Apenas dos días después de la terrible explosión que hubo en el puerto de Beirut y que hasta ahora dejó más de 130 muertos, la Argentina evalúa en estas horas enviar un equipo de voluntarios de Cascos Blancos para brindar ayuda humanitaria a Líbano en este momento de grave crisis que transita ese país de Medio Oriente.
Según revelaron a Infobae, la decisión de enviar un equipo de Cascos Blancos a Beirut se está analizando desde el más alto nivel. El canciller, Felipe Solá, se lo propuso al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y una vez que ellos decidan avanzar, lo podrán a consideración de Alberto Fernández, que tendrá la última palabra.
Por ahora no hay detalles de la cantidad de miembros de Cascos Blancos que enviará la Argentina, a qué lugar en particular y qué tipo de tareas específicas realizarán.
Sólo se sabe que hay intención política de prestar ayuda y el problema más inminente que está en juego es la logística para llegar al lugar. Es que por la situación de pandemia mundial de COVID-19 el escenario en Medio Oriente está agravado por el cierre de algunos aeropuertos de la región y se hace complicado el acceso a Líbano.
Los Cascos Blancos reciben un fondo de Naciones Unidas para cubrir gran parte de los gastos de traslados de las misiones y el equipamiento lo pone la Argentina.
Los Cascos Blancos es el organismo que depende de la Cancillería encargado de diseñar y ejecutar la asistencia humanitaria. Desarrolla sus actividades a través de un modelo de trabajo basado en la cooperación, la solidaridad y la participación comunitaria. Como eje central de su accionar, Cascos Blancos encuentra en el voluntariado el instrumento clave para llevar adelante sus actividades, acciones y proyectos.
“Cascos Blancos actúa en contextos de catástrofe a solicitud de un Estado afectado o en el marco de un llamamiento internacional, respetando la soberanía de las naciones, bajo los principios de imparcialidad, neutralidad, independencia y humanitarismo. Estamos comprometidos con un enfoque transversal y democrático de la asistencia humanitaria”, sostiene el eslogan de esta dependencia oficial creada en 1994 y avalada por Naciones Unidas.
Desde su creación, los Cascos Blancos participaron en inumerables misiones alrededor del mundo. En los últimos años estuvieron presentes para prestar ayuda humanitaria para los refugiados venezolanos en Perú, Colombia, Honduras y Brasil. También participaron en misiones en Haití, en Estados Unidos tras el huracán Matthew y en México.
El año pasado ya habían estado en Líbano para prestar ayuda a los refugiados sirios que cruzaban la frontera escapando de la guerra civil que se desató en aquel país manejado por el régimen de Bashar al-Ásad. En ese momento la ayuda humanitaria consistió en una unidad sanitaria con insumos y medicamentos para asistir a la comunidad en materia de salud, 110 kits de higiene, 110 sets de cocina, 1300 frazadas, 110 carpas con capacidad para alojar a 5 personas, pastillas potabilizadoras y pastillas desinfectantes.
Hasta el momento se sabe que unas 20 naciones y organizaciones internacionales han respondido o han anunciado su intención de ayudar a Líbano en forma de suministros médicos y sanitarios, así como el envío de médicos y expertos que puedan evaluar las consecuencias que la explosión ha tenido a nivel ambiental y en la infraestructura que no ha sido destruidas.
El embajador argentino en Beirut, Mauricio Alice, se encuentra trabajando desde su residencia en las afueras de Beirut ya que la embajada quedó en gran parte destruida por la explosión. El lugar donde se encuentra la sede diplomática argentina está cerca del lugar de la explosión por lo que el edificio en que está situada corre peligro de derrumbe, según dijeron en la Cancillería.
De todas maneras, el embajador Alice se encuentra trabajando con el personal de la embajada que contempla a 15 personas del área administrativa y parte de estos es personal local. Desde el día de la explosión se informó que no hubo ninguna víctima fatal ni heridos en la embajada y hasta el momento no se conocen argentinos que se encuentren en Beirut y hayan sido alcanzados por la explosión.
Las exlplosiones que sacudieron a Beirut el martes dejaron por los menos 137 muertos, mientras que decenas de personas continúan desaparecidas desde entonces, declaró este jueves a la AFP el portavoz del ministerio de Salud libanés. Se estima que hay cerca de 4.000 los heridos.