La secretaría de Energía abre una consulta pública en la que incluirá también el interés de las operadoras en la construcción de un gasoducto que une Vaca Muerta con Rosario.
El 2018 había cerrado como el año del gas. Por primera vez en casi una década la producción dio una vuelta de tuerca al declino que arrastran los campos convencionales y, de la mano de Vaca Muerta, el año culminó con un incremento general en la producción del 5%.
Pero a fines de enero el recorte dispuesto por el flamante secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, a los subsidios al gas no convencional de la Resolución 46/2017 cayó como un baldazo de agua fría a un sector en el que la seguridad jurídica es esencial.
En el mismo encuentro en el que Lopetegui le informó a las petroleras que sólo se subsidiaría la producción esperada y que no ingresarían los doce desarrollos que estaban en espera, el funcionario también anunció que prepara un nuevo plan para incentivar la producción en los meses de invierno que, casi sin pensarlo, llamó la “Resolución 47”.
Ese plan será, en realidad, una subasta especial en la que se buscará colocar producción local para desplazar las importaciones de GNL y que en los próximos días será puesto a consideración de las operadoras por medio de un sistema de consulta pública.
Según informó Nación la subasta no implicará un costo fiscal porque el gobierno no aportará un subsidio, como en la Resolución 46.
Ajustados por los recortes signados del Fondo Monetario Internacional (FMI) el plan se centra en poner en oferta un volumen de gas considerable para contratos de compra que se extiendan por tres o cuatro años, y bajo la premisa de igualar el precio del millón de BTU con el del GNL o un poco más, es decir doblando el valor que se pactó en la subasta para distribuidoras realizada hace pocos días.
Si bien el impacto de la crisis económica hace incierto saber cuál será la demanda que el país tendrá en este invierno que viene, en la subasta realizada días atrás el volumen colocado mostró que las distribuidoras fueron cautelosas y compraron menos de la mitad de lo que podrían llegar a necesitar.
La convocatoria nacional será lanzada antes de mediados de mes e irá acompañada por la otra pata que se necesita para apuntalar la producción de gas que es el proyecto para construir un gasoducto que vincule Neuquén con San Nicolás, en el cordón industrial de Santa Fe.
En este caso, no se tratará de una consulta pública lo que se lanzará sino de un registro de expresiones de interés para que las operadoras y transportistas dispuestas a invertir en su construcción y uso, levanten la mano.
El gasoducto en cuestión se sumará a los dos sistemas existentes y permitirá resolver el gran cuello de botella que hoy enfrenta la producción de gas, que es la llegada a nuevos mercados.
Pero la obra de más de 1.040 kilómetros de extensión demandará una inversión no menor a los 1.200 millones de dólares, un monto que no sólo choca con las elevadas tasas de financiamiento que se aplican en el país, sino que también hace dudar a más de un inversor ante el temor de que un nuevo cambio, como el de la Resolución 46, haga caer la producción.
Pero aún zanjada esta obra, la misma no estará lista al menos hasta 2021 por lo cual el sector requiere imperiosamente la apertura de nuevos mercados o alternativas de almacenamiento como la que Tecpetrol e YPF desarrollan en conjunto en Río Negro para acopiar gas durante los meses de calor en pozos depletados y extraerlo en el invierno.
Mientras ese proyecto avanza, las exportaciones son la principal salida y gracias a la Resolución 104/2018 se están concretando con Chile como principal destino en donde por mes se han inyectado cerca de 90 millones de metros cúbicos.
A esas exportaciones se sumará en pocas semanas más la puesta en funcionamiento de la barcaza licuefactora contratada por YPF para estudiar el verdadero potencial que tiene el gas de Vaca Muerta, que es abrirse camino hacia otros países por medio del GNL.
El recorte de subsidios llega a las eléctricas
Así como en enero el gobierno nacional resolvió cambiar la forma en la contabilizaba la producción que recibía el subsidio de la Resolución 46, la semana pasada la cartera de Energía de la Nación tomó una medida en el mismo sentido pero con otro de los sectores que acaparan gran cantidad de subsidios como son las empresas generadoras de energía eléctrica.
La medida, que en la práctica se traduciría en un achique de entre el 10 y el 20% de los aportes que reciben por el precio de potencia, impacta de lleno en el segmento del gas, pues desde la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica del país (Ageera) ya anticiparon que tendrán problemas para afrontar ampliaciones y modificaciones en instalaciones como las centrales térmicas.
Es que Nación además de reducir el valor que reconoce por la potencia, también pautó -según publicó Econojournal- que los pagos dejen de estar en dólares y se pesifiquen llevando a un ahorro en el año de hasta 400 millones de dólares para las arcas nacionales.
Por la Resolución 46 Tecpetrol ya presentó un reclamo administrativo como paso previo al judicial. Con las generadoras el panorama aún no es claro.
Río Negro