El Informe «D», un documento que está en desarrollo y circula en algunos despachos de la Legislatura del Chubut, sigue arribando a conclusiones parciales, que sin embargo permiten entender por qué el IPV es reticente a facilitar el acceso a la información.
Ocurre que hay muchas acciones de gobierno de estos últimos doce años que en principio aparecen con «irregulares», para no ser tan contundentes y ya asegurar que casi todos esos actos son casos de corrupción. Ahora se entenderá por qué el Instituto retacea, segmenta y hasta oculta información. Cuanto menos se sepa públicamente más impunidad a lo mucho de «irregular».
Lo que el viento no se lleva son las palabras escritas. Palabras y números. En muchos casos los números del IPV ya han demostrado un comportamiento arbitrario y dudoso en lo actuado en estos últimos doce años.
Algunos ejemplos y muy recientes. El 26 de enero de este año el Presidente del IPV Juan Martín Bortagaray elevó respuesta a un Pedido de Informe de la Diputada Gabriela Marisa Dufour, del FpV, En el folio 1 de 15 páginas del documento aparece el detalle de las 2.784 viviendas «programadas» para el 2017.
A la Zona 3 del IPV, que comprende a Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Sarmiento, Río Mayo y Río Senguer, citando solo las más grandes, el IPV de Das Neves les programó para 2017 la escasa cantidad de 619 viviendas.
A la Zona 1 del IPV, que abarca a Trelew, Pto. Madryn, Rawson, Gaiman, Dolavon y Camarones, mencionando solo las más grandes, el Instituto les programó 1.345 casas.
Según el Censo de Población y Vivienda del año 2010, que es la referencia que dice utilizar el IPV para la asignación de planes habitacionales, en la Zona 3, la de Cro. Rivadavia, habría 201.746 habitantes. Los anotados Oficialmente en el Registro del IPV son 14.090 vecinos en esa zona.
En el Caso de las ciudades que están comprendidas en la Zona 1 la cantidad de habitantes en 2010 sumaban 224.542 chubutenses, los anotados en el Instituto son 13.114 ciudadanos, y las casas programadas 1.345 unidades.
En resumen en la Zona 1 hay 976 inscriptos menos que en la Zona 3, pero tienen «programadas» 726 viviendas más que en el Sur de la Provincia. O sea, menos anotados pero más viviendas para distribuir.
Un dato que falta saber y que fuera solicitado como parte de otro Pedido de Informe de la Dip. Dufour que aun no fue contestado, es si realmente es cierto lo que afirma el Delegado del IPV en Cro. Rivadavia, el Sr. Daniel Carrizo, que dice públicamente que en esa ciudad los inscriptos son 19.200 postulantes. Si se comprobara como verdadero, en la Zona 3 habría entonces 20.688 anotados y solo 619 viviendas «programadas».
De las 1.345 unidades previstas para la Zona 1, la de Trelew, 875 casas son para Entidades Intermedias, y solo 470 Viviendas Sociales para los Pobres.
De las 619 «programadas» para la Zona 3, la de Cro. 421 viviendas están destinadas a Entidades Intermedias, y nada más que 198 como Viviendas Sociales para los Pobres.
El gobernador Mario Das Neves en la apertura del 45° Período de Sesiones Ordinarias de la Legislatura del Chubut, dijo: ”Les pido a todos el esfuerzo compartido para que en esta provincia rica y venturosa no haya pobres ni desesperanzados”.
También, citó a Evita , pero no lleva a los hechos el mensaje de la «abanderada de los humildes», y en el IPV de Das Neves la distribución de viviendas en lugar de dar prioridad a los más pobres, a los más necesitados, por el contrario se sigue favoreciendo a los que más tienen.
La Ley XXV N° 54, que Das Neves se resiste a respetar, terminaría con las distribución arbitraria de planes habitacionales y se debe exigir su cumplimiento.
Cierto es que además es necesario reglamentar el mecanismo para cuotificar las unidades que se construyan de ahora en más para Viviendas Sociales, destinadas a los más Pobres y que cantidad de casas se ejecutarán para Entidades Intermedias.
De más está decir que también es imperativo que se cumpla con la Ley XXV N° 5, y se realicen Sorteos Públicos a la hora de la preadjudicación de inscriptos en el Instituto Provincial de la Vivienda, y terminar con los procedimientos arbitrarios actuales que son propicios para convertirse en actos de corrupción.
Por Luis Dupuy