Se trata del empresario Juan Carlos De Goycoechea, ex directivo del Grupo Isolux Corsán S.A que tuvo en Chubut la adjudicación de la autovía de la ruta 3 Trelew – Puerto Madryn conocida como la doble trocha que se comió a varios empresarios gigantes y parece estar maldita.
Cambio de rol en los #CuadernosK: uno de los empresarios detenidos pidió declarar como arrepentido
Qué pasó
El empresario Juan Carlos De Goycoechea, ex directivo del Grupo Isolux Corsán S.A., pidió declarar ante la Justicia como “arrepentido” en la megacausa conocida como “Cuadernos K”. Se había entregado en el mediodía de este viernes.
Cómo sigue
Fuentes judiciales no dieron detalles de su aporte en la investigación, pero todo hace sospechar que habría acercado elementos de interés para la causa. Las fuentes consultadas señalaron que el acuerdo podría ser homologado el lunes próximo.
De qué se lo acusa
Goycoechea está apuntado por hacer supuestos pagos irregulares a Roberto Baratta, el segundo de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación y jefe del chofer Oscar Centeno, que fue el que desencadenó la investigación a raíz de sus anotaciones.
Cómo venía la mano
Noticia se conoció esta misma noche luego de que Centeno sellara el acuerdo y quedara en libertad bajo régimen del Ministerio de Justicia.
Una larga historia
La doble trocha entre Trelew y Puerto Madryn tiene una larga historia de incumplimientos, demoras, idas y vueltas. La obra fue licitada en cuatro oportunidades desde que se definió su construcción en 2005.
La primera licitación, en el año 2006, se declaró fracasada por precios excesivos. La segunda fue en el año 2007, mediante la cual se adjudicó la ejecución de los trabajos a la firma Kank y Costilla –vinculada al empresario ahora detenido, Lázaro Báez- y quedó en un 60%. Fue abandonada por la empresa en 2011.
En 2015, durante la gestión de Martín Buzzi, se intentó junto a Vialidad Nacional relicitarla dividida en cuatro secciones, pero tampoco la tercera fue la vencida y también terminó en fracaso.
La cuarta fue el fallida contrato con Corsán Corviam.
Ahora esta adjudicación directamente a las constructoras comodorenses Edisud y Rigel, este sería el quinto intento por terminar una obra emblemática que parece tener en su recorrido a los empresarios más polémicos de Argentina.