Fabiana Cruz está acusada de matar a Agustina, la hija de 4 años de su pareja. En la audiencia de alegatos pidió declarar y dijo: “Exploté, no sé lo que hice”. Los fiscales pidieron prisión perpetua.
“No sé lo que hice”, reconoció Fabiana Cruz. La joven de 21 años está acusada por el crimen de Agustina, la hija de cuatro años de su pareja, Ana Quispe. Se encuentra detenida desde el día del crimen y por primera vez decidió declarar. Lo hizo en la última jornada del juicio que se desarrolla en los tribunales de Puerto Madryn.
La mujer dijo que no iba a responder preguntas de la Fiscalía y apuntó contra su pareja: “Volvía borracha, con hombres. Cuando volvía tarde, nos pegaba, nos decía que le arruinamos la vida”. Y reconoció que la mañana del crimen se dio cuenta “de todo lo que yo ya sabía que estaba pasando, pero no quería ver, no quería creer que fuera capaz de engañarme o mentirme. Exploté, no sé qué hice”, dijo.
Agustina, de cuatro años, fue asesinada el 21 de agosto de 2019. Los fiscales Jorge Bugueño y Daniel Báez sostienen que la mujer le provocó múltiples golpes de puño que le provocaron la muerte a la niña. Y la acusan por “homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento”.
“Aquella persona que debía cuidarla, fue la que la mató”, apuntó el fiscal Báez en sus alegatos, donde solicitó prisión perpetua. “Molió a palos a una chiquita de cuatro años de edad. No solo la mató, sino que la mató de una manera perversa y cruel. Este homicidio está calificado como realizado con alevosía y ensañamiento”, afirmaron en sus alegatos.
Apenas 15 minutos antes, Ana Quispe había salido de su casa. El hombre estaba regando el césped y la vio. Luego apareció Fabiola. Estaba con Agustina en brazos, ensangrentada. Y le dijo que la nena se había caído. El hombre las llevó al Hospital. Eran las 11 de la mañana y Fabiola reiteró su versión: “No sé qué le pasó, se cayó”, esgrimió a los profesionales. Pero los médicos sospecharon. La gravedad de las lesiones que tenía la nena no eran compatibles con la versión de Fabiana.
A pesar de los esfuerzos de los profesionales y de una derivación de urgencia a la Terapia Intensiva Pediátrica del hospital de Trelew, Agustina finalmente falleció ese mismo jueves a las 16.
En el juicio, el médico Daniel Cardarilli sostuvo que esos golpes no pudieron haber sido nunca producto de una caída. El integrante del Cuerpo Médico Forense fue contundente. “Me llamó la atención la multiplicidad de lesiones”, dijo, describiendo golpes en 16 grupos y un traumatismo de cráneo. Y aseguró que “las lesiones que le producen el óbito, de ninguna manera, pueden haber sido producto de una caída”
La autopsia estableció como causa de muerte un paro cardiorrespiratorio a partir de múltiples traumatismos de cráneo y golpes en todo el cuerpo que le provocaron contusiones y cortes además de un edema cerebral.
Las abogadas defensoras públicas Laura Martensen y Luciana Capone plantearon emoción violenta, con lo cual –en caso que los jueces hagan lugar a su planteo- la acusada quedaría en inmediata libertad. El tribunal está integrado por Horacio Yangüela, Patricia Asaro y Patricia Reyes. El próximo jueves a las 13 horas darán a conocer su veredicto.