Las consecuencias de las políticas recesivas implementadas durante los últimos tres años se conjugaron con la crisis petrolera para destruir 27.255 puestos de trabajo privados y en blanco en la Patagonia. Salvo en Neuquén, que sobrellevó la situación gracias al impulso de Vaca Muerta, todas las demás provincias perdieron una gran cantidad de trabajo genuino.
Desde octubre de 2015 y hasta octubre de 2016 se destruyeron 27.255 puestos de trabajo en el sector privado formal de la Patagonia. Así surge de los datos aportados por el SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) que depende de cartera de Trabajo nacional. Dicho panorama significó un achicamiento del 6,4% del empleo regional en el período de tres años.
Hasta agosto pasado, los números oficiales mostraban que se venía produciendo una tenue recuperación respecto del año anterior; pero esa tendencia se rompió durante los meses de septiembre y octubre, ya que volvió a declinar el trabajo privado posicionándose por debajo de los empleos registrados en 2017 durante esos dos meses.
Neuquén, la excepción
De las cinco provincias patagónicas la única que no padeció las mismas penurias en el empleo privado fue Neuquén, la que por el impulso dado a Vaca Muerta consiguió escaparle a la marcada declinación y cerró los tres años con resultados positivos que le posibilitar sumar solamente 1.918 puestos de trabajo a lo largo de tres años; de no haber sido por la actividad petrolera no convencional neuquina los resultados regionales serían aún más lapidarios.
La más grande pérdida de empleo privado en la Patagonia se produjo durante el primer año del macrismo, ya que los puestos de trabajo destruidos fueron 22.927, reflejando la combinación de la primera recesión del Gobierno de Cambiemos con los coletazos de la crisis internacional de crudo.
Con un barril que había declinado a la mitad de su valor, los subsidios a la industria petrolera para sostener el precio interno no lograron evitar los despidos en el sector; a los que se sumó una oleada de cesantías generadas en el resto de los sectores privados como consecuencia del achicamiento de la economía –según publica El Extremo Sur-.
Santa Cruz, la más afectada
Las peores consecuencias de las políticas macristas se produjeron en la provincia de Santa Cruz, donde el empleo privado cayó en 9.076 puestos de trabajo desde octubre de 2015 y hasta el mismo mes de este año. De tamaña cantidad de empleos destruidos en entre los trabajadores santacruceños, 6.654 fueron despedidos en el primer año de Cambiemos, 634 en el segundo y otros 1.788 en el tercero. Esa enorme expulsión de empleados significó en tres años un achicamiento del 14% en la cantidad de trabajadores privados existentes en la provincia.
Un proceso similar atravesó la provincia de Tierra del Fuego que en el período analizado se destruyeron 6.843 puestos de trabajo privados y mostrando una caída del 16% a lo largo de tres años. Al igual que en el caso anterior, la mayor cantidad de despidos se produjo en el 2016 con 5.100 trabajadores menos, alcanzando solamente a 50 despedidos en el 2017 y elevándose las cesantías a 1.693 durante el último año.
En función de la cantidad de empleos destruidos el tercer escalón le correspondió a la provincia de Río Negro, donde se perdieron en tres años 6.890 puestos de trabajo privados; lo que se tradujo en un achicamiento del 6,5%. Entre los despidos rionegrinos la mayor proporción se suscitó en 2016 con 3.593 cesantías, seguidas por 1.569 en el 2017 y otras 1.728 en el tercer año de la gestión Cambiemos.
Sacudón en Chubut
La provincia de Chubut no logró escaparle al sacudón laboral generado por el macrismo y en los tres años analizados perdió 6.364 puestos de trabajo privado, lo que representó un achicamiento del 6,3% de los empleos existentes desde octubre de 2015 hasta octubre de este año. Como en todos los demás casos, el trance más duro se produjo en 2016 con 4.366 despidos, una leve recuperación de 144 empleos en 2017 y una nueva caída en el último año que se tradujo en 2.142 cesantías.
Finalmente surge el caso de Neuquén, que es el único que concluyó el período con datos positivos, aunque los 1.918 nuevos empleos privados representaron solamente 1,7% más que en octubre del 2015. A pesar de que Vaca Muerta venía teniendo un fuerte impulso, en el primer año de Macri se produjeron 3.214 despidos entre los trabajadores neuquinos; situación que se revirtió en el segundo año con la sumatoria de apenas 308 empleos y recién en el tercer año se generó un fuerte impulso que terminó sumando 4.824 puestos de trabajo en dicha provincia.
El Comodorense