El titular del Ministerio de Educación de la Provincia y funcionarios de su cartera encabezaron el acto por el cual se impuso el nombre “Amigos” a la biblioteca de la Escuela 736 de Madryn; presentó y entregó ejemplares del libro “Inacayal” a bibliotecas de la ciudad y comunidades de pueblos originarios.
El ministro de Educación de la Provincia, Rubén Zárate, acompañado de la subsecretaria de Coordinación Técnica y Operativa de Instituciones Educativas, Glasys Harris, y el director general de Escuelas Técnicas, Marcelo Galichio, presidieron el acto de imposición del nombre “Amigos” a la biblioteca de la Escuela 736 de Puerto Madryn, tras lo cual se concretó la presentación y entrega del libro “Inacayal” a la Comunidad Tehuelche-Mapuche y Pueblos Originarios.
La ceremonia, que dio inicio con el descubrimiento de la placa correspondiente a la imposición de nombre a la biblioteca, continuó con un acto formal en el salón de usos múltiples de la Escuela 736. Allí recibieron bibliografía algunas bibliotecas de escuelas provinciales, bibliotecas populares en la ciudad y representantes de media docena de comunidades de pueblos originarios.
En dicho marco, el ministro Zárate planteó que el acto “tiene mucho simbolismo, por un lado colocar el nombre ‘Amigos’ a la biblioteca de este establecimiento, refiriéndose a tres madrynenses”, Pedro Cantón, Luis Urtázun y Guillermo Zarlach, quienes “en la década de 1940 adquirieron un terreno y lo donaron para la construcción de la escuela. De ese esfuerzo ha surgido la posibilidad de que tengamos esta hermosa escuela con un altísima actividad académica y un buen proyecto pedagógico”.
Sobre el hecho, “los estudiantes quisieron recoger esa memoria y eligieron el nombre ‘Amigos’ para la biblioteca, con el objetivo de que se perpetúe ese recuerdo como un buen gesto que tuvieron esos ciudadanos de Chubut y Madryn, ya que aportaron su esfuerzo para que esto ocurra”.
Por otro lado, “en una actividad no menos importante, hicimos entrega a bibliotecas populares, a la de este establecimiento, a comunidades originarias de la provincia y residentes en la ciudad, de un libro que hemos publicado desde el Ministerio de Educación referido al Cacique Inakayal, a todo el proceso de recuperación de sus restos -el que fue mutilado e intervenido científicamente por un lado y desplazado por parte de la guerra-, los que fueron restituidos en el año 2014, en un acto muy simbólico para la provincia”.
“Quisimos rescatar el protagonismo que tuvieron los chicos de la Escuela de Aldea Epulef y de otras comunidades de pueblos originarios, las que ahora tienen educación intercultural bilingüe, chicos que hicieron cartas, notas y dibujos” en la campaña de pedido para lograr la restitución de los restos. “Todo fue recopilado en un libro para que se perpetúe para la educación de Chubut y de los pueblos originarios”, relató el ministro.
El funcionario también aludió a las palabras que mencionó el lonko Lucas Antieco, quien durante su alocución hizo especial reconocimiento al esfuerzo del Gobierno Provincial en el proceso de restitución de los restos de Inakayal, respecto de lo cual el ministro de Educación señaló que “a veces las sociedades tienden a olvidar la memoria histórica, lo que nos lleva a no reconocer a veces la existencia de sufrimiento, alegrías, luchas y que muchos de los derechos que hoy disponemos surgen de luchas y tragedias como la del cacique Inakayal”.
En su opinión, “eso hay que reconocerlo, de lo contrario no seremos capaces de agradecer a todos aquellos que se han esforzado para que hoy, en este presente, tengamos democracia, derechos y hasta educación intercultural bilingüe, como uno de los grandes emblemas de la educación de la Provincia del Chubut y que se ha puesto en marcha durante estos años. Tiene que ver con reconocer en profundidad nuestros orígenes, reconocer todo aquello que hace a recuperar nuestros orígenes, que ha habido situaciones trágicas en nuestros orígenes, como que el cuerpo de un cacique, referencia para todo un pueblo de la región, haya terminado como objeto de estudio científico, producto de una decisión anterior de situaciones de guerra, en la cual la represión hacia los pueblos fue muy alta, y particularmente hacia el propio cacique Inacayal”.
Finalmente, Zárate planteó que “en este rescate, lo más emocionante es la participación de todos los chicos y las propias comunidades originarias, que le dan sentido a esta acción que hacemos desde el Ministerio. Ha sido muy reconfortante y nos anima a seguir insistiendo en que estas líneas de trabajo son las correctas”.