Días antes del Día de la Mujer que se celebra cada 8 de marzo, el presidente Alberto Fernández brindó un discurso esta tarde en el CCK junto a la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, y el de Cultura, Tristán Bauer.
En la inauguración de la Semana de las Mujeres Trabajadores «Nosotras Movemos al Mundo», Fernández habló durante el acto de apertura del evento, dedicado a conmemorar y celebrar el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras.
«Las mujeres mueven el mundo, pero algunos hombres las ayudamos a hacerlo», dijo Fernández ante un auditorio repleto de mujeres, y adelantó que buscará que se consiga la «igualdad de derechos para todos».
Fernández aseguró: «La mujer es un personaje central en la sociedad y que, cuanto menos, tienen que tener los mismos derechos. Me tocó el privilegio de ser el presidente donde esto está sucediendo. No es algo que hago yo, lo hace la sociedad argentina. Lo hacemos todos. Es una decisión de todos, todas y todes. Es maravilloso y son las epopeyas que debemos celebrar. No hay nada más injusto que la desigualdad».
«Yo les pido que sigamos adelante con esta lucha. Algunos hombres acompañamos. Les pido que no se detengan. Falta mucho. Todavía hay resistencias. Si seguimos así, bajaremos la desigualdad en los próximos cuatro años», agregó.
Fernández comenzó su discurso analizando las diferentes formas de entender la política. «La política se define a partir del modo en que se maneja la realidad. Por ejemplo, los conservadores piensan que está bien, por eso no la tocan. Para un conservador, la política podría ser el arte de mantener todo como está».
«Para un revolucionario, la realidad es espantosa. Entonces hay que tirarla por la ventana y plantear una nueva. Para el revolucionario, la política es algo así como la que aniquila el arte en el que vivimos», siguió el mandatario.
En tercer lugar, dijo: «Para un reformista, la política es el modo de cambiar la realidad con los instrumentos que la democracia nos da. Yo me apego mucho a eso. Para un reformista hay que cambiar la realidad. En eso nos parecemos mucho a los revolucionarios y nos alejamos mucho de los conservadores. La realidad se volvió odiosa, hay que cambiarla. Si tienen sentido de la prosperidad y la justicia, difícilmente se queden con esa realidad».
«¿Saben por qué estamos desde el 10 de diciembre hablando de la mujer y sus derechos? Más allá del género que uno tiene. ¿Saben por qué el domingo hablé de ampliar los derechos de la mujer? ¿Saben por qué hoy abrimos esta semana de la mujer? Porque la sociedad cambió, porque esto no se soporta más. No se soporta más seguir viviendo en un sistema donde hay algunos que son más iguales que otros. Solamente por eso», dijo Fernández.
Y agregó: «En verdad, yo me atribuyo poco mérito. Solo el de haber leído lo que pasa. El mérito es de un colectivo feminista que se levantó en la Argentina hace un tiempo y dice basta de un montón de cosas. Llegó la hora de decir basta y estamos diciendo basta, como nos gusta a los reformistas. Usando las herramientas que tenemos para cambiar la sociedad. ¿Cuáles son? Las leyes, las normas y empezamos a dar los derechos que durante mucho tiempo no fueron dados».
«Esto no empezó conmigo. Ahí está Vilma (Ibarra), fue mi gran profesora. Me educó en todo esto. Fue una de las autoras del matrimonio igualitario. Luego vino la ley de Identidad de Género. Leyes que fueron cambiando la realidad de la mujer y otras que comenzamos a tratar el domingo y se seguirán tratando el resto del año. Para ampliar derechos y rompan las desigualdades que las mujeres hoy padecen», explicó el presidente ante los aplausos del auditorio.
Y agregó: «Hoy estamos celebrando que en democracia un colectivo de mujeres se puso de pie y muchos las estamos acompañando. Las mujeres mueven el mundo, pero algunos hombres las ayudamos a hacerlo. En Argentina, las Madres y las Abuelas nos enseñaron la dignidad que otros no tuvieron en los años de la dictadura».