Después de una interrupción por cuestiones operativas, La Trochita retomó sus viajes turísticos entre las estaciones Esquel y Nahuelpán (18 km). Hoy partirá a las 10 y, como siempre, sus vagones volverán a colmarse de visitantes con la expectativa de revivir este viaje por la historia.
Es que el trencito patagónico es un verdadero museo andante, ya que su estructura y vías sobre las que circula son una reliquia.
Partiendo desde Esquel, la formación comienza a traquetear y emprende un recorrido serpenteante por la caprichosa geografía lugareña, trepando incluso una cuesta que permite una vista del valle, donde pastan las ovejas, caballos y vacas.
Luego de andar algunos kilómetros se arriba a la comunidad mapuche de Nahuel Pan. Por los alrededores, y en forma muy dispersa, habitan los nativos dedicados principalmente a la actividad pastoril y a las artesanías en telar y madera que venden a los excursionistas (imperdibles las tortas fritas).
La excursión dura aproximadamente tres horas. Entre fotos y selfies, los pasajeros saturan de preguntas a los guardas vestidos a la vieja usanza, vivencian aquellas anécdotas de mochileros tocando la guitarra rodeando la salamandra alimentada a carbón de piedra, donde los paisanos calentaban su olla de comida para matizar las largas horas de un viaje que unía –hasta los 80– parajes y pueblos tan remotos como Leleque, Mayoco, Ñorquinco o Cerro Mesa.
Con su trocha “económica” de sólo 75 cm, La Trochita recorría 402 km entre Ingeniero Jacobacci y Esquel. Se gestó desde 1909 (bajo el impulso de Ezequiel Ramos Mejía), con la premisa de consolidar poblaciones y transportar productos agropecuarios (atraviesa íntegramente las estancias inglesas –hoy Benetton– de norte a sur), además de las cargas comerciales de una franja cordillerana que se extendía por las provincias de Río Negro y Chubut. A El Maitén llegó en 1942 y a Esquel en 1945.
Las tarifas
$ 580 sale el paseo. $ 350 para argentinos, $ 220 jubilados y universiarios y $ 150, menores.
A fin de mes el segundo recorrido
El segundo recorrido, entre El Maitén y el paradero Bruno Thomae se reactivará “antes de fin de mes”, según el gobierno chubutense.
Hasta octubre, Esquel ofrece además la posibilidad de esquiar “con excelente nieve” en La Hoya (pase diario $ 400).
Amantes de los trenes de todo el mundo llegan a este rincón del sur para conocer el Viejo Expreso Patagónico.