El Aeropuerto Internacional de Rosario (AIR) se vio convulsionado hoy por la gran cantidad de vuelos que recibió producto del cierre de la terminal de Ezeiza.
Naves de gran porte que no suelen pasar por la ciudad aterrizaron de manera alternativa y hacia el mediodía coparon la plataforma, a la espera de que se resolvieran los inconvenientes provocados por la tormenta en el Gran Buenos Aires.
La actividad en la estación de Fisherton se intensificó desde las 4:30 de la mañana, según informaron fuentes oficiales. Al mismo tiempo, hubo partidas y arribos regulares que sufrieron cancelaciones o demoras debido a que se trataba de vuelos con escala u origen en el Ministro Pistarini, y eso complicó aún más el panorama.
La mañana soleada y ventosa en la que se desarrolló el operativo especial contrastaba con el escenario del destino original de aviones procedentes de Europa, Estados Unidos y también Sudamérica.
Hacia las 14, Lufthansa ya había decidido hacer descender a los pasajeros procedentes de Frankfurt. La compañía estaba analizando la posibilidad de darles alojamiento a sus clientes, aunque no descartaban trasladarlos a Ezeiza por otra vía, de esta forma lo informó El Clarín.
El Boeing 747-8 de la firma alemana corrió la misma suerte que el Airbus 330 de Aerolíneas Argentinas que llegó desde Roma y el Boeing 777 que había partido de Houston rumbo a Ezeiza. Rosario también recibió vuelos alternativos desde Lima, Santiago de Chile y Francia.