El Festival de cine de San Sebastián se volcó este jueves en ensalzar al actor canadiense Donald Sutherland, quien afirmó no tener planes de retirarse tras más de medio siglo de carrera, una trayectoria que le valió el Premio Donostia.
«Mi vida es trabajar. El trabajo de un actor es trabajar y esperar el siguiente papel. Amo trabajar», dijo el intérprete de 84 años en rueda de prensa.
Repasando un recorrido que empezó en los años 1960 y lo llevó a trabajar con pesos pesados de la dirección como Bernardo Bertolucci, Robert Altman o Clint Eastwood, dijo no poder quedarse con uno de entre sus 150 filmes, porque sería como decidir «cuál de mis hijos es el favorito».
«Aunque realmente amé trabajar con (Federico) Fellini», en «Casanova» (1976), resaltó Sutherland, desplegando un gran sentido del humor, como cuando acotó que tampoco se retiraba porque «no [tiene] mucho dinero y sí muchas bocas que alimentar».
El actor de «M.A.S.H.», «Ordinary People» (Gente corriente), «Kelly’s Heroes» (Los violentos de Kelly) y «The Dirty Dozen» (Doce del patíbulo) dijo, con añoranza, que el Hollywood actual es diferente de aquel en el que comenzó su carrera, cuando se filmaba en celuloide.
«Está bien ahora, solo que es diferente. No estoy adaptado del todo y probablemente nunca lo esté», señaló el actor, que presentó en San Sebastián fuera de concurso «The Burnt Orange Heresy» (Una obra maestra), un thriller dirigido por Giuseppe Capotondi.
Ante los periodistas, Sutherland rememoró rodajes, como el de «Kelly’s Heroes», cuando casi muere de una infección filmando en la entonces Yugoslavia, o el de «Los juegos del hambre», donde trabajó con la «genial» Jennifer Lawrence.
El actor, que actualmente rueda junto a Nicole Kidman la serie «The Undoing», se puso totalmente serio únicamente en un momento, para defender la lucha contra el cambio climático y denunciar que la «actitud de la ONU» frente al tema es «deplorable», así lo informó la AFP.
El Premio Donostia con el que San Sebastián reconoce a grandes figuras del séptimo arte, le fue entregado formalmente en una gala la noche del jueves, donde el actor dijo estar «encantado de estar en el País Vasco» y mostró «gran respeto» por el festival.