El presidente Alberto Fernández afirmó este martes que el valor de la carne «se desmadró claramente” luego de la apertura comercial durante el Gobierno anterior y la exportación a China, y planteó la necesidad de «volver a poner el precio en sintonía con el poder de compra de un argentino”.
De esta manera, el Presidente defendió la medida anunciada este lunes de suspender por 30 días las exportaciones de carne vacuna, orientada a contener la presión sobre los precios que se viene registrando en los últimos meses.
«No podemos seguir viendo cómo (el precio de) la carne crece sin ningún justificativo», expresó Fernández en una entrevista en radio 10, y dijo que es necesario «poner en orden el mercado interno».
«Ayer le explicaba a los exportadores de carne que se desmadró claramente la situación. Fue una reunión muy correcta, en buen tono, ellos entienden el problema, pero no les gusta la solución, pero les pedí que ayuden a poner en orden el mercado interno para luego volver a abrir», explicó el Presidente sobre la decisión de suspender por 30 días la exportación del producto.
En ese sentido, destacó la necesidad de «poner orden en quiénes exportan (carne) y poner el orden el Mercado de Liniers» porque «no es posible que los exportadores que venden a China vayan» a comprar ahí, dado que entonces «prevalece el precio de la exportación y eso solo ya tergiversa el precio del mercado interno».
Puso el acento además en el objetivo de «volver a poner el precio de la carne en sintonía con la capacidad de compra de los argentinos y la de un exportador».
«La apertura y la libertad no es verdad que favorezca a los mercados” porque “en realidad, favorece siempre al más poderoso”, y “en este caso, favorece al que produce”, planteó el mandatario.
«También es cierto que en el medio hubo un boom que fue el ingreso de China al mercado como demandante de carne, por lo que hoy el 75 por ciento de lo que se exporta va a China”, dijo y remarcó que “lo que pasó fue que ante la gran demanda, el precio internacional empezó a subir mucho y luego empezó a competir con el precio del mercado interno”.
“Ahora China también compra carne con hueso y es más fácil acceder a la exportación, por lo que hay exportadores que antes compraban camisas y la exportaban, ahora compran carne y la exportan”, planteó.
Sobre la situación del sector, analizó: “El tema de la carne se desmadró claramente”, ya que “cuando uno mira el escenario que quedó en 2015 y el escenario que recibimos en el 2019, uno se da cuenta que lo único que sucedió fue que se le dio total apertura a ese sector, que no aumentó la cantidad de toneladas faenadas, no aumentaron la cantidad de cabezas y cada vez es menor el peso del novillo que se faena”.
«Lo único que aumentó fue el precio de la carne, que pasó de 250 a casi 800 pesos el kilo”, aseveró.
Durante la entrevista radial, el Presidente sostuvo que “la tensión en los precios internos ya no se aguanta más porque nosotros no podemos seguir viendo como aumenta el precio de la carne en la mesa de los argentinos sin tener ningún justificado”.
“Lo más llamativo es que crece el precio de la carne y baja el consumo de carne. O sea, no es que el precio sube porque la demanda crece y entonces hay menos carne para repartir ante una demanda creciente”, añadió.