Gobierno ritmo de devaluación. Después de trece meses, este viernes 31 de enero se despide la devaluación mensual del tipo de cambio oficial a 2%. De acuerdo con lo que anunció el Banco Central (BCRA) después de la publicación del dato de inflación de diciembre (2,7%), desde febrero el dólar oficial subirá 1% por mes. La medida busca profundizar la baja de la inflación, aunque también apreciará todavía más el peso.
Para Claudio Caprarulo, economista y director de Analytica, la reducción del ritmo del crawling peg (el nombre técnico de la devaluación por goteo que implementó el Gobierno desde enero del año pasado) es una medida importante para bajar la nominalidad un nuevo escalón. “Si se repite la dinámica del 2024, el traslado sobre los precios mayoristas importados tiene que ser rápido. Ese es el efecto positivo”, indicó.
Junto con una devaluación todavía más contenida, el mercado esperaba que el BCRA recorte la tasa de interés de referencia, tal como se anunció este jueves a última hora. El rendimiento de referencia pasó de 32% anual (o 2,6% por mes) a 29% (o 2,16% mensual).
Los analistas indicaban que la reducción apuntaría a mantener el diferencial entre el rendimiento de los pesos y la suba del tipo de cambio oficial, de modo de incentivar las inversiones en pesos sin un premio excesivo.
“Sin la baja de tasas, el rendimiento en dólares de los pesos quedaba demasiado jugoso. Era mucho frente las expectativas de devaluación”, explicó el economista Amilcar Collante.
Un informe de Delphos Investment, en tanto, indicó que con este último recorte el Gobierno sigue incentivando la demanda de préstamos en dólares, que tienen menor interés que las líneas en moneda local.
Un peso cada vez más caro
Si bien la devaluación más lenta tendrá un efecto positivo sobre los precios y reforzará los resultados del Gobierno en materia de baja de la inflación, también profundizará la apreciación del peso. Esto genera que la Argentina sea cara en dólares frente a los pares regionales y complica la acumulación de divisas por parte del BCRA porque estimula las importaciones en lugar de las ventas al exterior.
“Va a profundizar la apreciación cambiaria, en el mejor de los casos transitoriamente, hasta que el aumento de precios ceda lo suficiente. De esa forma, complica aún más lograr un sendero sostenible de acumulación de reservas internacionales que no dependa de medidas coyunturales como bajas transitorias en las retenciones y/o un blanqueo de capitales”, agregó Caprarulo.
A su turno, Collante coincidió en que el fenómeno de atraso cambiario continuará, al menos, hasta las elecciones. “Hasta octubre, al menos, es probable que la apreciación adicional acumulada del peso sea de entre 6% y 11%”, cerró.