La entidad es querellante en la causa quer se le sigue al empresario y a sus cuatro hijos por lavado de activos. La audiencia estuvo signada por las quejas de los letrados por el estado de los baños de Comodoro Py en medio de la emergencia por el coronavirus.
La Oficina Anticorrupción (OA) inició hoy su alegato final acusador contra el empresario Lázaro Báez y sus cuatro hijos por presunto lavado de activos, en una nueva jornada de juicio oral en la cual hubo quejas por el estado de los baños del edificio de Comodoro Py, ante la emergencia por el coronavirus.
Los planteos en relación a la higiene se hicieron al promediar la audiencia y partieron del abogado defensor, José Manuel Ubeira.
Ante la queja, el presidente del Tribunal Oral Federal 4 Néstor Costabel anticipó su intención de enviar un oficio a la Cámara Federal de Casación para informar el problema.
«Compartimos los mismos baños que ustedes», dijo a todos los presentes en la sala, tras el reclamo por la falta de papel higiénico y alcohol en gel en los baños cercanos a la sala AMIA en el subsuelo del edificio, donde se realiza el juicio.
El lunes último, hubo un planteo similar por parte de otro abogado en el juicio por la obra pública en Santa Cruz, que tiene audiencias en el mismo recinto.
Al reinicio del debate oral y poco antes de las 10 comenzó el alegato final de la OA, cuyos abogados adelantaron que acusarán por el delito de lavado de activos a Báez y otros procesados, al entender que ese dinero provino de un delito anterior vinculado a la obra pública que obtuvo su empresa, «Austral Construcciones» en el kirchnerismo.
Estas maniobras son ventiladas en otro juicio oral, remarcó la querella de la OA, «en la que son sometidos a juicio muchos otros ex funcionarios nacionales y provinciales».
La OA aludió a etapas en una «maniobra de corrupción» forjada desde el grupo de empresas de Báez que se constituyó desde «Austral Construcciones», inscripta en el 2003 con un capital social de 12.000 pesos y tres socios, entre ellos Lázaro Báez.
Hacia 2008, la empresa «quedó completamente en el ámbito de la familia Báez», remarcó la OA.
Báez «trabó vínculo de amistad con Néstor Kirchner, que trascendió la esfera personal; compartieron entre ellos diferentes negocios» según surge de otras causas penales incorporadas como prueba al juicio, remarcó la querella.
Para la OA, en la obra pública adjudicada en Santa Cruz a las empresas de Báez, «hubo competencia simulada, concurso de precios simulado y vulneración de principios de competencia».-
A la hora de referirse a maniobras de lavado de ese dinero proveniente de un delito previo, la OA sostuvo que la financiera SGI, conocida como «la Rosadita», con oficinas en el barrio porteño de Puerto Madero, fue «el centro de operaciones de una gran maniobra de lavado, fue la fachada».
SGI recibía los fondos de Austral Construcciones desde Rio Gallegos, «hacía recepción, guarda y custodia del dinero para luego ser remitido al exterior por otras entidades de las que era nexo».
En audiencias anteriores, se escucharon los alegatos de la AFIP y la Unidad de Información Financiera, también querellantes en el caso y, luego de la OA, está previsto que exponga el fiscal de juicio, Abel Córdoba, señaló Télam.