En otras provincias como Buenos Aires, la existencia de cámaras de seguridad estatales se encuentran a los efectos de PREVENIR el delito, pero parece que en Chubut las cosas cambian un poco a comparación del resto del mundo, porque aquí las cámaras están para ser utilizadas cuando el hecho ya ocurrió…
Cerca de las 19 en la calle Italia al 30, un sujeto no identificado por el momento, ingresó a una tienda de ropa ubicada en ese lugar, denominada “Malika indumentaria”.
El sujeto de aparentemente entre 20 y 30 años, le pidió dinero a la propietaria del lugar llevándose la mano a la cintura mientras se lo exigía, simulando tener un arma.
La víctima le entregó $4.000 de recaudación, celulares y la llave del local y luego el individuo se dio la fuga del lugar, en consecuencia todavía no se sabe ningún dato fehaciente de la identidad del delincuente ni de su paradero.
Todo pareciera que el hecho va a quedar impune, aunque a lo mejor podría ser interceptado por Massoni accidentalmente en algún que otro control de alcoholemia, pero por dar positivo de alcohol en sangre…
Lo particularmente interesante, es que ese lugar está plagado de cámaras de vigilancia del Ministerio de Seguridad, donde los centros de monitoreo deberían haber podido captar el momento del ilícito o la huida del sujeto y pasarle la información a la Policía para que puedan atraparlo inmediatamente, pero esto no es así en nuestra querida provincia.
En Buenos Aires, cuando existe un ilícito inmediatamente es reportado por el personal de los centros de monitoreo, el cual está siendo testigo de la actividad criminal en tiempo real mediante la visualización de las cámaras de videovigilancia, apostadas en varios puntos estratégicos de la ciudad.
Esa información es transmitida inmediatamente a los móviles policiales donde informan acerca de la vestimenta y demás características del sospechoso, los uniformados concurren al lugar y lo detienen; y si se escapa, los centros de monitoreo van transmitiendo a los policías los lugares por donde el sujeto está huyendo a medida que lo van siguiendo con las cámaras.
En Chubut, los centros de monitoreo se encuentran a cargo del presunto abogado “carancho” millonario Martín Castro, quien ostenta el cargo de Director General de Prevención del Delito, dependiente del Ministerio de Seguridad de Massoni.
Acá las cámaras de seguridad sirven para cuando el delito ya ocurrió… cuando ya no hay nada más que hacer: cuando ya hay un muerto, una víctima herida, una fortuna robada, un chorro fugado, etc.
Entonces, que alguien nos explique: ¿Por qué gaitas se llama “Dirección General de PREVENCIÓN del delito” cuando podría llamarse “Dirección General de INVESTIGACIÓN del delito”? en lo que respecta a que hasta el momento no hemos tenido casos en los que el Ministerio de Seguridad haya evitado la consumación del delito o lo haya prevenido como debería ser, de manera que están utilizando las cámaras para investigar la actividad delictual, es decir, la acción “a posteriori” en referencia a la delincuencia.
No podemos olvidarnos de mencionar que los policías que custodian la zona céntrica de la ciudad de Trelew, en su mayoría NO POSEEN ARMA REGLAMENTARIA.
Por alguna extraña directiva del Ministerio de Seguridad, la plana mayor policial ha ordenado a sus subordinados salir a caminar las calles desarmados, lo cual es una barbaridad, puesto a que no solo están poniendo en riesgo la seguridad de los chubutenses sino que están poniendo en riesgo la vida y la integridad física de los uniformados, quienes tienen que salir a las calles a hacer su trabajo mal remunerados y encima desarmados.
De esta manera, se hace más visible y palpable el desprecio y poco respeto que sienten tanto la Jefatura de Policía como el Ministerio de Seguridad por los jóvenes elementos de la institución.