Días atrás, antes del aislamiento obligatorio por la pandemia del Covid 19, se halló una floreciente pequeña parcela con alfalfa en Gastre, con una antigüedad de al menos 20 años. El descubrimiento lo hizo Gustavo Gamazo, presidente de la Cooperativa COOPALFA de la localidad de 28 de Julio.
Justamente, Gamazo, había llegado a Gastre invitado por miembros de la Fundación EL PÁRAMO. Institución que viene realizando un proyecto de desarrollo de la agricultura local junto con la Cooperativa Agropecuaria Lonco Trapial de dicho pueblo mesetil.
El presidente de COOPALFA es productor chacarero del VIRCH y reconoció enseguida el tesoro forrajero que crecía silvestre en suelo gastrense. «Es evidente que la alfalfa puede darse en Gastre. Ahora hay que apuntar al manejo del suelo y el agua», sentenció.
El Proyecto Agricultor
La Fundación EL PÁRAMO, con sede en Trelew, desde principio de año viene impulsando un proyecto de desarrollo productivo que transformará la localidad de Gastre de acá a más de treinta años.
Un proyecto que vincula la producción agro-ganadera, la capacitación intensiva agropecuaria con vista en la generación de un colegio secundario técnico-agropecuario, un sistema de salud pública orientado a la ruralidad, junto con una política pública de desarrollo social destinada a la familia rural. Un proyecto que la Fundación El Páramo.
Gustavo Gamazo y la alfalfa que crece en Gastre
Páramo ha denominado Pun-May
Según dicen los profesionales que trabajan junto con la Fundación, este proyecto cambiará el destino de la localidad y la impulsará como un centro neurálgico de crecimiento y desarrollo productivo. Fomentando el trabajo agropecuario ganadero y la generación de valor agregado.
Un polo productivo en el corazón de la Meseta chubutense que fomentará el crecimiento de la región, además de extender la comercialización de sus productos hacia Río Negro y la posibilidad de exportar la producción lanera a Europa y Asía.
La Fundación EL PÁRAMO recolectó tierra de once campos para el análisis de suelo en INTA
La visión de los productores
Así lo entendieron los productores de los departamentos de Gastre y Cushamen asociados a la Cooperativa Lonco Trapial que compartieron la visión de la Fundación El Páramo.
EL Proyecto PUN-MAY está en los inicios de su realización, detenido únicamente por cuestiones que son de público conocimiento. Aun así, se sigue planificando y sumando adhesiones por parte de técnicos y profesionales vinculados a la producción agropecuaria, funcionarios nacionales, provinciales y del cuerpo legislativo provincial, que de alguna manera u otra aportan su apoyo, conocimiento y experiencia.
Desde el campo profundo surge una esperanza para las nuevas generaciones. Para los productores es la siembra de un futuro soñado que se vive como una realidad tan próxima como el agua que habita su cuenca subterránea.
Ante un presente desolador, impregnado por una enfermedad foránea, Gastre tiene un futuro laborioso. Una esperanza reluciente que crece en el corazón de la Meseta.
Recolección de agua para el análisis en INTA