La bandera de Colombia, cuyo color amarillo representa la riqueza del país, el azul el agua que posee en sus dos océanos y el rojo la sangre de los héroes patrios que pelearon por la independencia, es expuesta al revés por miles de colombianos estos días, en el marco de las protestas y como forma de llamar la atención de la comunidad internacional.
«La propuesta de invertir la bandera es un llamado de los manifestantes hacia la esperanza y a la vez una expectativa para que se solucionen los problemas que tenemos», explicó a Sputnik el analista y exembajador de Colombia en Hungría Alonso Ojeda.
Según Ojeda, «una expresión tan fuerte deja ver que se requiere que la comunidad internacional abra los ojos, nos observe y comprenda nuestras dificultades».
Desde el pasado 28 de abril, cuando iniciaron en el país una serie de manifestaciones en rechazo a la radicación en el Congreso de una polémica reforma fiscal impulsada por el Gobierno, que ante la presión de las movilizaciones debió retirarla el domingo 2 de mayo, la bandera de Colombia es usada al revés en medio de las manifestaciones y en redes sociales, donde miles de personas la usan incluso como foto de perfil.
«Usarla de ese modo, además, significa que hoy en día la sangre se está derramando en el país en el marco de las protestas, manchando así el azul y el amarillo del símbolo patrio», indicó Ojeda.
Incluso, la bandera también ha sido distorsionada en sus proporciones, y el amarillo, que predomina frente a los otros dos colores, ahora se observa minimizado frente al rojo por cuenta de las modificaciones hechas por los manifestantes tanto en la práctica como en redes sociales.
Según medios locales, sólo al día 2 de mayo, es decir, cuando el paro nacional completaba cinco días, la bandera invertida fue compartida unas 300.000 veces y tuvo más de siete millones de visualizaciones para entonces.
Algunas versiones indicaron que puesta de ese modo, la bandera significaba un llamado de ayuda a la comunidad internacional de acuerdo con la Carta Internacional de la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero dicho precepto fue desmentido por el propio organismo.
«Tengo que reconocer que me impactó la primera vez que vi la bandera al revés. En la cantidad de situaciones en las que he estado, jamás había visto una propuesta de esta naturaleza», dijo Ojeda.
El analista agregó que invertir la bandera es sólo un mecanismo más de protesta pacífica, como, consideró, lo es también derribar estatuas alegóricas al colonialismo, como lo hicieron en Cali (suroeste) decenas de indígenas el pasado 28 de abril, quienes derrumbaron la efigie del conquistador español y fundador de la ciudad, Sebastián de Belalcázar.
«Se derriban las estatuas que están comprometidas con un estado genocida sobre las comunidades indígenas, se invierten los colores de la bandera, lo que yo pienso es que todos esos esfuerzos van a ir calando en una comunidad internacional que realmente decidirá escuchar las voces clamorosas de este país», expresó Ojeda.
En redes sociales, la explicación de la bandera invertida de Colombia, con el rojo en la parte superior, es a su vez una denuncia de las violaciones a los derechos humanos cometidos por la Fuerza Pública en el marco de las protestas, por lo que varios sectores políticos y sociales piden una reforma al interior de las mismas y que se desarticule el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, señalado de ser el principal responsable de los abusos.
«El uso de la bandera al revés fue un útil símbolo para la visibilización de la sistemática violación de los DDHH de los manifestantes y, a su vez, un llamado urgente y enérgico a organismos internacionales para que intermedien con las desconectadas autoridades nacionales», escribió en Twitter el periodista colombiano Samuel Vargas.
Fuente: Sputnik Mundo