Con 43 años y después de 13 meses de inactividad, el Huracán de Trelew hizo 10 rounds sin despeinarse y con una clara diferencia de jerarquía con el sanjuanino Carlos «Bebe» Sardinez, 17 años menor, a quien el ex campeón mundial Mosca y Súper Mosca le ganó en las tarjetas por fallo unánime. «Si tienen un sueño, hay que luchar», dejó a modo de mensaje.
Omar Andrés Narváez dio una nueva exhibición de boxeo, a los 43 años (cumplirá 44 el próximo 7 de octubre), y después de 13 meses de inactividad.
En el gimnasio «Gigante Antonio Vizzolini» del Club Huracán de Tres Arroyos, el Huracán de Trelew marcó una clara diferencia de jerarquía al cabo de 10 rounds antes un rival 17 años menos, Carlos Luis «Bebé» Sardinez, al que le infringió su segunda derrota como profesional en 17 combates.
La leyenda chubutense se impuso de manera unánime, aunque los jurados no le regalaron nada. Por el contrario, las diferencias en las tarjetas fueron más ínfimas de lo que se vio arriba del ring. Dos tarjetas lo vieron ganaron por 97-93 y la segunda por 96-94.
El Enano se quedó con el título Gallo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y además de mantenerse invicto en el país (las únicas tres derrotas de su carrera fueron en el exterior), extendió su foja a 49 triunfos (25 KO), 3 perdidas y 2 empates en 54 combates profesionales.
En una clínica de boxeo
Narváez ejerció el dominio psicológico y boxístico del combate y lo que único que se puede objetar es que no lo definió antes del límite porque tuvo más certeza en los golpes, que potencia.
Lo elogiable sigue siendo, además de su repertorio boxístico, su impecable preparación física, lo que permitió sobrellevar a voluntad el ritmo de la pelea.
Con el correr de los asaltos, Narváez fue creciendo, poniendo el combate en una distancia media acorde a su comodidad, y marcando la agenda del desarrollo en base a su experiencia.
Recién en el octavo round Sardinez, ya con el aire cambiado, fue a buscar puntos con mayor convencimiento y no tanto orden y logró conectar algunos impactos, aunque fue mérito del «Enano» de neutralizarlo sin contragolpes rimbombantes, pero con buenos reflejos y juego de piernas.
Ya coronado campeón Latino Gallo de la FIB, Narváez señaló que «es un claro ejemplo para la juventud. El único secreto es entrenar, dedicarse. Si yo puedo con 43 años y 13 meses sin subir al ring, se puede. Sardinez tiene mucho para dar, le dije que siguiera entrenando, hay que luchar por el sueño».
Además reconoció que mira de reojo el ránking mundial supermosca: «hay muchos jóvenes y otros que están desde hace rato, algunos son unos campeonazos, pero tampoco fue me asustan».
En el otro tope central, el sorprendente crédito local y rankeando mundial Nº FIB, Gustavo Daniel «Eléctrico» Lemos (23 años / 22-0-0, 12 KO), venció por KO en el quinto round al experimentado venezolano Pedro Verdú (37 años / 28-20-4, 22 KO) y retuvo por tercera ocasión el cinturón latino ligero FIB.
El boxeador local derribó en tres ocasiones a su rival y marcó claras diferencias por las potencias de sus golpes, aunque sigue desnudando aspectos para corregir, como su falta de estrategia o «sus lagunas» que lo hacen descuidar su guardia.
En el primer combate televisado de la noche, el debutante local Joaquín Issel (Tres Arroyos) venció por nocaut técnico en el round inicial al chaqueño Fernando Ariel Rizo Patrón, a quien encontró con derechazo al rostro.
Si bien Rizo Patrón intentó continuar, su falta de respuestas ante los ataque de Issel hicieron que el árbitro detuviera la pelea.
Fuente: Radio 3