe actividades como las que ofrece Punta Tombo.

Mientras tanto…

Mientras se aguarda con cautela y expectativa la posible apertura, en las instalaciones se están realizando arreglos, como pinturas, poniendo en condiciones las pasarelas y los distintos servicios para los visitantes. Estas labores las lleva adelante de manera conjunta el Ministerio de Turismo de la Provincia a través de la Secretaría de Areas Protegidas, el Municipio de Trelew y el ENTRETUR (Ente Trelew Turismo), orgullo de la ciudad por el cuidado manejo y promoción que llevan adelante.

Algunas tareas, a cargo de la Subsecretaría de Conservación y Áreas Protegidas que conduce Sergio Casin, incluyeron 60 metros nuevos de sendero entablonado, donde se utilizaron los cajones de pesca reciclados. “A pesar de que el área está cerrada desde el 16 de marzo, cuando la temporada no había terminado, durante estos meses seguimos trabajando en mejoramientos con personal propio. Tenemos que reconocer al cuerpo de guardafaunas, en esta emergencia sanitaria se pusieron manos a la obra para ocuparse de refacciones y nuevos senderos”, explicó el ministro Néstor García.

“Para las estructuras inferiores se está utilizando material reciclado, recuperado de las costas de la provincia. Los cajones rotos que hemos recogido en diferentes campañas de limpieza, desde Península Valdés hasta Punta Tombo, fueron reciclados por una empresa local y ahora son parte de los senderos donde van a caminar los visitantes cuando se pueda abrir el Área Natural Protegida (ANP). El objetivo es que el recorrido completo de Punta Tombo tenga senderos con barandas”, expresó Garcia.

Vale recordar que desde marzo de 2019, el Ministerio de Turismo y Áreas Protegidas comenzó una campaña de limpieza de playas que recorrió buena parte de Península Valdés e incluyó Punta León y zonas aledañas a Punta Tombo. Sólo en Península Valdés se recogieron más de 4.000 cajones de pesca desechados por barcos, entre otros cientos de kilos de residuos de la industria pesquera. Turismo acordó con una empresa local el reciclado de los cajones para generar materiales que fueran útiles para el Sistema Provincial de Áreas Protegidas, que integran un total de 18 ANP.

ENTRETUR

El ENTRETUR es clave para el manejo del área que esperaba tener miles de visitantes este año, entre ellos, los cruceristas que tenían previsto arribar a Puerto Madryn durante la temporada de cruceros que, hasta el momento, estaría cancelada.

El gerente del ente mixto de Trelew, Leonardo Gaffet, expresó a Red43 que a la espera de la apertura de Tombo, el tiempo no de desaprovechó: “Se trabajaron los protocolos para todas las áreas protegidas de la provincia, para Tombo están prácticamente finalizados. Tienen que ver, entre otras cuestiones, con la provisión de materiales con horarios específicos y medidas biosanitarias para nuestra gente. Paralelamente, se definirá seguramente que por el momento no se abra el Centro de Interpretación para evitar que circule gente en espacios cerrados. Además estamos previendo la producción de un video que se puedan ver en pantallas para orientar a los visitantes”.

Otra buena noticia para la proyección del área es que El Ministerio de Turismo accedió a fondos para adquirir paneles solares para que durante esta temporada tenga energía solar y como alternativa, la provisión de energía mediante los motores, como los tiene en la actualidad. Además se está trabajando en la conectividad de Internet en el área.

El movimiento de turistas que motoriza Punta Tombo es realmente determinante para la comarca VIRCH-Valdés, particularmente para la ciudad de Trelew, por lo cual la emergencia sanitaria que obliga a mantener cerrada el área natural genera otro enorme impacto para la economía de la región que ya ve cómo la se pierde la temporada de ballenas en Puerto Madryn y Puerto Pirámides.

Desde la península de Punta Tombo, los queremos invitar a dar un paseo con los pingüinos de Punta Tombo.

Pueden asistir turistas provinciales, nacionales e internacionales. Los viajeros que provengan de cruceros, también quedan invitados.

Sobre los itinerarios de paseos, estos varían dependiendo de la agencia de viaje. El viaje dura cerca de dos horas, y durante el recorrido los turistas disfrutarán de un encuentro mágico con miles de pingüinos de Magallanes, quienes están en ese lugar para incubar a sus huevos.

¿Cómo es ese lugar? Consta de dos millas de largo y 1,969 pies de ancho. Su arena es arcillosa y grava.

Los pingüinos son la mayor colonia de este tipo en América del Sur.

Además de esta especie, los viajeros podrán disfrutar de otros animales, como gaviotas, chimangos y cormoranes.

De acuerdo con el guía la visita no puede exceder los 90 o 100 minutos. Por tanto, su estadía con los pingüinos no será muy extendida.

Por ser un paseo corto, en los paquetes se incluye traslado y el acompañamiento del guía, por lo que es recomendable que esté atento antes de adquirirlo para su viaje.

Aunque aún se desconoce el número exacto de pingüinos de la nueva colonia, se definió su perímetro, se realizó un censo para estimar el tamaño de la población y se tomaron algunas muestras de sangre de individuos para determinar su salud y dieta.

Investigadores del CADIC-Conicet recorrían un área hasta entonces inexplorada de la colonia de pingüinos en Isla de los Estados, al este de Tierra del Fuego, una zona catalogada como la más peligrosa para navegar.

De repente, un sonido conocido pero inesperado los sorprendió. Entre pastizales de tussock, un pingüino de Magallanes dentro de las cuevas donde anidan.

Y no fue el único. A lo largo del recorrido, localizaron nuevas cuevas y nidos de la especie. En este tipo de paisajes, las cuevas pueden alcanzar más de un metro de profundidad y pueden ser difíciles de encontrar entre la vegetación.

«Dos años atrás colocamos cámaras en la colonia, pero no habíamos accedido a la parte más extensa. Para llegar a esa colonia hay que caminar 18 horas por una zona bastante difícil y hace al menos 100 años no se la recorre desde tierra», detalló Andrea Raya Rey, investigadora del CADIC – Conicet, asociada a WCS Argentina, que participó del hallazgo.

Aunque aún se desconoce el número exacto de pingüinos de la nueva colonia, se definió su perímetro, se realizó un censo para estimar el tamaño de la población y se tomaron algunas muestras de sangre de individuos para determinar su salud y dieta.

El descubrimiento se suma a la lista de más de 60 colonias conocidas de pingüinos de Magallanes en Argentina, que representan alrededor de un millón de parejas. La más grande se encuentra en la Reserva Provincial de Punta Tombo (Chubut).

Según la lista roja de IUCN, la especie se encuentra en amenaza de extinción debido a factores relacionados con la contaminación por petróleo, la sobrepesca de especies de las cuales se alimentan, la recolección de huevos y el impacto sobre colonias por el turismo no regulado.

Tal como detallan los investigadores, el pingüino de Magallanes se caracteriza por estar en zonas de playas de rocas mucho más tranquilas que las playas de Isla de los Estados. Además, la colonia se encontraba a 197 metros sobre el nivel del mar, cuando normalmente se encuentran en regiones que están a 85 metros sobre el nivel del mar.

«Esto llama la atención porque puede ser producto del cambio climático que genera cambios en las presas, entonces los pingüinos se mudan a otras localidades para encontrarlas», explica Raya Rey.

Además, advierte que esto puede ser favorable para el pingüino de Magallanes, «pero le está quitando nicho al pingüino penacho amarillo, uno de los pingüinos más susceptibles al cambio climático».

Un grupo de investigadores de la Universidad de Coimbra (UC) detectó, por primera vez, restos de microplásticos en la cadena alimentaria de los pingüinos que habitan en la Antártida, un hallazgo que los expertos han calificado de «alarmante» y publica hoy la revista Scientific Reports.

El estudio revela que al menos en el 20 por ciento de las muestras de heces de pingüinos analizadas había restos de microplásticos, con partículas de menos de 5 milímetros de volumen.

El material era de diferentes tipologías y colores, por lo que hay «una gran variedad de posibles fuentes de estos microplásticos», según un comunicado de la UC.

«Estos datos resaltan la necesidad de una evaluación adicional de los niveles de microplásticos en esta región sensible del planeta, específicamente estudios sobre tendencias temporales y efectos potenciales sobre pingüinos y otros organismos en la red alimentaria marina antártica», dice la investigación.

Según Filipa Bessa, una de las científicas portuguesas partícipe de la investigación, «es alarmante que los microplásticos ya hayan llegado a la Antártida».

Se confirma así, insistió, que «nuestro estudio es el primero en registrar microplásticos en la cadena alimentaria marina antártica».

“Las microfibras fueron la principal categoría de microplásticos registrados, indicó Bessa, “que pueden ser resultado de lavar ropa o la fragmentación de redes y cuerdas de la industria pesquera desechadas en los océanos”, agregó.

La investigadora subrayó la complejidad del problema, debido, entre otros factores, a que existen «diferentes fuentes de contaminación»de las que provienen los microplásticos, según informó la agencia Efe.

José Xavier, otro de los especialistas que intervino en la investigación, advirtió de la importancia de este trabajo, ya que «los microplásticos pueden causar efectos tóxicos en los animales marinos y no se sabe aún lo que podrán provocar en los animales de toda la región de la Antártida».

«A pesar de su lejanía, el ambiente antártico puede estar sujeto a fuentes locales de contaminación plástica provenientes de actividades como la pesca, el turismo o las estaciones de investigación», se lee en la investigación.

«Por lo tanto, los microplásticos podrían llegar a la Antártida a través de tres rutas distintas: desde actividades humanas locales, desde fuera de la Antártida en la atmósfera o por circulación oceánica o biotransporte por organismos que migran a la Antártida desde aguas más al norte e inducidos por la dispersión provocada por la tormenta y el calentamiento global», concluye el estudio.