El secretario de Salud de Chubut, Andrés Arbeletche, se refirió al conflicto que mantiene el Supa, gremio del estibaje, en el marco de la denuncia por «ecocidio» que persigue la Fiscalía de Estado, y también por los allanamientos que tuvieron lugar días atrás en domicilios de dirigentes del sindicato, por presunto pago de coimas.
«DAÑO»
En diálogo con medios de Buenos Aires, el funcionario chubutense planteó que «es normal que paren, porque tienen el derecho constitucional para hacerlo», aunque reconoció que «no es normal la extorsión de no descargar los barcos y dejar que se pudra la carga».
Asimismo, el titular de la Secretaría de Pesca sostuvo que «no le encontramos ninguna vinculación política» y remarcó que «son tan ridículos los planteos, que es gente que no tiene ningún tipo de conciencia».
«En principio fue un reclamo por seguridad e higiene, luego por un reclamo salarial y después hubo denuncias de los empresarios al Supa por extorsión y coimas, por el daño que se ocasionó a la carga de langostinos», detalló Arbeletche en relación a la causa impulsada por la Fiscalía de Estado que gira bajo la carátula de «ecocidio».
UN DELITO INTERNACIONAL
El ecocidio, que si bien todavía no ha sido incorporado al Código Penal argentino, es considerado un delito internacional. A fines de 2023, la Unión Europea acordó acuñar dicha tipificación para castigar los daños más graves contra el ambiente. A partir de allí, es considerado un «delito cualificado». No muy lejos de Chubut, en agosto de 2023, Chile se convirtió en el primer país del mundo en tener una legislación que contemple el ecocidio, en el marco de un avance para la protección de los ecosistemas. La normativa persigue a personas y empresas que contaminen el ambiente, con penas de hasta 10 años de cárcel para los responsables.
En su etimología, el concepto ecocidio se ha incorporado al vocabulario de la sustentabilidad y del derecho hace pocos años. Proviene del griego (oios), que significa «hogar», y del latín (cidium), que significa «matar», en referencia a la «acción de matar nuestro hogar o el ambiente».