Las apps de autodiágnóstico médico, las nuevas herramientas
Las apps de autodiagnóstico están ganando terreno a medida que más personas buscan gestionar su salud de manera proactiva y remota. Estas apps prometen ofrecer diagnósticos rápidos y precisos desde la comodidad del hogar.
Por ejemplo, Symptomate es utilizada por más de 10 millones de personas en todo el mundo. Cuenta con inteligencia artificial para evaluar los síntomas ingresados por el paciente. Y arroja un resultado basado en “conocimiento profesional, literatura científica y datos estadísticos”, según aseguran sus responsables. Está disponible en 20 idiomas en las tiendas de Apple y Google.
Por su parte, SkinVision, también en la tienda de Apple y Google se presenta como una opción para diagnosticar enfermedades como el cáncer de piel por medio de escaneos corporales. Según sus creadores, entre los que está La Roche-Posay, la app tiene “una precisión del 95% en la detección de cáncer de piel”.También envía recordatorios personalizados para que los usuarios puedan rastrear nuevas manchas o cambios en las preexistentes mediante un mapa corporal.
Health Tracker: Healthily ofrece un buscador de síntomas revisado por médicos que genera un plan de acción personalizado. A diferencia de búsquedas generales en Internet, esta app utiliza lo que sus desarrolladores llaman “un verificador inteligente de síntomas”. ¨Guiando al usuario hacia decisiones informadas con base científica. Así es como los pacientes indican sus síntomas y la app les ofrece un plan de acción. Está disponible en la tienda de Apple y la de Google.
¿Conviene usar las apps de autodiagnóstico o no?
Los expertos consultados explican que cada vez es más frecuente que los pacientes lleguen a la consulta con un diagnóstico preliminar obtenido a través de apps. Esto representa un paso más allá de la tradicional búsqueda de información online sobre salud, que existe desde hace años. Que muchas veces lleva a los pacientes a angustiarse tras un autodiagnóstico basado en lo que encuentran en la Red.
Matías Schellhas, cofundador & CEO de Innova Developers, una desarrolladora de apps y software para distintas industrias, incluida la salud. Explica que cuando hablamos de inteligencia artificial (IA) se necesitan millones de datos para arrojar un diagnóstico. “A medida que más usuarios cargan sus datos, se va nutriendo el dataset (la base de datos) para entrenar los algoritmos. Los cuales deben ser entrenados de nuevo de forma constante para que sean lo más precisos posible. Dicho esto, la clave no está solo en la cantidad de datos sino también en su calidad”, sostiene.
Pero con esto no alcanza. “Si bien se viene avanzando muchísimo con las bases de datos que retroalimentan a los algoritmos, la precisión de estas apps todavía es bastante limitada. Por eso lo que considero que hoy sirven para fines orientativos pero de ninguna manera reemplazan el diagnóstico médico”, sostiene Diego Pereyra, que es médico y Director Global de Salud en el proveedor de IT Softtek. Y agrega: “El cuerpo humano tiene millones de variantes y variables que todavía no pueden ser contempladas por los algoritmos que buscan analizar los signos y síntomas de las personas”.
Más allá de la precisión que pueda llegar a ofrecer estas apps, para los pacientes es tentador descargarlas en sus smartphones y utilizarlas. Por eso, el Dr. Sergio Montenegro, que es especialista en Informática Médica, estima que los médicos no deben ni prohibir ni fomentarlas indiscriminadamente. “Lo ideal es que analicemos cada una para que podamos recomendar aquellas que consideremos realmente relevantes”, explica.
Riesgo de las apps médicas
Más allá de los beneficios que ofrecen, estas apps también conllevan un riesgo: el diagnóstico erróneo. “El problema más grande es que un paciente retrase el inicio de un tratamiento por autodiagnosticarse mediante una de estas apps. Esto es grave porque mientras más temprano una persona inicie un tratamiento, mejor serán sus resultados”, dice Pereyra.
Si bien los avances tecnológicos en el campo de la salud son importantes, todavía queda un largo camino por recorrer. Ninguno de los expertos consultados cree que estas apps puedan hoy sustituir el diagnóstico médico. “De todos modos, hay otras creadas con fines profesionales que ya se están convirtiendo como una herramienta ideal para la práctica profesional en salud”, concluye Schellhas.