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El foco de los inversores está puesto en qué tipo de quita habrá. En el FMI creen que se debe negociar rápidamente.

Fue una semana muy intensa para la Argentina en Washington y no solo por la Asamblea del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial: esa fue la excusa formal por la que llegaron a esta capital ministros de Hacienda y presidentes de Bancos Centrales de 188 países. Pero lo más interesante sucedió a puertas cerradas en algunas oficinas del Fondo y en reuniones en distintos hoteles de la ciudad, incluso en algunas cenas privadas donde participaron, juntos y/o por separado, los principales protagonistas de la escena nacional. Gobierno, “albertistas”, inversionistas y representantes del FMI comenzaron a imaginar alternativas para una salida de la crisis argentina.

¿Cómo pagar la deuda? ¿Qué características tendría un reperfilamiento? ¿Quita o no? ¿Qué exigiría el Fondo? ¿Quién sería el mejor ministro para lidiar con lo que viene? Estas preguntas circularon en el Fondo y también en las charlas que importantes bancos y agencias financieras como JP Morgan, Barclays, Itaú, XP Securities, Jeffries, entre otros, ofrecieron estos días en Washington para distintos grupos de inversionistas interesados en el caso argentino, donde los invitados se comprometen a no revelar lo que han dicho o escuchado, aunque Clarín pudo averiguar qué se dijo.

En estas reuniones –y de otras más pequeñas— expusieron entre otros el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza; el jefe del Banco Central, Guido Sandleris; el secretario de Finanzas Santiago Bausili; el ex jefe del Banco Nación, Carlos Melconian y los economistas “albertistas” Emanuel Alvarez Agis y Guillermo Nielsen. También habló Alejandro Werner, el jefe del Fondo para el Hemisferio Occidental. En algunas llegaron a asistir 250 inversionistas, otras fueron desayunos o cenas reservadas en hoteles o lugares lejos del edificio del Fondo.

Poco antes de partir de regreso a Buenos Aires, Lacunza fue muy escueto este sábado ante corresponsales argentinos en esta capital: “Creo que hay un camino posible que involucra una negociación voluntaria y rápida con el mercado; la continuidad del acuerdo con el Fondo y un programa de prudencia fiscal”, dijo.

En Washington esto se interpreta como un reperfilamiento de deuda con extensión de plazos de pago y sin quita (nadie aceptaría “voluntariamente” que le saquen capital o intereses), una reformulación de plazos con el Fondo y equilibrio fiscal. Un recorte, estiman, podría lastimar la confianza de los mercados y ver dificultado luego el acceso. Todo esto debería ser “rápido”.

En el Fondo también aseguran que no hay que perder tiempo. En eso están en sintonía con los funcionarios argentinos que estuvieron esta semana en Washington mostrando los números de la economía para saber dónde están parados y que el futuro presidente, sea quien sea, pueda arrancar enseguida a negociar. El FMI quiere definiciones claras para dar cualquier paso. Ya lo advirtió la propia jefa del organismo Kristalina Georgieva, que dijo el jueves que están “muy interesados en ver qué marco de políticas se establecerá” en un futuro gobierno de cara a una renegociación del programa standby de 57.000 millones de dólares.

El FMI quiere ver un programa “consistente” de Fernández porque estiman que sus políticas no son claras. Una renegociación con el organismo podría significar que se suplante el standby por un crédito de Facilidades Extendidas, con plazos más laxos. Pero esto implica, más allá de un compromiso de equilibrio fiscal, la concreción de reformas estructurales. El Fondo vería con agrado cambios rápidos e importantes en el esquema impositivo y previsional. Son señales que esperan de Fernández. Una reforma laboral, en cambio, podría esperar.

Pero sucede que los “albertistas” que estuvieron en las reuniones con los inversores –aunque declaran que solo han venido a Washington a título profesional y no político— no habrían podido despejar las dudas de lo que haría Fernández si fuera elegido presidente. Algunos de los asistentes dijeron a Clarín que los economistas hablaron en forma nebulosa de un programa más bien de corto plazo, basado en un “acuerdo social con expansión monetaria y cierto control de cambios” y “sin demasiado énfasis” en el equilibrio fiscal. Uno de ellos, dicen, estuvo “muy duro” con el Fondo y los bonistas, por lo que infirieron que podría estar a favor de una quita de capital.

Una tercera opción que circuló estos días en Washington es que una renegociación debería incluir una quita, pero solo de intereses. Y después ver cómo reacciona el mercado con el hecho consumado.

¿Pero quién sería el ministro capaz de lidiar con el delicado escenario que viene? En el Fondo creen que debería ser alguien con conocimiento y espaldas suficientes como para pilotear la renegociación con los privados y con el organismo, además del caótico día a día de nuestro país. Pero algunos inversionistas señalan que, de ganar, Fernández podría poner una figura de menor peso para que luego pague el costo político de las reformas, que podrían no ser muy populares. Una tercera podría unir las dos cosas: un ministro sin demasiado nombre, pero con alguien de más peso y manejo macroeconómico detrás, en las sombras, moviendo los hilos de lo que viene, informó El Clarín.

Las acciones de empresas argentinas en Wall Street bajan casi 13% en las primeras operaciones en Nueva York.

Según el panel de ADRs de la Argentina, el Banco Macro lidera las bajas con pérdidas de hasta 12,4%. Le sigue el Grupo Financiero Galicia con 12%; banco Superville retrocede 11%; Loma Negra 10%, Edenor con 10% y 8,5% de Pampa Energía.

La petrolera YPF pierde 6,8%; y Telecom un 5,3%. Otras bajas registran IRSA ADR (-4%) y su paralela de IRSA Propiedades (-3%).

En terreno positivo se mueven MercadoLibre, con un alza de casi 1%, tras la reunión entre Marcos Galperín y Alberto Fernández.

Si el mercado accionario local experimentó una suba del panel líder de 7,94%, no se quedó atrás el desempeño de los ADRs argentinos en Nueva York.

La última jornada antes de las PASO mostró que las elecciones primarias en la Argentina también son seguidas con atención en Wall Street. Si el mercado accionario local experimentó una suba del panel líder de 7,94%, no se quedó atrás el desempeño de los ADRs argentinos en Nueva York: el ADR del Banco Macro se disparó 10,85%, Loma Negra 10,8%, y Grupo Financiero Galicia lo hizo en 9,2%, entre otros, así lo informó Ambito.
El alza respondió a elementos meramente locales, ya que los mercados externos cerraron con bajas. Al parecer, la suba estaría explicada por encuestas que trascendieron y que muestran una reducción en la diferencia que separa a la fórmula Fernández-Fernández de Macri-Pichetto.
Por su lado, el riesgo país argentino, medido por el banco JP.Morgan, cayó cerca de un 2,6% a 872 unidades, situación que se reflejó en una importante mejora de los bonos soberanos (también registraron un alto volumen operado).
 

El bono centenario lideró los ascensos, con una apreciación del 4,1%. Le siguieron el Bonar 2024 (+2,6%); el Discount bajo ley local (+2,4%); y el Bonar 2020 (+1,4%).

En el panorama local, el último día de operaciones previo a las PASO el mercado terminó con un dólar casi estable en $46,547 y acciones que treparon hasta el 11,36%.

El mercado accionario tuvo una suba del panel líder de 7,94%. Las principales subas fueron las del Banco Macro que avanzó 11,36%, seguido por Grupo Financiero Galicia con 9,81%; Pampa Energíaavanzó 9,39%; Telecom 8,86% y Banco Francés 8,78%. En el panel general, sobresalieron los papeles de Loma Negra (+10,1%); y de Consultatio (+10%).

En tanto que el BCRA convalidó una nueva suba de la tasa de Leliqque ascendió a 63,706%.

Así surge de un informe de Bank of America a clientes, donde destaca la estabilidad cambiaria y baja de la inflación. Sin embargo, siguen con preocupación las encuestas.

Una serie de shocks externos e internos están jugando a favor de las principales variables financieras locales. Así lo refleja un informe que Bank of America, una de las principales entidades norteamericanas, distribuyó a los clientes. El título es contundente: «Los planetas se alinean a favor de la Argentina».

El reporte deja en claro el efecto que la tranquilidad cambiaria está generando entre los inversores internacionales. «Estos factores que juegan a favor de la Argentina tienen un impacto directo en la estabilidad del dólar y la mejora en general de las variables financieras, incluyendo una disminución de la inflación», que seguiría bajando en los próximos meses.

Pero, ¿cuáles son concretamente esos «impactos positivos» que estarían influyendo en una mejora de las condiciones financieras del país? Bank of America enumera los siguientes:

Factores externos:

– Posible baja de tasas en Estados Unidos y en Europa. En las últimas semanas aumentó sensiblemente esta posibilidad. Los inversores prácticamente descuentan una reducción por parte de la FED en septiembre y la tasa a 10 años del Tesoro americano cayó al 2% anual. Esto aumenta la búsqueda de oportunidades en mercados emergentes y la Argentina genera cierto atractivo con rendimientos muy altos.

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU (Foto: Reuters)

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU (Foto: Reuters)

– Precio de las materias primas. Luego de que la soja cayera por debajo de los U$S 300 se produjo un salto bastante notable en los últimos 30 días (14% desde el piso), al igual que otros commodities. Esto también es algo que beneficia a los emergentes, que en general exportan productos primarios. Este fenómeno también alentó la apreciación de las monedas locales contra el dólar.

– Brasil. Las perspectivas financieras han mejorado en forma notoria, en parte por el avance en la reforma previsional. Desde el 20 de mayo, el real se apreció 6,2%. Esto también resultó clave para la recuperación del peso.

Factores internos

– Apoyo del FMI para la intervención con reservas. Sin lugar a dudas, sostiene el BoFA, fue el principal aspecto que impulsó la mayor estabilidad cambiaria. El Banco Central fue autorizado a fin de abril a vender dólares aún si el tipo de cambio se encuentra dentro de la «zona de no intervención». «El cambio de postura del Fondo sobre este tema se dio cuando aparecía como un peligro cierto que el tipo de cambio superase el techo de la banda y dejara sin ancla las expectativas inflacionarias».

Lagarde y Macri (Manuel Cortina)

Lagarde y Macri (Manuel Cortina)

– «Efecto Pichetto». El banco lo denomina efecto «MAP» (Miguel Ángel Pichetto). La decisión de Mauricio Macri de designar a un peronista como compañero de fórmula impulsó sobre todo los precios de las acciones e hizo retroceder el riesgo país, aunque en los últimos dos días volvió a rebotar hasta acercarse a los 900 puntos. «Si Macri es reelegido, Pichetto será una pieza clave para negociar con los gobernadores y el Congreso», es decir en aumentar la gobernabilidad.

– Cristina vicepresidenta. «Las políticas del kirchnerismo podrían ser más moderadas si Alberto Fernández llega al poder. Esto reduce la percepción negativa de ese escenario».

Sin embargo, la entidad reconoce que esta mejora de las variables financieras por ahora no se traduce en una recuperación de la economía real. «La reactivación es más lenta de lo esperada por los elevados niveles de tasa de interés y el aumento del desempleo».

Por otra parte, también resalta que la franca mejora de los activos argentinos refleja que los inversores ven mayores probabilidades de que gane el Gobierno. «Sin embargo, las encuestas aún son muy ajustadas, por lo que no hay tanta claridad sobre este punto», lo que explicaría al menos en parte el repunte del riesgo país de las últimas 48 horas.

Infobae

Con el dólar en alza -llega a venderse en bancos a $47,80 por la mañana- y el riesgo país en 1011 puntos, el Merval baja un 3,91%, mientras que los ADR, los papeles con los que cotizan las empresas argentinas en Wall Street, retroceden hasta un 10,32%.

En la apertura de la rueda local 11 acciones cotizaban en alza, 34 en baja y dos, sin cambios.

En tanto, entre los títulos que cotizan en Nueva York, todos retroceden. Los más castigados son el banco Supervielle (10,32%), Transportadora Gas del Sur (10,19%) y Loma Negra (9,79%).

El especialista en finanzas, Pablo Ricatti, sostuvo: «Las acciones comenzaron a caer fuerte, sobre todo los bancos que no pueden dolarizarse y encima tienen bonos. Desde hace varios días se venden bonos desde el exterior y no hay compradores».

Los bonos caen hasta un 7,69% en versiones de corto plazo (como los que tienen vencimientos en 2020 y 2021) y hasta un 2,26% en los de largo plazo (como los de 2037).

 

 

La Nación

La depreciación de los bonos y la suba del Riesgo País impactan en los papeles bancarios. El congelamiento de tarifas golpea a las energéticas.

En la Argentina no hay operatoria financiera este jueves por el feriado del Jueves Santo, pero en el exterior se negocian acciones y bonos con una tendencia definida a la baja.

El «castigo» para las valuaciones de activos domésticos no se corresponde a la tendencia general del mercado. El índice Dow Jones de Industriales avanza 0,3%, hasta los 26.541 puntos, no muy lejos del máximo histórico de 26.486 enteros del 3 de octubre pasado.

Las acciones argentinas que se negocian en las bolsas de Nueva York a través de los certificados ADR (sigla en inglés de American Depositary Receipt) operan con mayoría de pérdidas, con bajas en torno al 7% en dólares para los bancos, y entre 3 y 7 por ciento para las empresas ligadas al sector energético.

En el primer caso, el descenso de precios de los bonos soberanos, que integran buena parte de la cartera de los bancos, así como la extendida tenencia de Letras de Liquidez (LELIQ), pieza importante en el actual de modelo de negocios de las entidades, lleva a caídas contundentes de las valuaciones en dólares para Grupo Galicia (-7,9%), BBVA Francés (-7%), Banco Supervielle (-5,7%) y Banco Macro (-5,6%).

Para los títulos del sector energético, la ola vendedora tiene que ver con el anuncio de congelamiento de tarifas dispuesto hasta fin de año por el Gobierno nacional, con el objetivo de quitarle impulso a una inflación más alta que lo previsto en los cálculos oficiales. En un 54,7% anual, es la más elevada desde enero de 1992, mientras que el alza de 4,7% del mes de marzo anticipa un número próximo al 4% para abril.

Transportadora Gas del Sur, que ya había resignado 6% el miércoles, cede ahora otro 7,3 por ciento. Le siguen Pampa Energía (-4,4%), Edenor (-3,5%) y Central Puerto (-0,8%).

Para Eduardo Fernández, analista de Rava Bursátil, el paquete que lanzó el Gobierno para bajar la inflación y reactivar el consumo «es solo un paliativo para el corto plazo (…) Es que para el mediano plazo, existen muchas dudas acerca de la viabilidad de estas medida».

 

Infobae

Los papeles argentinos que cotizan en Wall Street bajo la forma de ADR registraban pérdidas de hasta 8%, en una rueda en que los inversores liquidaban posiciones en activos domésticos.

Edenor se llevaba la peor parte, con una baja de 7,8% en la Bolsa de Nueva York.

También registraban caídas fuertes los papeles financieros: Banco Macro se desplomaba 6,95%, Grupo Financiero Galicia cedía 6,9% y Banco Francés, 5,10%.

El derrumbe de los papeles argentinos en la principal Bolsa del mundo ocurría en una rueda en que la moneda local profundizaba pérdidas hasta 34 pesos por dólar.

 

Portal de Noticias

El Presidente Mauricio Macri tenía pensado no viajar a los EE.UU. a una nueva reunión de la Asamblea General de la ONU pero finalmente lo hará, con otras motivaciones: reunirse con grandes operadores de Wall Street a intentar convencerlos que la Argentina no caerá nuevamente en default.

La confianza entre los mercados y el gobierno de Cambiemos está en su punto más bajo desde que Macri asumió la Presidencia en diciembre 2015. Ni el préstamo de 50 mil millones de dólares del FMI logró calmarlos, que ven cómo la recesión golpea a la recaudación y el déficit financiero crece producto de la alta deuda que toma el Gobierno y ya ronda el 60% del PBI, un guarismo similar al que tenía el país cuando Adolfo Rodríguez Saá anunciaba el cese del pago de la deuda externa en 2001.

Según reportó el matutino Ámbito Financiero, Macri no tenía pensado viajar a Nueva York a la reunión de la Asamblea General de la ONU y pensaba mandar a Gabriela Michetti en su lugar, tal como hizo en 2017. Sin embargo, las señales que le enviaron sus funcionarios desde los EE.UU. le hicieron cambiar de opinión.

Los inversores dudan que Argentina pueda conseguir los cerca de 20 mil millones de dólares que aun le faltan al país para cerrar las cuentas a fines del año próximo y creen que el Gobierno la tendrá difícil para aprobar en el Congreso el super ajustado Presupuesto 2019, que traerá en su letra el acuerdo con el FMI.

Por eso, Wall Street teme que la Argentina de Macri vuelva a caer en default y el Presidente intentará convencerlos que no hay nada de que temer, pese a que los números dicen lo contrario.

 

 

El Destape Web