La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, acordaron proponer a la Unión Europea (UE) un plan para repartirse unos 400 menores migrantes que se quedaron sin refugio tras el incendio del campamento griego de Moria.
Fuentes cercanas a la iniciativa dijeron que el plan será presentado oficialmente este mismo jueves por Merkel, cuyo país ejerce actualmente la presidencia rotatoria de la UE.
El número final de menores podría variar ligeramente en función de la negociación para repartirlos, según las mismas fuentes.
El campamento de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, sufrió un pavoroso incendio este martes que dejó sin techo a unas 12.700 personas, entre ellas 4.000 menores.
El Gobierno griego anunció que 406 menores fueron trasladados de Lesbos a Grecia continental, al norte del país.
Poco antes de la iniciativa de Macron y Merkel la Comisión Europea, el ejecutivo de la UE, también evocó un plan para acoger a 400 menores no acompañados provenientes de Moria.
Las fuentes consultadas no pudieron precisar si se trata de la misma iniciativa.
Anoche, miles de personas se manifestaron de manera espontánea en ciudades de Alemania, sobre todo en Berlín, para que el Gobierno de Merkel se ocupe de los solicitantes de asilo afectados por el incendio de Moria.
«¡Tenemos espacio!», rezaban algunas pancartas de manifestantes en Berlín.
Renania del Norte-Wesfalia, la región más poblada de Alemania, se dijo dispuesta a acoger hasta un millar de migrantes atrapados en Moria.
«Necesitamos dos cosas: una ayuda inmediata para Moria y una ayuda europea sostenible para la acogida de los niños y las familias», aseguró el dirigente de la región, Armin Laschet, sucesor potencial de Merkel el próximo año, y quien aspira a obtener la jefatura de su partido conservador, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), en diciembre.
Laschet es uno de los pocos políticos que visitó en agosto el campamento de Moria, calificado de «vergüenza para toda Europa» por varias ONGs.
Otros Estados federados, como la Baja Sajonia o Turingia, también se ofrecieron a recibir a exresidentes de Moria.
Pero el Gobierno federal de Merkel rechazó hasta ahora los ofrecimientos, pues prefiere un compromiso europeo sobre la distribución de los migrantes en el continente.
La llegada de cientos de miles de refugiados a Europa en 2015 suscitó en un primer momento la solidaridad entre los alemanes.
Pero luego eso cambió tras agresiones sexuales del Año Nuevo de 2016 en Colonia atribuidas a migrantes norteafricanos, y diversos hechos usados por la extrema derecha en contra de la política de acogida.
Alemania tiene actualmente alrededor de 1,8 millones de personas que obtuvieron o pidieron el estatus de refugiado, señaló Télam.