Aumenta la ebullición social y política en Chubut con el inicio del debate en la legislatura provincial de dos proyectos a favor y en contra de la minería. Las iniciativas contrapropuestas ponen en foco al gobernador Mariano Arcioni, quien no puede salir del espiral de la crisis permanente a pesar de los múltiples aportes que llegan del Estado nacional. Esta vez, espera que el parlamento apruebe su iniciativa de desarrollo minero para inyectarle dólares a la provincia.
Este sería un segundo intento de los últimos años, luego de que el gobierno de de la firma canadiense Pan American Silver. El proyecto del oficialista Chubut Al Frente pregona establecer las bases “para la ampliación sustentable de la matriz productiva de la provincia del Chubut”, habilitando la explotación de la minería en la meseta.
Los asambleístas, en una senda antagónica, y representados en la Unión de Asambleas Ciudadanas del Chubut, aspiran a frenar esta jugada del gobierno. Con ese objetivo, reunieron el porcentaje de firmas previsto en la Constitución provincial, unas 30.000 adhesiones, en apoyo de una Iniciativa Popular en favor de la sustentabilidad ambiental. Ambas propuestas tienen estado parlamentario y empezarán a ser tratadas en estos días en la comisión de Desarrollo Económico, Recursos Naturales y Medio Ambiente.
A sabiendas de la oposición de distintos sectores sociales, el proyecto de Ley de Desarrollo Industrial Minero Metalífero Sustentable de Chubut enviado por el Poder Ejecutivo determina que la explotación metalífera se realice bajo determinadas condiciones, por ejemplo sin la utilización de cianuro.
No obstante, desde hace días, al ser notificados de la decisión política de Arcioni, las asambleas reactivaron las movilizaciones. Esquel, Puerto Madryn, Rawson, entre otras localidades, fueron protagonistas de expresiones antimineras alegando la falta de licencia social de la actividad.
Otro foco de discusión está dado por la renta que la minería le dejaría a la provincia. Mientras que los defensores de la iniciativa hablan de hasta un 5 por ciento de lo producido por la actividad, otras voces impugnan el argumento y consideran irrisorios los potenciales ingresos.
Fuente: Letra P