El ex secretario de la Unidad Gobernador Diego Lüters relató en una audiencia realizada en la Oficina Judicial de Rawson este viernes cómo fueron los pagos de “retornos de la obra pública”. En el marco de la causa “Revelación”, apuntó contra el ex secretario privado del gobernador, Diego Correa, y relató que con el certificado de orden de pago se llamaba al ex ministro de Economía Pablo Oca y que Correa cerraba el grifo y obligaba a empresas a tener que sentarse con él. Dijo que las reuniones con empresarios eran “en una oficina contigua a la de Correa” y aseguró que el ex secretario privado del gobernador tenía “colaboradores en Comodoro (y otras ciudades) para la recaudación”.
Aclaró que “después acá empieza lo que es la parte de lo que entiendo que eran los retornos que entregaban las empresas constructoras hacia Diego Correa”. Precisó que “una vez ingresado a la oficina encuentro un escritorio con demasiados papeles, carpetas, sin saber cómo ordenarlo y armarlo y me entrega a mí una cierta cantidad de cheques donde me pide que le haga otra planilla más. En esa planilla que armo con los cheques se mencionaban las empresas, el banco emisor del cheque, el monto, la fecha de vencimiento y por mi conocimiento bancario le ponía en otra celda si era para cobro por ventanilla o era para ser depositado en cuenta corriente”.
Relató que “tanto los cheques y las reuniones que mantenía con empresarios eran en una oficina contigua a la oficina de él, que está en el pasillo de los gobernadores”.
Lüters presentó “una copia de parte de los cheques que se recibían” y aclaró: “cuando digo lo de retornos y por qué me doy cuenta o él me dice que esto era de la obra pública es porque si bien los cheques eran todos emitidos para empresas constructoras era porque ya él necesitó que yo le vaya armando las diferentes planillas y me fue explicando un poco más cómo era el mecanismo. Por eso me mandaba constantemente mensajes de Whatsapp con números de órdenes de pago o me decía que iba a venir una persona X que era dueña de una empresa constructora y para que no quede registro en Casa de Gobierno en el ingreso por Vachina y Belgrano yo salga al pasillo y avise a los policías que iba a ingresar por la peatonal Fontana, por donde pueden ingresar sólo el gobernador y los funcionarios, para avisar que iba a ingresar alguien a ver a Diego Correa”.
Sobre una reunión mantenida con el empresario Patricio Musante, dijo que “él les comunicó que todo iba a seguir igual, que no iba a haber cambios en la metodología, que les entregaba su número de teléfono para que cualquiera que necesite lo empiece a llamar”.
“Entiendo yo ahora que es el retorno de la obra pública y que en esa reunión lo que transmite es que hablen con los empresarios para que se vuelva a fijar el sistema ya que iba a estar él, Diego Correa, a cargo de toda la operatoria”, agregó el exfuncionario detenido.
“Lo que se habló y termino ubicando en la planilla que mencioné es que se iba a cobrar el 3% para la obra vieja y el 5% para la obra nueva, lo que se subdividía en el 2,5% si era en efectivo y 3% si era cheque y un 4,5% en efectivo y un 5% si era obra nueva”, especificó y detalló que “obra nueva era lo que se iniciaba en este tercer mandato del gobernador” Das Neves.
“En Comodoro Rivadavia y Esquel tenía una suerte de colaboradores para la recaudación del efectivo o cheques que le entregaban las empresas que se hacían en la oficina contigua al pasillo de la privada del gobernador”, contó Lüters.
El exfuncionario dijo que “en algunas oportunidades cuando se iba el gobernador a las 14 o 15 horas (Correa) me pidió que vaya al despacho con su mochila o alguna bolsa y me pedía que saque lo que había ahí. Si bien en algunas oportunidades eran sobres, en otras era dinero en efectivo, que lo agarraba, lo guardaba, se lo llevaba a su oficina y se lo entregaba a él”.
“En la gran mayoría de los cheques aparecen las firmas de los choferes”, detalló y añadió que Correa “me pidió a mí y en alguna oportunidad accedí” pero “yo no era partícipe de ir a cobrar (los cheques). Él siempre decía que no importaba, que vaya y se cobren, lo que generó una especie de discusión con Diego”, añadió en su declaración.
“Como el flujo de gente que ingresaba y salía a la oficina del gobernador era bastante siempre me daba los cheques a mí y yo le decía a alguno de los choferes o al cadete que fueran, los mandaba por orden de Diego al Banco del Chubut, hacían el cobro por ventanilla y me traían el dinero en efectivo a mí. Yo simplemente lo guardaba en el cajón o en la famosa mochila”, relató Lüters y agregó que “cuando él quedaba solo en el despacho ingresaba y le entregaba el dinero”.
Sobre los montos de los cheques, mencionó que “él lo que les pedía a las empresas es que sean inferiores a $50 mil para que puedan ser cobrados por ventanilla. Si eran mayores a ese monto lo depositaba en la cuenta corriente de dos empresas de él. Si los cheques eran mayores a $50 mil “me pedía que le saque una fotocopia y que en la planilla se los marque y ponga que se los había entregado a Federico Piccione, de Comodoro Rivadavia)”.
“Al principio lo venía a ver a Diego como una amistad y al tiempo ya era más seguida su visita a Casa de Gobierno,aproximadamente una vez por semana”, sumó el ex funcionario de la Unidad Gobernador y aclaró que su trabajo “no era opinar ni decidir nada en Casa de Gobierno sino simplemente hacer lo que Diego me pedía”.
ADN Sur