Fehmarnbelt túnel submarino. Este proyecto conectará las islas de Fehmarn, en Alemania, y Lolland, en Dinamarca, bajo el Mar Báltico, prometiendo transformar los viajes entre ambos países al reducir significativamente los tiempos de trayecto.
El túnel tendrá una longitud de 18 kilómetros, posicionándose como una obra monumental en comparación con otros túneles submarinos europeos. Sumergido hasta 40 metros bajo el nivel del mar, contará con cinco galerías, dos para carretera, dos para ferrocarril y una destinada a emergencias y servicios. Con un presupuesto estimado en 7.000 millones de euros, este proyecto comenzó a construirse en 2022 y se prevé que esté terminado para 2029.
Innovación en la construcción submarina
La construcción de este túnel es innovadora y monumental. En lugar de utilizar gigantescas tuneladoras para excavar el lecho marino, el túnel se forma mediante módulos prefabricados de hormigón, cada uno con 217 metros de largo, 42 metros de ancho y un peso de 73.000 toneladas. Estas piezas, un total de 89, se ensamblarán directamente sobre el fondo del mar, tras un largo proceso de dragado que ha llevado más de dos años en completarse.
El acero juega un papel clave en este proyecto, con una producción semanal de 1.500 toneladas para reforzar los módulos. La cantidad total de acero utilizada es equivalente a la construcción de 50 Torres Eiffel. Una parte esencial de la construcción la lleva a cabo la empresa española DMC-Wire, responsable de las tareas de soldadura. Utilizando tecnología robótica, esta compañía realiza más del 70 % de las uniones metálicas, garantizando la solidez de los módulos. El proceso se complementa con una grúa magnética capaz de manipular hasta cinco toneladas de acero, que baja las barras necesarias al fondo marino.
Impacto del túnel en el transporte europeo
El impacto de este túnel en el transporte europeo será notable. Actualmente, cruzar el estrecho entre Fehmarn y Lolland en coche requiere un ferry que tarda alrededor de 45 minutos, sin contar el tiempo de espera. Una vez completado el túnel, este trayecto se reducirá a solo 10 minutos en coche o siete minutos en tren, con velocidades de hasta 200 km/h. Además, el tiempo de viaje entre Hamburgo y Copenhague se reducirá de casi cinco horas a tan solo dos horas y media, impulsando la conectividad regional y económica.
Retos y progreso del Fehmarnbelt Fixed Link
Sin embargo, este proyecto no ha estado exento de desafíos. La construcción se ha enfrentado a retrasos debido a disputas sobre su financiación entre Alemania y Dinamarca. Organizaciones ambientales han intentado detener el proyecto por su impacto en arrecifes protegidos en el Mar Báltico. Además, algunos residentes locales expresan preocupación por el aumento del tráfico en las zonas de conexión.
A pesar de estos obstáculos, el progreso continúa. En 2023, se sumergió el primer módulo de hormigón en la zona danesa, marcando un hito importante. Con más de 3.000 trabajadores involucrados, el túnel representa un logro de ingeniería monumental. Al completarse, el Fehmarnbelt Fixed Link no solo será una obra icónica, sino también un símbolo del avance en infraestructura europea, diseñado para conectar personas y economías de manera más eficiente.