La Torta Galesa, al contrario de lo que su nombre parece indicar, no vino de Gales. En realidad, es todo un símbolo de la fuerza con la que colonos galeses que llegaron al Valle del Río Chubut, enfrentaron las dificultades que les interpuso el medio ambiente. Hoy es un producto típico de la Patagonia Argentina, más precisamente de localidades como Trevelin, en la provincia de Chubut.
La particularidad que tiene esta torta es que se conserva por mucho tiempo (incluso años) fuera de la heladera, de tal modo según cuenta la historia, que el piso más pequeño de los pasteles de boda se hacían con esta torta a efectos de que los novios lo reservaran para cuando cumplieran un año de matrimonio y pudieran celebrar comiendo un trozo del pastel de su boda.
Historia y leyenda
Esta torta según cuenta la historia fue creada por los inmigrantes galeses llegados en 1865 a estas tierras del sur de Argentina, que ante la falta de recursos pero con mucha creatividad crearon este manjar, que se puede degustar en alguna de las casas de té.
El 28 de julio de 1865 en el velero Mimosa, llegaron a las costas de Chubut con 153 pobladores entre hombres y mujeres, provenientes del Condado de Madryn, en el País de Gales. Ellos querían huir del acoso inglés y mantener sus tradiciones, cultura y religión. Nada fue fácil para los pioneros que debieron enfrentar muchas cosas, como la escasez de alimentos. Así las mujeres hacían malabares para hacer rendir los pocos alimentos que tenían. Entonces cuenta la leyenda que un grupo de mujeres que se reunían para tomar el tradicional Te Gales, empezaron a mezclar los ingredientes que tenían a mano: harina, azúcar negra, nueces, frutas que habían sido azucaradas para conservarlas, miel, etc. El resultado fue una torta que tenía dos propiedades fundamentales: un alto valor calórico y una larga durabilidad. Una tradición más se había agregado a las que traían de Gales, la de la Torta Negra.
Cada familia tiene su receta y su “ingrediente secreto” para darle el gusto particular. Pero al margen de eso, hay una receta establecida, en la que lo más importante es el cuidado y el tiempo que se le dedique a cada uno de sus ingredientes. Se podría pensar que la conservación se debe a un escaso contenido de humedad o al agregado de algún conservante, pero es todo lo contrario, es una torta bastante húmeda sin más conservantes que los mismos ingredientes.
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