Mientras 7,8 millones de beneficiarios recibirán en abril diez mil pesos del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el Gobierno ya estudia extender la ayuda a mayo; también analizan bonificaciones impositivas para las pymes. Con ese objetivo se reúnen en Casa Rosada el gabinete económico y los gobernadores.
Por un lado, el 22 de abril se reabrirá la inscripción del IFE, en principio para que aquellos que fueron rechazados puedan hacer un descargo y la Anses revea su situación.
Además, existe la gran chance de que se sume la categoría C del monotributo. «Comenzamos con los monotributistas de clase A y B, que han entrado dentro del Ingreso Familiar de Emergencia. Vamos a estar anunciando medidas adicionales respecto a otros monotributistas y a autónomos», había resaltado el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas.
Por su parte, con la AFIP se está definiendo a qué empresas se les darán ventajas impositivas, como la reducción de aportes patronales, y cuáles ingresarán al REPRO, a través del cual consiguen que el Estado pague parte de la nómina salarial para aliviar sus cargas.
Por su parte, el Ministerio del Interior también empieza a analizar los pedidos de «cuarentena administrada» de las provincias, para permitir el funcionamiento de actividades alejadas de las grandes ciudades o la apertura de pueblos en la misma situación.