El INDEC dio a conocer este jueves la variación de precios al consumidor. El indicador promedio para el país fue del 3,2%, con una fuerte alza en los productos que componen la canasta básica. Para la Patagonia, según el organismo, la inflación de noviembre fue del 4,2%.
La Patagonia tiene una vez más el adverso privilegio de liderar los aumentos de precios: 4,2% en noviembre. En la comparativa interanual (noviembre de 2017), la región acumuló 50,4%, casi tres puntos porcentuales por encima del nivel país. Los rubros con mayores incrementos son, según datos oficiales, Transporte 73,4%; Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles 69,5%; Equipamiento y mantenimiento del hogar, 57,0%; Bienes y servicios 52,3%, y alimentos y bebidas no alcohólicas 50,8%.
El acumulado para el país desde noviembre del año pasado fue del 48,5%, y de 43,9% en los 11 meses corridos de este año. Según consultoras privadas 2018 cerrará con los niveles inflacionarios más altos desde 1991, en torno al 47%.
A comienzos de año las expectativas inflacionarias fijadas por el gobierno en el Presupuesto para todo 2018, eran del 10%.
El IPC de octubre había marcado en el país un alza promedio del 5,4%, redondeando el 45,9% en 12 meses sucesivos desde octubre de 2017, empujada por los incrementos de las tarifas de los servicios públicos, combustibles, prepagas e indumentaria.
En la Patagonia la inflación acumulada para los 10 primeros meses de 2018 había alcanzado el 40,8%. Vale decir que la región fue la que más sintió los incrementos el mes pasado, por encima del promedio país y del Gran Buenos Aires que rondaron el 39%, circunstancia que se repite en noviembre.
Según lo interpreta el Gobierno, la inflación es la principal variable de ajuste de la economía. La constante retracción en el consumo verificada mes a mes por el aumento de precios, estiman en la Casa Rosada, provocará una desaceleración inflacionaria, tal como comienza a verificarse con la medición de noviembre dada a conocer por el INDEC esta tarde.
Pobreza e indigencia
El esquema económico planteado por el Gobierno Nacional tiene sin embargo un costado dramático e inmediato con el aumento de la pobreza y la indigencia.
De acuerdo a las mediciones publicadas esta semana por el Observatorio de Deuda Social de la UCA, la pobreza en la Argentina alcanzó al 33,6% de la población durante el tercer trimestre de 2018. Los números son los peores medidos por el organismo durante los últimos 10 años. Con 13,6 millones de pobres, el gobierno de Mauricio Macri alcanzó el mayor incremento de este indicador durante su gestión.
Siempre según las estimaciones de la UCA, los sectores más afectados pertenecen a la clase media no profesional, que llegaron al 8,1%, y a la clase obrera, que alcanzó el 43,3% de trabajadores empobrecidos. En cuanto a la indigencia, la más golpeada fue la clase trabajadora marginal (trabajo episódico, inconstante, en negro), que llegó al 19,6%.
Por sector etario el Observatorio alertó que el 51,7% de los niños hasta 17 años es pobre y el 10,9% es indigente.
La tendencia de acuerdo a las previsiones de la UCA continuará profundizándose. Las condiciones económicas críticas se agudizarán exhibiendo un incremento en el avance de la pobreza estructural.