CONTRA UNA FORMA CORRUPTA DE HACER POLITICA
Con la misma bronca y repudio que sentirán muchos de nuestros vecinos y vecinas de Trelew, nos sentamos a pensar sobre los hechos de corrupción que sacuden a nuestra provincia y compartimos con ustedes algunas reflexiones urgentes. Estos hechos reafirman nuestra posición como partido, de recuperar la honestidad como valor político y de garantizar la participación ciudadana en todos los estamentos de control que tiene el Estado.
Lo primero que nos nace es un sentimiento de enojo, más no de asombro. Y ello porque estos hechos de corrupción que, hasta hoy, involucran sólo a Diego Correa y sus ya conocidos consortes de causa, no pueden comprenderse sino como parte de algo más estructural.
Respecto de las responsabilidades penales, aspiramos a que esta investigación avance lo más rápido posible y se llegue hasta las últimas consecuencias. Debemos confiar en una acción rápida y decidida del Ministerio Público Fiscal a quien le exigimos ejerza su rol sin reparos con nada ni con nadie, para que prime la verdad y la justicia, como forma de reparación frente al ultraje cometido.
Entendemos que estos acontecimientos no son aislados, sino parte de la matriz política reinante hace décadas en la provincia, sólo que en este caso fueron encandilados por la luz de la justicia. Lejos de relativizar la magnitud del desfalco, no podemos dejar de señalar que los hechos exceden a un grupo de personas o a un partido político. A los sucesos se suma al silencio cómplice de otros actores políticos que especulan con el sainete, lo cual nos confirma algo que sospechamos desde hace tiempo: es la práctica habitual de una casta política atornillada al Estado, consistente en arrasar con los bienes públicos y los bienes comunes. Importantes dirigentes políticos de nuestra ciudad y de otras ciudades, que pretenden seguir gobernando en la Provincia, permanecen como espectadores y se callan frente a estos gravísimos hechos.
Dicho hábito tiene dos grandes ramificaciones: es forma de construcción política, en tanto les permite hacerse del dinero para competir en elecciones pagando las voluntades que no pueden convencer con propuestas. Pero a su vez, funciona como agencia de oportunidades: la posibilidad de enriquecerse personalmente, sea captando dinero o favores que de otra forma resultarían imposibles. Esta mecánica, a su vez, implica la necesaria connivencia de funcionarios públicos y agentes privados, pequeñas y grandes empresas locales, que esperemos también sean alcanzadas por las investigaciones judiciales en marcha.
En el caso puntual, hemos sido testigos de la inoperancia de cada una de los mecanismos de control que posee el Estado para prevenir y sancionar hechos de corrupción como los que han saltado a la escena pública: Fiscalía de Estado, Asesoría General de Gobierno, Tribunal de Cuentas, Oficina Anticorrupción, por mencionar algunos, han fracasado en su rol y ello nos obliga a repensarlos integralmente. Desde el PARTIDO MUNICIPAL POR TRELEW nos hemos caracterizado, por alzar la voz en diversas oportunidades en las que se han seleccionado personas en áreas claves del Estado. Bregamos en cada uno de los casos por concursos de antecedes e idoneidad para acceder a los cargos y mayor participación ciudadana en los procesos de selección. El esquema actual prima donde el amiguismo y la elección discrecional de los políticos de turno, representa en los hechos una garantía de impunidad. Lo acontecido recientemente es revelador en este punto.
Ahora bien, creemos que el repudio generalizado de nuestra sociedad hacia quienes lucran con el patrimonio de todxs los chubutenses, lejos de despolitizar, tiene que funcionar como un gran disparador para repensar nuestro compromiso político. No hay soluciones mágicas ni grandes iluminados que lo hagan desinteresadamente por el resto. Está en nosotrxs, y a eso los invitamos. Si no nos involucramos como sociedad, para denunciar y desarmar estos entramados, que representan una forma nefasta de hacer política, difícilmente se pueda potenciar un pensamiento creativo que permita restablecer la capacidad transformadora de la política al servicio del bien común.
Junta de Conducción
Partido POR TRELEW