El ejército israelí advirtió el miércoles a los residentes de la ciudad de Baalbek, en el este de Líbano, que evacuaran la ciudad en un momento en que parecía reforzar su campaña contra los bastiones de Hizbulá, más allá del sur del país.
Baalbek, en el este de Líbano que tenía una población de unas 80.000 personas antes de que Israel intensificara sus ataques contra el grupo militante libanés Hizbulá este mes, es un importante centro urbano del valle de la Becá y es famosa por sus imponentes ruinas romanas. También es conocida por ser una ciudad donde Hizbulá ejerce su dominio.
Pero, a diferencia de otros lugares donde el grupo goza de apoyo, la ciudad de Baalbek se ha librado en gran medida de los bombardeos israelíes. En una señal de que la campaña de Israel contra Hizbulá puede estar ampliándose, Baalbek ha sido una de las dos zonas urbanas atacadas por fuerzas israelíes en los últimos días, después de haber escapado en gran medida a los embates de la guerra.
Las advertencias se produjeron en medio de esfuerzos diplomáticos renovados para alcanzar una tregua, según tres funcionarios informados de las negociaciones que hablaron con la condición de mantener su anonimato para poder hablar de asuntos diplomáticos delicados.
No se ha llegado a ningún acuerdo, pero Israel está presionando para que se llegue a un arreglo en el que se conceda a Hizbulá varias semanas para retirar sus fuerzas de la frontera entre Israel y Líbano, lo que permitiría que el ejército oficial libanés —que había sido relegado por Hizbulá en el sur de Líbano durante las dos últimas décadas— llenara el vacío, según dos de los funcionarios.
Israel también quiere que se le garantice el derecho a invadir Líbano si Hizbulá no se retira con la suficiente rapidez, dijeron los dos funcionarios.
En una declaración publicada en internet el miércoles, Avichay Adraee, portavoz del ejército israelí en lengua árabe, publicó un mapa en el que se mostraba la ciudad y dos localidades vecinas, Ain Bourday y Douris, como parte de una zona de peligro marcada en rojo, con tres rutas de evacuación autorizadas por el ejército israelí.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel actuarán enérgicamente contra los intereses de Hizbulá dentro de su ciudad y pueblos y no tienen intención de hacerles daño”, dijo Adraee. “Por su seguridad, deben evacuar inmediatamente sus casas y trasladarse fuera de la ciudad y los pueblos”.
La advertencia de evacuación se produce dos días después de que ataques aéreos israelíes ocasionaran la muerte de al menos 60 personas en el distrito de Becá, que incluye la ciudad y su interior rural, dijeron funcionarios libaneses. El ministerio de Salud libanés dijo que al menos otras 58 personas habían resultado heridas en los ataques.
Las tierras agrícolas y los pueblos de los alrededores de la ciudad de Baalbek han sido objeto de numerosos ataques aéreos en las últimas semanas, haciendo que muchos pueblos hayan quedado prácticamente desiertos. Ibrahim Bayan, un funcionario adjunto al alcalde de Baalbek, dijo a principios de este mes que aproximadamente dos tercios de los habitantes de la propia ciudad habían abandonado sus hogares por miedo.
Cuando los habitantes de Baalbek recibieron las advertencias de evacuación por mensaje de texto a última hora de la mañana del miércoles, una sensación de alarma se apoderó de las calles de la ciudad, dijo Bayan.
“La gente tiene pánico”, dijo Bayan. “Corren de un lado a otro y chocan entre sí, como pollos sin cabeza. No saben qué hacer ni adónde ir”.
En cuestión de minutos, las carreteras se llenaron de residentes que metieron sus objetos de valor en bolsas de plástico, cerraron sus casas con llave e instalaron rejas metálicas sobre las puertas de sus comercios, dijo. Mientras la gente se agolpaba en los coches, se gritaban unos a otros mientras discutían cuál sería la manera más segura de abandonar la ciudad.
Otros decidieron quedarse en la ciudad, sin saber adónde irían ni cómo llegarían.
Baalbek se encuentra en una de las regiones más subdesarrolladas de Líbano y muchos residentes no tienen medios para huir, dijeron algunos.
“Las gasolineras están cerradas, pero aunque estuvieran abiertas, la gente no tiene dinero para llenar el tanque de sus coches”, dijo Mahmoud Zikra, residente de Baalbek que se quedó en su casa. “No hay camionetas ni taxis; y aunque estuvieran disponibles, nadie puede pagarlos”.
La advertencia del ejército israelí incluía un pueblo de los suburbios del sur de Baalbek que conecta la ciudad con la carretera principal de la región, cortando una ruta habitual para los residentes que intentan salir del valle.
Naim Qassem, el nuevo dirigente de Hizbulá, pronunció su primer discurso televisado el miércoles por la tarde, un día después de ser nombrado. Sustituye a Hassan Nasrallah, líder del grupo desde hace mucho tiempo que fue asesinado por Israel el mes pasado.
En el discurso, pronunciado mientras el grupo lanzaba una andanada de cohetes contra el norte de Israel, Qassem elogió efusivamente a su predecesor y dijo que Hizbulá “seguirá aplicando la estrategia de guerra que él desarrolló”.
Los combates entre las fuerzas israelíes y Hizbulá continuaron en otros lugares de Líbano. El miércoles, el ejército israelí dijo que había atacado más de 100 emplazamientos en todo el país en las últimas 24 horas, incluido un punto de lanzamiento de cohetes utilizado en un ataque mortal contra la ciudad israelí de Ma’alot-Tarshiha el martes. También dijo que había matado a un gran número de combatientes de Hizbulá en lo que denominó “incursiones limitadas, localizadas y selectivas”.
Adraee dijo que uno de los combatientes que las fuerzas israelíes habían matado era Mustafa Ahmed Shehadi, quien dijo que era un destacado comandante de Radwan, la fuerza de élite del grupo. Hizbulá no hizo comentarios al respecto.
Shehadi murió en un ataque contra Nabatiye, una gran ciudad del sur, dijo Adraee. El miércoles, el ejército también emitió advertencias de evacuación para ocho pequeñas ciudades del distrito que rodea Nabatiye, instando a sus residentes a trasladarse al norte del río Awali.