Un estudio de opinión sobre el vínculo de los argentinos con la honestidad revela que la mayoría de los consultados preferiría tener dirigentes políticos que sean incompetentes antes de que sean deshonestos.
Así lo muestra el relevamiento de Horus Inteligencia Cognitiva, que mediante el Test Pilares investigó qué piensan los argentinos sobre la idea de la honestidad en contraposición con la idea de que “el fin justifica los medios”.
Uno de los disparadores fue la afirmación “considero mejor un gobernante deshonesto, antes que un gobernante inoperante”. De acuerdo a los datos del estudio, si bien un 35% se mostró a favor de esto, un 65% pondera la honestidad por sobre la inoperancia a la hora de elegir representantes. Estas personas son en un 74% mayores de 40 años y con estudios superiores.
El test, del que participaron 7.594 personas a nivel nacional de diversos rangos etarios, clases sociales, niveles educativos y ocupaciones, indaga en las opiniones respecto a lo que se espera de los representantes políticos y sociales.
Con la utilización de técnicas de Programación Neurolingüística (PNL) para medir tendencias cualitativas referidas a creencias, valores, emociones, comportamientos y conductas relevantes que determinan la opinión de un público objetivo, se concluyó que el 89% de los encuestados considera que aquellas personas que se sacrificaron por una sociedad menos corrupta son dignas de “admiración y ejemplo”.
El 62% cree que es imposible que un líder deshonesto pueda alcanzar las expectativas y los objetivos de las personas a las que lidera.
Asimismo, otra de las afirmaciones:“No critico al oficial que te pide una compensación para no aplicar una multa, el sistema lo lleva a eso por sus malas condiciones salariales”, generó un 71% de rechazo entre los consultados y un 29% de aprobación.
El test, del que participaron 7.594 personas a nivel nacional de diversos rangos etarios, clases sociales, niveles educativos y ocupaciones, indaga en las opiniones respecto a lo que se espera de los representantes políticos y sociales.
Con la utilización de técnicas de Programación Neurolingüística (PNL) para medir tendencias cualitativas referidas a creencias, valores, emociones, comportamientos y conductas relevantes que determinan la opinión de un público objetivo, se concluyó que el 89% de los encuestados considera que aquellas personas que se sacrificaron por una sociedad menos corrupta son dignas de “admiración y ejemplo”.
El 62% cree que es imposible que un líder deshonesto pueda alcanzar las expectativas y los objetivos de las personas a las que lidera.
Asimismo, otra de las afirmaciones:“No critico al oficial que te pide una compensación para no aplicar una multa, el sistema lo lleva a eso por sus malas condiciones salariales”, generó un 71% de rechazo entre los consultados y un 29% de aprobación.
Un estudio de opinión sobre el vínculo de los argentinos con la honestidad revela que la mayoría de los consultados preferiría tener dirigentes políticos que sean incompetentes antes de que sean deshonestos.
Así lo muestra el relevamiento de Horus Inteligencia Cognitiva, que mediante el Test Pilares investigó qué piensan los argentinos sobre la idea de la honestidad en contraposición con la idea de que “el fin justifica los medios”.
Uno de los disparadores fue la afirmación “considero mejor un gobernante deshonesto, antes que un gobernante inoperante”. De acuerdo a los datos del estudio, si bien un 35% se mostró a favor de esto, un 65% pondera la honestidad por sobre la inoperancia a la hora de elegir representantes. Estas personas son en un 74% mayores de 40 años y con estudios superiores.
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El test, del que participaron 7.594 personas a nivel nacional de diversos rangos etarios, clases sociales, niveles educativos y ocupaciones, indaga en las opiniones respecto a lo que se espera de los representantes políticos y sociales.
Con la utilización de técnicas de Programación Neurolingüística (PNL) para medir tendencias cualitativas referidas a creencias, valores, emociones, comportamientos y conductas relevantes que determinan la opinión de un público objetivo, se concluyó que el 89% de los encuestados considera que aquellas personas que se sacrificaron por una sociedad menos corrupta son dignas de “admiración y ejemplo”.
El 62% cree que es imposible que un líder deshonesto pueda alcanzar las expectativas y los objetivos de las personas a las que lidera.
Asimismo, otra de las afirmaciones:“No critico al oficial que te pide una compensación para no aplicar una multa, el sistema lo lleva a eso por sus malas condiciones salariales”, generó un 71% de rechazo entre los consultados y un 29% de aprobación.
Intereses individuales vs honestidad: qué piensan los consultados por Horus Inteligencia Cognitiva
Esteban Neme, socio de Horus, explicó al respecto: “Resulta interesante destacar que cuando se indaga en los participantes sobre la importancia de la honestidad a nivel individual, el 67% se posicionó más afín a contemplar la honestidad por sobre otras acciones que prioricen alcanzar el fin sin importar el medio para lograrlo”.
En ese sentido, Neme sumó que “cuando se indagó sobre la mirada social, el 65% mostró inclinación para pensar una sociedad con actitudes y cualidades más honestas, incluso frente a situaciones más externas donde un 83% encuentra inaceptable que una empresa evada impuestos”.
En escenarios donde se priorizan los intereses individuales, el 60% concluyó estar de acuerdo con el hecho de que “criticar a una empresa que, a través de sus contactos, logró contratos con el estado, es hipócrita. Cualquiera que tuviera la oportunidad lo haría”.
En esa línea, un 74% estima que la gente valora más sus propios intereses que la honestidad, por lo tanto se espera que para que actúen como corresponde es necesario que tengan miedo a las consecuencias de los actos deshonestos.
No obstante, la honestidad sigue preponderando sin importar los niveles económicos, sociales y culturales. Un 71% de los consultados rechazó la idea de que la honestidad solo se le puede exigir a aquellas personas que tienen sus necesidades básicas cubiertas, argumentando que no hay excusas para la falta de sinceridad.
El 63% se mostró en contra de la creencia de que “todas las personas tienen un precio” y un 72% coincide con que «preferiría pasar hambre antes de hacer algo que no corresponde».
Desde Horus consideran que estos datos muestran que para los argentinos y argentinas la honestidad “se posiciona como algo no negociable”, ya sea en el caso de acciones individuales, pretensiones sociales, en elección y preferencia de representantes y en la toma de decisiones cotidianas.
Sin embargo, señalaron, “cuando existen intereses individuales en juego, este pilar social puede sufrir algún descenso en la escala de valores”.