Un buque hidrográfico argentino tuvo que desviarse hacia 40 kilómetros cerca de las Islas Malvinas por las condiciones climáticas y las autoridades británicas salieron a interceptarlo.
El ARA Puerto Deseado se tuvo que acercar a la zona marítima que se encuentra controlada por los ingleses y, cuando llegó a esa área, apagó su sistema de identificación satelital, para evitar ser localizado, según informó el medio H I Sutton.
Sin embargo, las autoridades británicas intentaron interceptarlo y hubo tensión con los tripulantes argentinos. Un buque militar británico se dispuso en la dirección en la que se encontraba el barco albiceleste, pero éste finalmente retomó su camino original.
Según informa Todo Noticias, las autoridades argentinas negaron haber desconectado el sistema de identificación satelital y explicaron que se desviaron de su camino original por una fuerte tormenta.
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