Miles de personas están sacando ventaja de la monumental crisis de salud pública que afecta a China y que se extiende de manera por el resto del mundo, según denunciaron autoridades, que desde el comienzo de la crisis detectaron 22.000 delitos vinculados con la epidemia de coronavirus y confiscaron 31 millones de barbijos falsos.
El viceministro de Seguridad Pública chino, Du Hangwei, declaró en conferencia de prensa en Pekín que la policía ya realizó 4260 arrestos debido a este tipo de delitos.
La policía resolvió 688 casos relacionados con la producción y venta de materiales de protección falsificados y de mala calidad, señaló el funcionario, con más de 1560 sospechosos arrestados y más de 31 millones de barbijos falsos o de calidad inferior confiscados.
La Fiscalía Popular Suprema de China publicó hace dos semanas una lista de delitos típicos que perjudican los esfuerzos de prevención y control contra el brote de coronavirus. La lista enumeró siete tipos de crímenes, incluyendo negarse a cooperar con medidas de control de epidemias, cometer violencia contra trabajadores médicos, fabricar y vender productos falsos, participar en el aumento de precios y socavar los recursos de la vida silvestre.
La Fiscalía señaló en ese comunicado que la prevención y el control de la epidemia sería la máxima prioridad de los procuradores y que se castigarían los delitos y las violaciones de la ley que obstaculicen las medidas destinadas a ese fin.
China también prohibió el comercio y consumo de animales salvajes, dado que los platos cocinados con animales exóticos son sospechosos de haber propagado el virus en la ciudad de Wuhan, epicentro de la epidemia.