Líderes opositores de comités cívicos de ocho departamentos en Bolivia dieron un ultimátum de 48 horas al presidente Evo Morales para renunciar a su cargo, que terminará mañana lunes por la noche, y llamaron a las Fuerzas Armadas a unirse a sus reclamos.
«Decirle al tirano que tiene 48 horas para renunciar», expresó el líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ante miles de personas que volvieron a protestar anoche, a los pies del cristo Redentor en la ciudad de Santa Cruz, contra los resultados anunciados oficialmente.
Este grupo de comités cívicos, que aglutinan a organizaciones civiles de cada departamento y han sido los más férreos opositores al gobierno de Morales, prometieron volver a reunirse en ese mismo lugar mañana a la noche, cuando venza su ultimátum, para «tomar determinaciones».
«El lunes le prometo, le garantizo que esa llama que volvimos a encender el día de las elecciones cuando declaramos el paro indefinido, esa llama se prende hoy y nuevamente este lunes se vuelve a prender», exclamó el líder cruceño, citado por la agencia de noticias EFE.
Después de un largo e interrumpido escrutinio, las autoridades electorales nacionales dieron como ganador a Morales en primera vuelta por obtener más de un 40% de los votos y una diferencia de diez puntos porcentuales con su principal rival, el ex mandatario Carlos Mesa.
Pero las interrupciones en el escrutinio sembraron dudas en la campaña de Mesa, de la mayoría de la oposición e, incluso, de parte de la comunidad internacional.
Por eso, para frenar la ola de protestas y la huelga declarada por los comités cívicos en las zonas de mayoría opositora, Morales aceptó que la Organización de Estados Americanos (OEA) realizará una auditoria especial, una propuesta que la organización hemisférica aceptó, pero Mesa y los cívicos no.
«No estamos derrocando un gobierno, sino estamos liberando toda una nación», sentenció Camacho.
«Es necesario que nosotros tomemos decisiones mucho más duras para que podamos consolidar el pedido de la renuncia», agregó.
Antes de finalizar su discurso, Camacho leyó la carta que enviarán hoy a los generales del Ejército, Aérea y la Armada boliviana.
«El que gobierna pasa, el pueblo perdura y Dios castiga», sentenció.