La cuarta marcha en El Bolsón que buscaba denunciar la apropiación ilegal de Lago Escondido se encontró con patotas y policías de la provincia; amenazas, al servicio del magnate Joe Lewis.
El 6 de febrero pasado se dio inicio a la cuarta marcha por la soberanía de Lago Escondido, acción impulsada por organizaciones sociales como la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA), que busca denunciar la apropiación del lago y de 12000 hectáreas alrededor de éste desde 1996.
La empresa Hidden Lake, propiedad del magnate británico Joe Lewis, la séptima persona más rica de Inglaterra, viene impulsando negociados a través de testaferros como el loteo inmobiliario de Pampa de Ludden rechazado ampliamente en sucesivas ocasiones por la comunidad de El Bolsón.
La marcha «por la soberanía» se encontró con accesos cerrados, personal de la seguridad privada de la empresa y policías provinciales. Con un hostigamiento constante y amenazas de muerte mediante, un grupo logró llegar al lago donde la patota de Lewis incrementó su acoso. El punto más crítico fue cuando dos personas de la marcha cruzaban el lago hacia una isla y la seguridad de Hidden Lake los envistió con una lancha provocando que el kayak en el que se trasladaban se diera vuelta y estos cayesen en el agua fría. Al mismo tiempo les hacían comentarios como si «saben qué es morir por hipotermia», en clara alusión al asesinato de Santiago Maldonado.
Otro grupo de manifestantes fueron detenidos por varias horas, entre amenazas y maltratos en la segunda tranquera del camino de entrada desde la ruta 40, nada muy distinto a un secuestro, que fue lo mismo que le sucedió al movilero de CQC cuando intento entrar a la propiedad, otro hecho muy conocido.
Ante esto Laura “Xiwe” Santillan -candidata a legisladora en Rio Negro por el Frente de Izquierda- señaló: «La patota de Lewis va más allá de su seguridad privada, los gobiernos cómplices avalan sus negociados y ponen a la policía y la justicia a su servicio» y agregó «El gobierno de Weretilneck es cómplice de las vejaciones que estas personas sufrieron».
La evidente connivencia de Lewis con el poder político, quedó evidenciada en la cadena nacional en la que Macri habló de él como si de un millonario filántropo se tratara. Poco después vacacionó en su mansión en a orillas del Lago Escondido. CFK se trasladó en el helicóptero de Van Ditmar, el agente local de Lewis, durante su visita en 2014 a la planta de INVAP en Bariloche, y no denunció a Lewis siquiera cuando se conoció que desde su propiedad en Sierra Grande se realizaban vuelos particulares hacia Las Malvinas.
Los lazos que unen a Lewis con todos los gobiernos son muy explícitos en El Bolsón. “Cacho” Romera por la UCR, fue un férreo defensor del magnate británico durante su gestión municipal; Juan Carlos “el Chaqueño” Martinez de CAMBIEMOS, turbio empresario local que se reivindicaba jefe de seguridad de Hidden Lake en ediciones anteriores de la marcha; el actual intendente, Bruno Pogliano de JSRN, ex-contador de Hidden Lake y firme defensor de la central eléctrica que Lewis monto en Lago Escondido y de cuanto negociado beneficie a su mentor.
“Ahora Soria, Weretilneck y Matsen se proponen para seguir gestionando los negocios comunes de los ricos desde el gobierno de la provincia, siempre en beneficio de los intereses extranjeros y sus socios locales, en contra de las necesidades de las mayorías trabajadoras”, agregó Santillan.
Hace pocas semanas se conoció la exención impositiva resuelta por la Legislatura provincial por veinte años a Hidden Lake.
Los golpes que recibieron los y las integrantes de la marcha por la soberanía y la represión al pueblo mapuche son resultados de un Estado al servicio de propietarios como Lewis y Benetton. Para extranjeros de ese calibre no hay ley de soberanía que valga. En una situación como esta es cuando más se necesitan bancas en diputados que denuncien este entramado de relaciones que solo traen conflictos para el pueblo trabajador.
Como destacó la candidata a Legisladora del PTS en el FIT “Hace años que los Lewis de la provincia y sus agentes vienen conviviendo con políticos que les aseguran enormes negocios y absoluta impunidad. Es la casta que quiere atornillarse al poder para continuar con este esquema en beneficio de las minorías. Es hora de dar vuelta todo y que la enorme mayoría de la población imponga una salida de fondo a los problemas del acceso tierra, la vivienda, los servicios públicos y los recursos naturales.”
La Izquierda Diario