En Puerto Madryn, la policía Federal allanó en las últimas horas una propiedad, secuestró 83 plantas de marihuana y se llevó detenidos a los habitantes del lugar. El año pasado en Trelew, en la casa de los hijos y la ex-mujer del millonario sindicalista Héctor Rubén González encontraron más de 100, toda una estructura armada para acopiar, procesar, distribuir y comercializar estupefacientes, y nadie fue preso. Lo llamativo es que en ambos casos actuaron las mismas autoridades de la Justicia Federal de Rawson.
¿Qué habrá influido en aquella ocasión para que el juez Gustavo Lleral dejara que continuasen en libertad la ex pareja del dueño del diario Jornada de Trelew y sus hijos?
Según informa la Policía Federal Argentina, en un procedimiento que realizó en las últimas horas en una finca de la intersección de avenida Gales y Lombardo, en Madryn, descubrió “un vivero clandestino donde se cultivaban plantas de cannabis sativa para su posterior comercialización”.
“A raíz de ello, el Juzgado Federal 2 de Rawson a cargo del Dr. Gustavo Lleral, Secretaría Dr. Gustavo La Torre, ordenó el allanamiento en dicha morada, en donde se logró la detención de dos personas y el secuestro de 83 plantas de marihuana de diversos tamaños, algunas de hasta 1,80 metros de altura, 37 almácigos de plantines de la misma droga y demás elementos de interés para la causa”, se explica en un parte de prensa en el que, asimismo, se detalla que “los detenidos, un hombre y una mujer mayores de edad, junto a los elementos secuestrados, quedaron a disposición del magistrado interventor por “Infracción a la Ley de Drogas”.
Ahora bien, ¿cuál será la diferencia que vio el mismo juez entre esta causa y la del “bosque de marihuana” de los González para ordenar detenciones en una y en la otra no?
En la de los González, por ejemplo, la cantidad de plantas era mucho mayor, el lugar en donde fueron halladas estaba a metros de una escuela primaria (todo un agravante) y habían preparado toda “una estructura para sembrar, cultivar y cosechar marihuana, aparentemente, con fines de comercialización para producir droga”, según lo entendió el propio juez Lleral al resolverles la situación procesal a los hijos y la ex mujer del “capo” máximo del gremio de Luz y Fuerza de toda la Patagonia; hoy sindicalista millonario y además empresario de medios.
La residencia de los González, una mansión que ocupa casi una manzana de un barrio de la zona sur de Trelew; fue allanada el mediodía del 19 de mayo del año pasado en un inédito procedimiento del que habló hasta la prensa de Buenos Aires.
A uno de los hijos y la ex pareja de “El Gordo” González el juez Lleral, al procesarlos sin mandarlos a la cárcel, resolvió atribuirles los delitos de “comercio de estupefacientes”, “almacenamiento de semillas”, “cultivo de plantas para la elaboración de estupefacientes” y hasta “ejercicio ilegitimo del arte de curar”; un cargo que estaría vinculado, según se presume, a la supuesta venta de aceite de cannabis que hacían y al asesoramiento que les daban a los clientes sin estar capacitados para hacerlo.
A los González les incautaron un total de “14 kilos de marihuana” y así y todo no están presos. De acuerdo a un informe del perito que actuó en la causa por la que deberían ser enjuiciados públicamente este año, con esos 14 kilos “podrían prepararse 29.270 cigarrillos o porros” y representarían la cantidad de 167.240 dosis de umbrales de tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo que tiene la droga y que la hace sustancia alucinógena.
¿Será que el peso de los contactos que el sindicalista lucifuercista tiene a nivel nacional salvó a sus hijos y a su ex de la cárcel? Hasta el multi-denunciado y cuestionado ministro Massoni anduvo ahí, llamándolo por teléfono para avisarle del allanamiento y en el Juzgado Federal de Rawson nadie le abrió una causa por entorpecer la acción de la Justicia.
Este es el nivel de impunidad que hay en esta bendita provincia; únicamente, para cierto estamento de la sociedad, el que integra el sindicalista dueño del diario Jornada de Trelew y, lógicamente, su familia.
Por eso la pareja a la que esta semana le encontraron esas 80 plantas de cannabis en Puerto Madryn no corrió la misma suerte que los González, que tenían “un bosque de marihuana” en el patio de la casa.