Desde hace más de una semana, un duro resfrío tumbó a Martín García Moritán. Con el correr de los días, la salud del embajador argentino ante las Naciones Unidas fue empeorando. Apenas podía hablar, y llegó a tener 40 grados de fiebre. El jueves lo internaron en uno de los más prestigiosos hospitales de Nueva York, la ciudad más afectada de los Estados Unidos por la pandemia del coronavirus, y prácticamente hoy en cuarentena. Este viernes, a García Moritán se le iba a poner un respirador artificial y posiblemente también lo iban a llevar al sueño inducido para revertir una severa neumonía.
Fuentes de la familia consultadas por Clarín presumen que tiene coronavirus, pero no pudieron responder porqué aún no le habían dado los resultados del test que le hicieron hace días para ver si tenía coronavirus. Fue internado en el Weill Cornell este jueves. Hermano del ex vicecanciller Roberto Garcia Moritán, el hoy embajador ante las Naciones Unidas está hace cuatro años en su misión, que justo estaba por terminar. Tiene dos nenes chicos viviendo allá de su matrimonio con Claudia Corti, alta funcionaria del consulado en Nueva York, y tiene otros tres más grandes en Buenos Aires.
García Moritán es uno de los diplomáticos más apreciados en una Cancillería muy dividida. Hoy muchos funcionarios no para de hablar en las redes de lo molestos que están por el trato que le venían dando desde la anterior gestión y la actual, y el rol que están cumpliendo ahora. Justo cuando perdieron sus jubilaciones especiales, embajadores y cónsules debieron afrontar todo el aluvión de argentinos varados en el exterior, y los numerosos problemas que se les presentaron. Salvo el embajador en EE.UU, Jorge Argüello; Carlos Chacho Alvarez, en Perú; o Luis María Kreckler entre Suiza y China -aunque él es de carrera- una quincena embajadores políticos nombrados no llegó a asumir aún, y están sin asumir funciones.
Por cierto, ya hubo un par de casos de coronavirus en Cancillería, y otros sospechosos. Un caso confirmado es el del encargado de negocios en Venezuela, embajador Eduardo Porretti, y otro es el de Juan Corteletti, jefe de Gabinete en la secretaría de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería. Ni el primero había salido de Caracas en los últimos meses, ni el segundo había viajado fuera de Buenos Aires. Entre tanto, permanece internada por posible COVID 19 la presidente del gremio de diplomáticos, que es embajadora, y también su marido.
El canciller Felipe Solá -que con su jefe de Gabinete Guillermo Justo Cháves, su viceministro, Pablo Tettamanti, y el vocero del ministerio Lisandro Sabanés era de los pocos que seguía yendo al edificio de Arenales y Esmeralda- ordenó cerrar el ministerio este viernes, para una completa desinfección.
Los casos confirmados de coronavirus en el estado de Nueva York llegaron este jueves a 44.635, con unos 519 muertos. Es el epicentro estadounidense de la enfermedad, según el gobernador Andrew Cuomo. Hay en Estados Unidos 96.000 casos, y más de mil muertos. Este viernes, el Congreso de ese país aprobó por una amplia mayoría un paquete de estímulo fiscal de más de dos billones de dólares -alrededor del 10% del PBI nacional- para enfrentar la crisis. También autorizó la liberación de 150.000 millones de dólares para apoyar a la gestión de los gobiernos locales y estatales, y otros 130.000 millones para reforzar el sistema de salud, ya que en los distritos más golpeados, como el estado de Nueva York, ya está colapsado.