Trump política arancelaria. La administración de Donald Trump se encuentra en plena ofensiva para implementar una nueva oleada de aranceles, al tiempo que el presidente insiste en que la Reserva Federal (Fed) debería recortar las tasas de interés para impulsar la economía. Esta postura ha generado tensiones con el banco central estadounidense.
Por segunda reunión consecutiva, la Fed decidió mantener su tasa de referencia en un rango de 4,25%-4,5%. Esta medida responde a un crecimiento económico más lento de lo esperado, con previsiones que sitúan la expansión del PIB en un 1,7% para el año, por debajo del 2,5% proyectado por la administración Trump.
Desde la Casa Blanca, el asesor económico Kevin Hassett insistió en que respetan la independencia de la Fed, pero dejó en claro que la visión del Ejecutivo es diferente en términos de crecimiento y política monetaria.
El 2 de abril, la administración Trump prevé anunciar un nuevo paquete de aranceles con el objetivo de establecer un comercio «recíproco» con varias naciones, aunque aún no se han especificado cuáles serán los países afectados ni el porcentaje exacto de las tarifas. Dentro del gobierno existen posturas encontradas sobre la mejor manera de aplicar estas medidas sin afectar el crecimiento interno.
Trump ha oscilado en su postura sobre la independencia de la Fed. Si bien ha declarado que permitirá que Powell complete su mandato, en el pasado ha cuestionado su liderazgo y ha sugerido que un presidente debería tener más influencia en las decisiones del banco central.
La tensión entre la Casa Blanca y la Fed sigue en aumento a medida que se acerca el anuncio de nuevas políticas económicas. Con la inflación aún elevada y un mercado que muestra signos de desaceleración, la respuesta de la Fed será clave para definir el rumbo de la economía estadounidense en los próximos meses.