Macri y sus socios y amigos son los dueños de la energía que hicieron enormes ganancias por los tarifazos pero que nunca reinvirtieron. Las fugaron o las jugaron en la timba financiera. Hoy, millones de argentinos siguen sin luz por culpa de estos personajes.
No hace falta investigar demasiado para comprender claramente que el inédito e histórico corte de energía general que sufre aún por estas horas la Argentina, tiene responsables con nombres y apellidos.
Se llaman Mauricio Macri y sus socios y amigos Marcelo Mindlin y Nicolas Caputo, los dueños de la energía que se produce en el país. Pero esta afirmación ¿es sólo una suposición, una sugerencia, una sospecha?
No. Los datos duros y crudos lo sostienen y son el fiel reflejo de la verdadera crisis enérgética que vive hoy el país. Un país donde la demanda de energía de parte de la industria es el más bajo desde la crisis de 2001/2002.
No es verdad, como se pretendió afirmar durante el día de hoy, que la «falla» se podría haber generado por un exceso de demanda. Por la recesión, este año la demanda eléctrica ya se reduce 7,5% y es la menor desde 2015.
El gobierno afirma exultante que la Argentina se convirtió en un país exportador de energía. Es otra mentira. La exportación se explica por el sobrante producto de la caída de consumo de electricidad por estar parada la capacidad productiva en 40% .
Cuando Mauricio Macri asumió la presidencia, la capacidad instalada de producción industrial estaba casi en el 75 por ciento del total con una entrega de energía acorde a la demanda del sector.
Frente a ese panorama, Cambiemos inventó una crisis energética que no era tal para poder tener el argumento que justifique el aumento de las tarifas de la electricidad, históricamente subsidiadas para que todo el mundo pudiera consumir lo necesario y pagar una tarifa razonable.
Pero frente a todo esto ¿porqué decimos que Macri, Mindlin y Nicky Caputo son los verdaderos responsables de este insólito y bochornoso apagón del que aun el gobierno dice «no saber porqué pasó»?
Porque lo primero que se hizo desde el gobierno, en diciembre de 2015, fue impulsar la reconfiguración accionaria de las empresas productoras, transportadoras y distribuidoras de energía.
Eso significó que, por ejemplo, Yacilec, tenga hoy entre sus accionistas a la firma Sideco Americana, propiedad de la familia Macri. Esta empresa tiene a su cargo el transporte de energía desde Yaciretá.
O que por ejemplo Marcelo Mindlin, dueño de pampa Energía, tenga una porción accionaria de Transener, empresa que opera el SADI, que es nada más ni nada menos que el Sistema Argentino de Interconexión, que posibilita llevar la electricidad generada por las diversas centrales generadoras del país a todo el territorio argentino.
A su vez las empresas energéticas fueron entregadas por Macri a sus socios y amigos. Edenor y Edesur hoy son de Nicolás Caputo y Marcelo Mindlin, el mejor amigo, y el socio y presunto testaferro de Macri.
Los aumentos exorbitantes de las tarifas de electricidad les proporcionaron a todos ellos ganancias extraordinarias por la simple transferencia de recursos desde los bolsillos de los consumidores.
Pero esas ganancias nunca fueron a parar a inversiones para mejorar el servicio, sino que fueron fugadas del país y, en el mejor de los casos, reutilizadas en inversiones financieras bicicleta financiera mediante.
No hay que hacer demasiada alquimia para comprender que lo que ocurrió hoy en la Argentina por primera vez en su historia, es producto del «plan de negocios» personales que Macri y su caterva de amigos empresarios comenzaron a aplicar ni bien asumieron el gobierno. Cualquier otra explicación que te den…es mentira.
Fuente: Portal de Noticias