Agustín, un joven de Comodoro Rivadavia, denunció el robo de su motocicleta, que había sido secuestrada tras un accidente en el que no tuvo culpa.
En una entrevista con ADNSUR, la víctima compartió su experiencia y la frustración que enfrentó en su búsqueda de justicia. «Todo empezó cuando tuve el accidente en Kilómetro 3. Yo iba trabajando de repartidor, eran a eso de las 12 de la noche. Me faltaba un pedido más que tenía que entregar y me embistió una chica que iba manejando un auto, quien dobló en contramano. A raíz de eso, tuve una fractura de fémur. De parte de mi trabajo, no se hicieron cargo», explicó.
Después del accidente, su motocicleta quedó secuestrada en el Corralón de Kilómetro 4. «Me citaron de fiscalía para firmar el permiso de retiro de la moto. Voy, firmamos el acuerdo de compromiso y me dijeron que fuera dentro de 10 días a buscarla. Pasaron los días y tres días antes de ir a retirarla, me llaman de la comisaría de General Mosconi para decirme que se habían robado la moto», relató.
Posteriormente, Agustín recibió la llamada el 26 de agosto, informándole que el robo había ocurrido el 22. «Me dijeron que fuera a hacer una denuncia a la comisaría. Fui al día siguiente, pero no me quisieron tomar la denuncia porque supuestamente ya habían cargado lo que pasó al sistema y de ahí lo iban a enviar a la Brigada para darle un seguimiento a la búsqueda, pero yo quería hacer el descargo y no me dejaron», comentó.
La sospechas de un llamativo robo
A pesar de los obstáculos, Agustín insistió en hacer su denuncia. «Llamé a un policía que me había atendido en el hospital y él vino a la comisaría y me hizo la denuncia. Me preguntaron de quién sospechaba y dije que de ellos, porque no puede ser que la moto desaparezca del corralón, sabiendo que hay cámaras y un vigilante ahí, es imposible que pueda pasar esto», afirmó.
Sin embargo, la situación no mejoró. «Fui a fiscalía y no me dieron ninguna solución. Fui hace dos días y me dijeron que el fiscal ni siquiera vio las cámaras», expresó con frustración.
Frente a esto, el joven intentó obtener respuestas de múltiples instituciones. «Fui a la Brigada de investigación, pero tampoco me dieron respuestas. Fui a la municipalidad y ellos se lavaron las manos, diciendo que el corralón es policial. Me la hicieron re difícil», explicó.