Con burdas operaciones de prensa, el ChuSoTo intentó sacar rédito político de la participación -y posterior ausencia- de la Presidenta en el acto de Puerto Madryn, queriendo politizarlo. Pero la propia Jefa de Estado salió a cortar la bocha y dejó expuesta la maniobra. Indignación en la comunidad galesa por la tentativa de empañar una auténtica fiesta.
Pocas veces como ayer quedó al desnudo la desesperación que reina en el ChuSoTo y la torpeza de los movimientos de quien se sabe acorralado por una realidad que no se condice con sus delirios de grandeza. Como tantas otras veces, el führer chusotista Mario Das Neves quedó expuesto en una de sus mentiras de patas muy cortas.
A través de un burdo operativo de medios, Das Neves intentó politizar el acto del Sesquicentenario de la Gesta Galesa en Puerto Madryn, pero el tiro le salió por la culata y quedó –literalmente- como un “80% abogado…”. Para colmo, la encargada de dejarlo en evidencia fue la mismísima presidenta Cristina Kirchner, a quien apenas unos tuits le bastaron para mostrar al cacique chusotista como lo que es.
La maniobra fue llevada a cabo por el periodista Carlos Guajardo -uno de los más conocidos operadores de medios del ChuSoTo, que mantiene una áspera relación con otros referentes del aparato de prensa dasnevista- quien valiéndose de su condición de corresponsal de Clarín intentó utilizar ese medio para instalar una supuesta polémica en torno al acto. Entre otras cosas que en sucesivas ocasiones publicó Guajardo por orden de Das Neves, la Presidenta de la Nación habría impuesto una serie de condiciones para venir a Puerto Madryn.
Luego, al conocerse que una faringitis le impediría a Cristina Kirchner estar presente en Chubut, el propio Guajardo utilizó su caricatura de “agencia de noticias clandestina” (toda una ofensa a Rodolfo Walsh) para especular sobre motivos políticos en torno a su no venida al acto. Como siempre, el ejército de alegres tuiteros dasnevistas que comanda Mariví, la hija de MDN, salió rápidamente a replicar la versión y a festejar la ausencia de Cristina como un triunfo propio.
Pero ese canallesco sabor a gloria apenas le duró un par de horas a la militancia del teclado. Su perverso jolgorio se transformó en la inexorable desazón de un nuevo fracaso ni bien la Presidenta utilizó su cuenta de Twitter para disculparse por su ausencia, saludar a los chubutenses y, por si esto fuera poco, poner en evidencia las mentiras de Das Neves.
Los festejos no se manchan
Por si fuese poco la humillación que sufrió Das Neves al ver expuesta su burda maniobra, que no encuentra más razones que la desesperación, ninguno de sus apocalípticos presagios se hizo realidad.
El festejo fue lo que tenía que ser, un momento de celebración y respeto por las diferencias. El Palacio Aurinegro estuvo repleto de gente, sin distinción de banderas políticas, no hubo abucheos, ni agresiones, ni manifestaciones de ningún tipo.
Lo que si hubo, y seguirá habiendo, es una gran indignación y repudio por quienes quisieron sacar tajada de una fecha que está grabada a fuego en el corazón de todos los chubutenses y particularmente de los descendientes de galeses. Una indignación que seguramente se va a expresar en las urnas dentro de un par de semanas, cuando a Das Neves le toque pagar las consecuencias de las ambiciones desmedidas de su proyecto familiar.
El Comodorense